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24 de marzo de 2022

El gran despegue industrial asturiano (y II)

Las industrias asturianas se especializaron tarde y a cambio emplearon mucha mano de obra
Eusebio Patón, jefe de alto horno de Fábrica de Mieres, hacia 1904. Colección: Familia Patón. Historia de la Economía Asturiana. Tomo 2. Pág. 379. La Nueva España.

La otra gran empresa siderúrgica asturiana, Fábrica de Mieres. evolucionó gradualmente hacia la transformación de su establecimiento, sin las dificultades de Duro y Compañía. Especializada en estructuras metálicas, con carbón y mineral de hierro muy baratos, estuvo en condiciones de producir hierros a precios competitivos que le permitían mantenerse en los mercados
Un hombre ante la fábrica de Quirós. Fototeca del museo etnográfico de Quirós. La Nueva España.
El Blog de acebedo
Fábrica de Mieres había realizado anteriormente las principales inversiones en sus instalaciones hulleras y en la compra de la fábrica de Quirós, así que hasta 1895 no decidió montar el primer horno para fabricar acero. La mejor posición relativa de Mieres comenzaba por los hierros que vendía. En los años anteriores a la crisis, la fábrica de Guilhou había preparado sus trenes y cilindros laminadores para fabricar hierros para edificios, mercados cubiertos y puentes (que sustituían a la madera), esto es, productos para un mercado de contratación en continua expansión desde los años ochenta, mercado que además fue incorporando lentamente el acero. En cambio, La Felguera había orientado su especialización en la elaboración de grandes chapas y barras, precisamente las piezas que más sufrieron los efectos de la recesión y las primeras donde el hierro fue reemplazado por el acero. La principal ventaja para Mieres era, sin embargo, el precio y la calidad de sus primeras materias. 
Fábrica de Mieres. La fábrica de Guilhou, con los altos hornos a la derecha, símbolo de la pujanza industrial de la Asturias de principios de siglo XX. Archivo: Alberto Montero. Historia de la Economía Asturiana. Tomo 2. Pág. 377. La Nueva España.

La fábrica de Guilhou, en efecto, tenía a pie de hornos el mineral de hierro asturiano a precios notoriamente inferiores a Duro, por eso Mieres consumía mayoritariamente los minerales de la región. Y el combustible no sólo salía a precios muy bajos en la fábrica por ser las minas propias y estar próximas, sino que, sobre todo, disponía de las hullas adecuadas para producir buen coque metalúrgico. Estas condiciones determinaron que Mieres, al contrario que Duro, padeciese poco la crisis y recuperase pronto la marcha. Pese a continuar con los viejos procedimientos, fabricando con «el vicioso anacronismo» del pudelado, la economía en minerales y combustibles garantizaba por algunos años todavía el éxito de la empresa. Guilhou insistiría en continuar por la vía del hierro, comprando en 1888 la fábrica de Quirós, cuando las principales fábricas ya vendían acero o instalaban hornos modernos para adaptarse a los nuevos tiempos. En Quirós había carbones y minerales más baratos aun «que en ninguna otra fábrica», así que con la nueva adquisición Mieres tenía asegurado el mercado del hierro. Numa Guilhou pretendía únicamente utilizar los hornos de Quirós para que continuasen produciendo lingote barato, y trasladar a Mieres los dos trenes de laminación que la antigua sociedad tenía en Quintana-Trubia, es decir, aspiraba a rentabilizar sin costes adicionales la compra de Quirós para integrarla en la marcha de Mieres.
Jean Antoine Numa Guilhou (1814-1890). Es una de las grandes figuras de la revolución industrial española, siendo el gran propulsor de la minería y de la siderurgia asturiana del siglo XIX. (…). Saber más... Ayuntamiento de Mieres.

Así, a comienzos de 1890 volvió a encender el antiguo horno alto de Quirós y al año siguiente ya se habían moñudo los hornos de recalentar y treces laminadores de Trubia en la Fábrica de Mieres, que con más medios podía elaborar nuevos hierros y aumentar así la producción. Pero siendo Fábrica de Mieres una de las principales empresas españolas, ¿por qué se decidió tan tarde (en 1895) a instalar un modesto horno de acero? Una primera explicación se encuentra en la evolución general de la industria siderúrgica. Desde mediados de los años ochenta las fábricas vascas habían exportado lingote de hematites que si se hubiera transformado en acero y colocado en el mercado nacional habría desplazado seguramente muchos hierros de las fábricas asturianas. Ahora bien, desde los años 1891 a 1894, la crisis del mercado siderúrgico europeo (principalmente inglés) y los avances en los procedimientos básicos que permitían la utilización de los lingotes fosforosos pusieron en peligro tanto aquella exportación vasca que ahora se orientaría hacia el mercado nacional, como la propia competitividad del hierro. En Mieres advirtieron esta situación como un aviso definitivo para decidirse a fabricar aceros. Había otra razón muy poderosa, a saber que, en los edificios, en las estructuras metálicas, los hierros también estaban empezando a ser sustituidos por los aceros. En todo caso, la transformación realizada era cierta-mente modesta porque el mercado español seguía pidiendo hierros y nadie con más ventajas en los precios que Mieres podía suministrarlos.
Fábrica de Moreda en la Guía ilustrada de Gijón de 1884. Sociedad de las minas y fábrica de Moreda y Gijón. En el año 1876 un grupo de banqueros e industriales franceses decidieron encargar al ingeniero, también francés, Isidore de Clausel de Coussergues un informe sobre las concesiones hulleras de Moreda (Aller) y la posibilidad de instalar allí una fundición de hierro. En el informe publicado en ese mismo año, el ingeniero francés considera como lugar más apropiado para la instalación de la fundición la localidad de Gijón. (…). Saber más...Wikipedia.

La cuarta fábrica siderúrgica asturiana, Moreda y Gijón, también tuvo que soportar la crisis tratando de adaptar su funcionamiento a la nueva situación. Especializada en la elaboración de alambres y puntas de París, se había establecido en Gijón para recibir con economía el superior mineral vasco o cántabro, que transformaba primero en su pequeño alto horno en lingote y después de un esmerado pudelado y laminado lo convertía en «hierros finos». Pero después de intentar sin éxito superar la crisis importando «tochos» vascos para acabarlos en sus talleres, decidió levantar un nuevo y moderno horno alto como primer paso para lograr su autonomía industrial. Otro importante acontecimiento para la industria siderúrgica regional tuvo lugar en 1894: la puesta en marcha de la nueva fábrica Compañía de Asturias. Constituida como sociedad anónima con un capital social de 10 millones de pesetas por los ingenieros Arnaldo de Sizzo y Wenceslao González, su adecuada localización (en La Felguera) y acertada especialización (tubería y diversas molderías) proporcionaron a la compañía excelentes resultados una vez concluidas en 1896 sus modernas instalaciones. La fábrica se estableció, efectivamente, junto a Duro y Compañía, de donde recibía los lingotes y “tochos», al lado de minas de carbón y del río Nalón que le suministraba «un aprovechamiento económico de cientos de caballos de fuerza motriz», y conectaba con las nuevas vías de ferrocarril Ciaño-Soto del Rey que facilitaban el transporte de sus productos al interior de España. Y se había especializado en la fabricación de piezas con un mercado en expansión, de tubería para la conducción de aguas, chapas perforadas, ruedas y vagones mineros y en general todo tipo de objetos de moldería.
Anuncio publicitario de Duro Felguera en 1904. Duro Felguera se constituye en 1900, integrando otras sociedades, para convertirse en la empresa siderúrgica y minera más emblemática de Asturias. Historia de la Economía Asturiana. Tomo 2. Pág. 372. La Nueva España.

Por otra parte, la creación de la nueva fábrica no sólo contribuyó a J la expansión de la industria siderúrgica asturiana. Proporcionó además a Langreo la luz eléctrica, el alumbrado público e incluso el teléfono, que convirtieron a esta zona en un centro industrial moderno a la altura de «el siglo futuro». A mediados de los años noventa, se produce también una expansión de la llamada industria metalúrgica. Se crean nuevos talleres, como el de Domingo Orueta en Gijón, que fabrica aperos de hierro para la agricultura y herramientas para la minería, y el de Rodríguez Prendes en La Felguera, para la elaboración de tornillos. Se amplían antiguas industrias como La Amistad y Bertrand en Oviedo, y Laviada y Compañía en Gijón, especializada en la producción de baterías de cocina de hierro fundido, con baño de porcelana, y tuberías delgadas para inodoros y letrinas. Asimismo, en los astilleros gijoneses de Cifuentes, Stoldtz y Compañía se aumentan los medios para hacer mejores barcos. Un nuevo acontecimiento industrial se produce en 1895: se constituye en Oviedo la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara, también con un capital de 10 millones de pesetas, para «la creación (en Asturias) de nuevas industrias y el fomento de las existentes». Sus principales promotores fueron Policarpo Herrero y José Tartiere, y en ella participan mayoritariamente capitales asturianos o asturamericanos. 
José Tartiere y Lenegre, ingeniero industrial y empresario. Nació en Bilbao en 1848 y murió em Lugones (Concejo de Siero) (Asturias) en 1927 a los 78 años de edad. Desarrolló gran parte de su carrera profesional en Asturias. (…). Saber más... Asturianos Ilustres.

La rapidez con que se suscribió íntegramente el capital emitido y la participación de nuevos capitalistas es el rasgo que distingue a la sociedad: como destacaba Román Oriol en la Revista Minera, «ha sonado ya la hora de que los capitales del mismo país hayan llegado a convencerse del risueño porvenir que pueden esperar de su empleo en la industria, desviándose del único camino, hasta el presente emprendido, de dedicarse a la adquisición de papel del Estado o de acciones del Banco de España». En definitiva, la expansión de las industrias metalúrgicas, la construcción de hornos altos y de coquización y, sobre todo, la instalación de los hornos de acero en las dos grandes empresas (Duro y Fábrica de Mieres) demuestra que en estos años estaba comenzando una nueva etapa para la vieja industria del hierro asturiana. A mediados de la última década del siglo XIX era cierto, como observaba Oriol a propósito de la creación de la Industrial Asturiana, que había «una confianza absoluta en el porvenir industrial de la región».
La Fábrica de hierro (La Fábrica). Principios del siglo XX. (Autor, Anónimo). La Nueva España
BIBLIOGRAFIA
  • ADARO Y MAGRO, L., «La industria siderúrgica asturiana», El Economista, 1900.
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  • FUERTES ARIAS, R., Asturias industrial, Gijón, 1902.
  • GASCUE, F., La industria del Acero en el Norte de España, Madrid, 1890.
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  • Meeting-protesta contra los Tratados del Comercio celebrado en Bilbao el 9 de diciembre de 1893, Bilbao, 1894.
  • Memorias de Duro Felguera.
  • Memorias de Fábrica de Mieres.
  • Memorias de Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara.
  • Memorias de la Unión Hullera y Metalúrgica de Asturias.
  • NADAL, J., El fracaso de la Revolución Industrial en España, 1814-1913, Barcelona, 1975.
  • OJEDA, G., Asturias en la industrialización española, 1833- 1907.
  • TORTELLA, G., Los orígenes del capitalismo en España. Banca, industria y Ferrocarriles en el siglo XIX, Madrid, 1973-
  • VIZCONDE DE CAMPO GRANDE, La cuestión Arancelaria, Madrid, 1890.
Taller de ajuste de Duro Felguera, hacia 1918. La mano de obra especializada asturiana es un activo con que todavía cuenta la región. Historia de la Economía Asturiana. Tomo 2. Pág. 383. La Nueva España.

FUENTE: GERMÁN OJEDA. Historia de la Economía Asturiana. Tomo 2. Págs. 369 a la 374. Editado por: Editorial Prensa Asturiana. Directores científicos: JUAN VÁZQUEZ y GERMÁN OJEDA. La Nueva España.
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AUTORES.

Germán Ojeda Nació en Llanes en 1949. Licenciado en Historia y Doctor en Economía por la Universidad de Oviedo, es Profesor Titular de Historia e Instituciones Económicas y Empresariales de dicha Universidad. Se ha especializado en la industrialización, la minería, las infraestructuras y la emigración asturianas, escribiendo sobre el particular libros y trabajos científicos, entre ellos: “Asturias en la industrialización española” (ed. Siglo XXI, 1986); “Campesinos, emigrantes, indianos” (Ayalga ed., 1985), “Pautas regionales de la industrialización española” (en colaboración, ed. Ariel, 1990), y “Los transportes” (tomo IX de la “Historia de Asturias”, Ayalga ed., 1981). Fue director editorial del tomo X (“Franquismo y la Transición Democrática”) de la “Historia de Asturias” (Ayalga ed., 1988) y codirector de la “Historia de la Economía Asturiana” (4 volúmenes), editada por el diario ovetense “La nueva España”. Con anterioridad, dirigió la Fundación José Barreiro, vinculada al socialismo asturiano y al SOMA-UGT, donde promovió la edición de distintos estudios sobre las organizaciones obreras de Asturias y publicó “Manuel Llaneza. Escritos y discursos” (1985). Asimismo, es autor de libros de historia colonial (“Nuestra guerra de Cuba. Una campaña de prensa”), local (estudio preliminar a “Historia de Llanes y sus hombres”) y empresarial (“Duro Felguera. Historia de una gran empresa industrial”). Parte de su trabajo como articulista y ensayista ha quedado recogido en los libros “Asturias invertebrada” (pentalfa Ed., 1991) y “Geografías e Historias” (ed. Nobel). Ha sido presidente del club de fútbol Sporting de Gijón, de la Asociación por el Progreso de Llanes y director general de Oviedo Televisión. FUENTE: CINCUENTENARIO.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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