Las Dominicas en tiempos violentos
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Ilustración de Alfonso Zapico |
La situación de las monjas de diferentes congregaciones religiosas en las
Cuencas durante la violenta década de los años treinta
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Ilustración de Alfonso Zapico |
Al hablar de la violencia contra la Iglesia
católica en Asturias durante la sangrienta década de 1930 hay un hecho
incontestable: en la insurrección de octubre se contaron 33 religiosos muertos,
todos varones, mientras que el respeto a las religiosas fue absoluto. Hoy vamos
a aportar algunas informaciones en torno a esta cuestión para ayudar a
comprender por qué sucedió así. Con alguna excepción, como la de la
de Hijas de La Caridad, que llegaron a El Entrego el 24 de octubre de 1902 y al
poblado de Bustiello el 16 de Noviembre de 1906, las encargadas de la mayoría
de los colegios de niñas en la Montaña Central fueron Las Hermanas Dominicas de
la Anunciata, llamadas a Sama de Langreo en 1897 y que muy pronto se asentaron
en Ablaña, Mieres, Ciaño, el propio Bustiello, Caborana, Ujo, Sotrondio, brevemente
en Pola de Laviana y bastante más tarde en Turón.