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12 de abril de 2020

Las nodrizas asturianas

De profesión, madre de leche
Una Tetica-1. (Madrid Cómico diciembre de 1891). Foto Archivo.
Uno de los oficios tradicionalmente asociados a Asturias fue el de nodriza. Las asturianas tenían buena fama como amas de cría, aunque siempre por detrás de las pasiegas (con dibujos de Madrid Cómico de los años 1981 y 1892)

Las nodrizas (Ama de Cría), fue uno de los oficios asociados a Asturias. El Comercio
El Comercio
La coplilla aparece en 'Madrid Cómico', un periódico «festivo ilustrado» para gente bien de la capital. «Conozco a Carmen Soler, / ama de cría asturiana, / con leche de tal valer / que ya tiene una semana / y no se ha echado a perder». Es el año 1891, postrimerías del siglo XIX y en plena pujanza de las nodrizas provincianas en la Villa y Corte; cántabras -pasiegas, concretamente- para los más elevados de los casos y asturianas en los que casi lo son. Si la imagen de los asturianos, de los varones, en Madrid fue por aquel entonces la de los serenos que recorrían con nocturnidad las calles y, poco antes, la de los aguadores, ellas eran las nodrizas, las «madres de leche», dadoras de calostro para los niños de alta cuna.Allí, pero también aquí. 
Una Tetica-2.  (Madrid Cómico diciembre de 1891). Foto Archivo.
Cuando una revisa viejos ejemplares de EL COMERCIO, los primeros años la presencia de ofertas y demandas de trabajo por y para nodrizas son constantes. «Ama de cría, leche de cuatro meses», mayo de 1882; «en la calle de Langreo, número 29, bajo, darán razón». «Ama de cría para casa de los padres del niño, de 23 años de edad y leche abundante. Calle de la Magdalena, número 8, informarán», 1884. A veces, hasta con recomendación: «En la tienda de comestibles de Rafael, sita en la plazuela del Ángel, números 26 y 27, frente a la peluquería, darán razón de una ama de cría, asturiana, de 25 años de edad; tiene leche de seis meses, y los padres, cuyo hijo está criando, responderán en un todo de sus circunstancias».Eran jóvenes, debían estar sanas y tener buenos hábitos aquellas madres que quisieran optar a amamantar a los hijos de otras mujeres que, bien por circunstancias médicas o de estética, no pudieran o quisieran hacerlo por sí mismas. La leche, fresca; el origen, humilde; el sueldo ofrecido, generoso. Por tradición secular, decían que las asturianas eran de las mejores, aunque siempre por debajo de las pasiegas.  
Dibujo de Madrid Cómico (Abril de 1891). Foto Archivo.
Cántabras fueron, por ejemplo, Jesusa Diego y Sinforosa Gómez, amas de cría de la infanta María Teresa de Borbón, pero el anuncio también se publicó en Asturias, carta de condiciones incluida. Según EL COMERCIO del 13 de octubre de 1882, las candidatas habían de tener de 19 a 26 años de edad; ser de complexión robusta, buena conducta moral y, como mucho, estar lactantes de su segundo o tercer hijo; tener leche de no más de tres meses; no haber criado a otros niños y estar vacunada desde niña -una condición que, por aquel entonces, excluía a la mayoría-, así como no padecer, ni ella ni su marido, enfermedades dermatológicas. «Tendrá preferencia» -a esto ya cuesta más darle explicación- «que la ocupación del marido sea la del cultivo de la tierra». Del porqué de la predilección de las clases altas hacia las nodrizas norteñas, y de la distinción entre pasiegas y asturianas, no se sabe. Se pierde en la noche de los tiempos y en la ausencia de documentos que certifiquen razones más o menos objetivas, aunque parece claro que una de ellas era la convicción de que el aire fresco de los sitios montañosos, del campo, era garante de la salubridad de la muchacha. 
 Dibujo de Madrid Cómico (Marzo de 1891). Foto Archivo.
Asturiana fue la nodriza de Alfonso XII, al parecer por elección personal de la reina Isabel II: «Tenemos entendido», publicó en su día 'El Faro Asturiano', «que nuestra amada reina ha significado su voluntad de confiar la lactancia del futuro príncipe a una nodriza asturiana. Al efecto, nos dan como muy próxima la llegada a Oviedo de la comisión facultativa, compuesta de médicos de cámara, encargada de examinar con todo esmero las circunstancias de las amas de cría que se consideren en el caso de aspirar a tan alto honor». La elegida, María Dolores Marina, viajó hasta Madrid para amamantar al rey, se retrató con él e incluso tuvo nodriza de retén, para las indisposiciones: una cántabra, María Gómez.
Que se tenga constancia, fue la primera y última vez que se impuso una nodriza de aquí frente a una de la Vega del Pas. 
Dibujo de Madrid Cómico (Marzo de 1891). Foto Archivo.
Y era todo un honor. «Esta muestra de predilección y simpatía que S. M.», incidía 'El Faro Asturiano', «quiere dispensar a los nobles y leales hijos de Asturias despierta naturalmente en nosotros el sentimiento más vivo de gratitud». Poca vida le quedaba ya, empero, al antaño imprescindible en toda corte que se preciara oficio del ama de cría. Cayó en desuso en el siglo XX. Vinculadas a sus lactantes si no por la entraña sí por el pecho, cierta revista gráfica publicó en 1912 la foto de las amargas lágrimas vertidas por Sinforosa -ella sí, pasiega-, la nodriza de María Teresa de Borbón, a la muerte de esta por sobreparto aquel año. Era también, o pudo al menos haberlo sido, la imagen del canto de cisne de las nodrizas reales. El oficio que también fue nuestro.
Dibujo de Madrid Cómico (Enero de 1892). Foto Archivo. 
Fuente: Arantza Margolles Beran. Publicado por el Comercio el 02-02-2020. Ver enlace
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AUTORES.

Arantza Margolles Beran nació en Gijón, 1982. Licenciada en Historia por la Universidad de Oviedo y Máster en Arqueología y Patrimonio por la Universidad Autónoma de Madrid. Cursando actualmente estudios de Lengua y Literatura Españolas e Historia del Arte en la UNED. Especializada en genealogía, hemerografía y divulgación. Coautora de "Villafría 1934: Luz en la memoria" y "El crimen de ayer", ambos publicados en 2012. Colaboradora semanal en El Comercio y Noche tras Noche, (RTPA) y guionista del programa 'Historias y Misterios'. Fuente: El Comercio.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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1 comentario:

  1. Quiero hacer una aportación:

    La gente adinerada quería una nodriza, y las condiciones para el contrato están claras en esta entrada, pero hay que decir que las familias contratantes, como era propio de la época, solían correr un tupido velo acerca del marido de la nodriza, y aún más cruelmente, sobre su bebé.

    Para ser nodriza hay que haber dado a luz recientemente, y la nodriza, según testimonios orales, se veía obligada a dejar a su bebé, se supone que ya "destetado", o sea, que podía comer alimentos sólidos ya, y marcharse lejos. Unas veces a Oviedo, a Gijón, otras a Madrid.

    Como era un oficio generalmente bien pagado, me contaron un testimonio, que seguramente no fue el único, y es que las jovencitas se dejaban preñar y luego dejaban a su bebé en manos de los abuelos o de otros familiares, para irse de ama de cría y así poder ganar dinero, parte del cual enviaban a su pobre familia asturiana.

    El testimonio que recogí se trata de que en un pueblo del valle del Aller había un cura, según se dijo "muy bien parecido" que se ofrecía a dejar preñadas a las jovencitas, para que pudieran ser amas de cría. La gente lo sabía, y se lo agradecía con los regalos que podía, porque se consideraba que aquél hombre estaba haciendo una obra de caridad. Y seguían yendo a misa con él con toda naturalidad.

    Seguramente era más frecuente que madres solteras se prestaran a ello, aún conociéndose al padre.

    En las clases altas, si había interés, había también mucha hipocresía, y nadie pensaba en cómo aquella madre reciente había dejado a su bebé en el pueblo, e incluso no se solía preguntar quién era el padre, solamente se pedían "buenas referencias".

    Así fue cómo algunas de aquellas mujeres, cuando ya no pudieron dar más leche, se quedaron de criadas en las casas ricas, y en muchos más casos de los que parece, dejaron a sus hijos en el pueblo, llegando incluso a no verlos en muchos años. Tengo testimonio del vacío de madre que sintió una mujer toda su vida por haber sido criada por unos tíos que la tomaron como criada, en lugar de como a una hija.

    También hubo casos, sobre todo ya avanzado el siglo XX, en los que los patronos eran comprensivos y permitieron que se mantuviera cierta relación entre madre e hijo o hijos, aún a costa de sacar a la luz eso de lo que nadie hablaba: que aquellas mujeres muchas veces eran solteras, y que para dar de mamar a los niños ricos habían tenido que abandonar a sus propios hijos.

    Aunque en alguna novela y película he visto que el ama de cría se llevaba a su propio hijo a la casa donde amamantaba al niño rico, no me consta, en la tradición oral, que así se hiciera. Lo más frecuente es que pareciera "natural" que la nodriza tenía leche, sin haberle preguntado dónde había dejado a su bebé.

    Espero haber aportado algunas ideas que quizá alguien tome para poder recoger más testimonios y hacer de una vez por todas la historia completa de las nodrizas asturianas.

    Muchas gracias por este blog y a sus excelentes colaboradores.

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