Páginas

16 de agosto de 2019

Cuando Oviedo fue una potencia en el cacao, un encuentro entre el viejo y el nuevo mundo

Oviedo, una mina de chocolate Artículo, con colección de postales de "marcas" de chocolates asturianos. (Actualizado 18-05-2021)
Mujer (Aline Masson) tomando una taza de chocolate, en un lienzo de Raimundo Madrazo. Wikipedia.
La ciudad fue una potencia nacional del sector y llegó a tener 42 fábricas que trabajaban el cacao llegado en los barcos de ultramar
Chocolate. Oviedo llegó a tener en la primera mitad del siglo XX hasta 42 fábricas artesanales de chocolate© DANIEL ROIG. La voz de Asturias.
La Voz de Asturias
Hubo un momento mucho más dulce que el actual para Oviedo. No hace mucho tiempo, la ciudad llegó a tener 42 de las, nada más y nada menos, 300 fábricas de chocolate de Asturias. El auge del comercio con ultramar, apoyado en una floreciente industria indiana a ambos lados del Atlántico y la ausencia de grandes marcas nacionales hicieron que en la capital asturiana se asentara una multitud de pequeñas y medianas fábricas artesanales que hacían el milagro a diario con cacao y azúcar. En el amplio trabajo Chocolate y publicidad en Asturias (editado por el Museo del Pueblo de Asturias), de Claudia Prieto Rodríguez, se recoge buena parte del testimonio gráfico que de ello ha quedado. Según José Ramón Fernández-Tresguerres, que prorroga el libro, «entre 1925 y 1945, Asturias fue la cuarta productora de chocolate en España, detrás de Barcelona, Valencia y Madrid»
Placa de Chocolates La Covadonga, que fue fundada por Pedro Magdalena, estuvo en la calle Uría y luego en la calle Fray Ceferino de Oviedo MUSEO DEL PUEBLO DE ASTURIAS
Del gusto de los asturianos, y en concreto de los ovetenses, por el preciado cacao, queda constancia ya en la constitución de La Perla Americana en 1853, según señala Tresguerres. No es que no se consumiera antes: «Hasta esa fecha, la elaboración del chocolate se realizaba exclusivamente de manera artesanal, en pequeñas industrias que casi no necesitaban reclamos publicitarios para su comercialización. La producción se encaminaba, principalmente, a satisfacer las necesidades del mercado local y apenas salía de su reducido ámbito geográfico». Es lógico que la mayoría de las fábricas de chocolate estuvieran cerca de puertos de desembarco del producto que llegaba de América. A partir de ahí, dice el investigador, se asienta en «los núcleos principales de consumo, es decir, los economatos mineros, los de las empresas siderometalúrgicas, ferroviarias, militares, etc., ya que el chocolate se consideraba un alimento de mucho poder nutritivo, rico en calorías y, por lo tanto, muy importante en la dieta de los trabajadores». Pequeñas tiendas de ultramarinos como El Arco Iris, cuyos azulejos aún se pueden ver en los arcos junto al ayuntamiento, comercializaban también el producto. La industria chocolatera, de hecho, dio empleo a un «número importante de trabajadores», asegura. Hasta La Perla, entonces, la elaboración artesanal, «a brazo», había sido aprendido del otro lado del océano por quienes inventaron el producto, los indios de Centroamérica. 
La tienda El Arco Iris no fabricaba, pero vendía chocolates producidos en Oviedo. Aún quedan los azulejos visibles© DANIEL ROIG. La Voz de Asturias
Después del tueste, se iba prensando la semilla hasta obtener la pasta, a la que posteriormente se le añadía el azúcar y en ocasiones especias como canela o vainilla. Durante décadas, dice Tresguerres, y sobre todo en los años cincuenta y sesenta del siglo XX, las empresas chocolateras emplearon reclamos publicitarios consistente en rifas y canjes de regalos por cupones, que se incluían en sus tabletas o cuando se completaban los álbumes de cromos. «Estos sorteos llegaron a alcanzar una importancia inusual si tenemos en cuenta que muchos de los regalos consistían en bienes de consumo todavía escasos para la época». Destaca las colecciones que ofrecieron La Primitiva Indiana, Herminia, Kike o La Cibeles. De esa curiosa y efectiva publicidad nos ha llegado, según una minuciosa recopilación realizada por Claudia Prieto, una notable documentación sobre la actividad chocolatera ovetense. Prieto recorre, si no todas, muchas de las numerosas casas que se dedicaban al producto, que se consumía en gran cantidad a la taza y en menor medida, sólido. Nace Pinín Chocolates La Cibeles, una de las que pudo continuar en el tiempo, creó también las marcas CibelCao y Caopinín (en referencia al personaje de las tiras dibujadas por Alfonso). Inició su trabajo de la mano de Tomás Moreno en 1917 en la calle San Juan en, después se trasladó a San Francisco en 1925, donde siguió hasta 1959, cuando se trasladó a Buenavista y finalmente, en 1969, a Meres (Siero), donde aún es fabricado por Chocolates del Norte, del grupo Lacasa. «Los chocolates de esta fábrica asturiana se exportaron a casi todo el mundo», dice Prieto. 
Anuncios de chocolate de Ramón Villa y La Asturiana, en la calle Asturias. La Voz de Asturias.
Publicó álbumes de cromos coleccionables, realizó sorteos, concursos y una infinidad de promociones. No obstante, lo más destacado de toda esa publicidad, puede que sea que, con Chocolates La Cibeles nació el cómic asturiano. El gran dibujante Alfonso Iglesias concibió Las aventuras de Pinín para esta marca de chocolates y también se ocupó de la mayoría de los anuncios publicitarios de la misma, dentro de sus variedades de chocolatinas y chocolate en polvo (Caopinín), así como de los carteles para su patrocinio del equipo de hockey Club Patín Cibeles, de Oviedo, también fundado por Tomás Moreno. Otra fábrica importante fue Chocolates La Astorgana, fundada por Rafael Plana Marqués en el número 25 de la calle Argüelles en 1901, «año en el que participó en la Exposición Internacional de Alejandría». La fama chocolatera de Astorga, explica Claudia Prieto, «la ciudad con la escuela de maestría más prestigiosa del gremio», se remonta al siglo XVI, cuando el propio Hernán Cortés, quien había traído el primer cargamento de cacao desde América al viejo continente, entregó semillas de cacao como parte de la suculenta dote para casar a su hija con el primogénito del Marqués de Astorga.
La moderna fábrica de La Perla Americana, una empresa de éxito que ubicó sus nuevas instalaciones en este edificio de la calle Santa Susana de Oviedo. La Voz de Asturias
A finales del siglo XIX había más de 40 fábricas de chocolate censadas en Astorga. Esta saturación hace emigrar a muchos chocolateros astorganos a otras ciudades o pueblos, incluso a naciones americanas, propagando sus empresas el nombre de Astorga y sus comarcas, como hizo Plana Marqués, a quien sucedió José Acebal, también fue propietario de la famosa panadería El Molinón. Camilo de Blas, que aún sigue endulzando las mesas desde su veterana tienda de Jovellanos y otras dos, sigue ahí desde 1914. «Siguiendo la tradición familiar, los dos hijos de Camilo de Blas Heras, quien había empezado a elaborar chocolate en León a principios en 1827, se instalaron en Asturias», cuenta Prieto. Uno de ellos, José de Blas, fundó en Oviedo su propia fábrica de chocolates que se vendían en la propia confitería de Jovellanos y también en la del Paseo de Begoña de Gijón. En la elegante ubicación de la calle de Uría, número 60, se instalaría Chocolates La Covadonga en 1917. Al morir su fundador, Pedro Magdalena, se trasladó a la calle Fray Ceferino, 10 en 1932. Funcionó al menos, hasta 1945, año en el que Daniel Magdalena Ibáñez renovó el registro. Su eslogan era “Limpieza y esmero”. Uno de los hijos de Pedro Magdalena, Antolín, fue propietario de la fábrica de chocolates La Perla Asturiana, también en Oviedo. En efecto, La Perla Asturiana, era una fábrica de chocolates fundada en 1908 por Fernando Vigil Escalera, sucedido por Amador García y éste por Antolín Magdalena. Estaba en la calle Campoamor y tras la Guerra Civil se trasladó a Campomanes, nº4. 
Escaparate de Camilo de Blas, que se fundó como fábrica de chocolate en 1914 en el mismo lugar donde sigue, la calle Jovellanos de Oviedo© DANIEL ROIG. La Voz de Asturias
Ya existía hacía mucho La Perla Americana, como se mencionó antes. Así, explica Prieto, «queda en el aire la duda sobre si el parecido en los nombres de éstas y de otra tercera, La Perla de Oviedo, fue solo coincidencia o un intento publicitario». En 1940, según documenta la experta, vendía sus tabletas de 400 gramos de chocolate familiar a 12,90 pesetas. «Para confeccionar este chocolate popular, destinado a desayunos (desleído en agua) y meriendas (crudo y acompañado de pan), se utilizaba preferentemente el cacao de la Guinea Española porque era el que resultaba más rentable». Sin embargo, cuando en 1968 esta colonia alcanzó su independencia, la enorme subida del precio de la materia prima provocó la caída y el cierre de la mayor parte de los pequeños fabricantes que no podían competir con las grandes marcas. La Perla Americana, como se ha comentado, data nada menos que de 1853, fundada por Antonio María Fernández en el número 3 de la calle Rúa y luego trasladada a Santa Susana en 1872, donde gracias a su éxito pudo construir una nave nueva, mientras la antigua quedaba como confitería. Antonio M. Fernández falleció en 1886, «cuando sus chocolates habían ganado 15 Medallas de Honor en varias exposiciones», Por los lazos establecidos del suministro de chocolates, Antonio Sarri, el sucesor, recibió, de León XIII, el título pontificio de Marqués de San Feliz, el 7 de junio de 1897. En 1928 cesó la actividad de la que fue una de las fábricas de chocolate más importantes de España. El edificio de la misma, una de las primeras construcciones de la Santa Susana, fue demolido en 1973, después de pasar sus últimos años cerrado y abandonado.
Escena habitual en el siglo XVII de preparación del chocolate (Xocolatada). Wikipedia
Los Llavona, chocolateros
Una estirpe chocolatera fue la de Chocolates Fernando Llavona, por el titular que le dio su nombre a principios de los años 20. Llavona, nacido en Torazo (Cabranes) había aprendido el oficio con su tío y se instaló en la calle Arzobispo Guisasola hasta el fin de la Guerra Civil. «Sufrió dos veces la destrucción de sus instalaciones, durante la Revolución de Asturias y durante la contienda española», explica Prieto. Una de sus hijas, casada con el catalán Román Pitarch, introdujo la fabricación de turrón en la empresa, siendo la única, junto con Diego Verdú, que la producía en Oviedo en esa época. Otros miembros de la familia Llavona extendieron las marcas chocolateras, como Atilano Llavona (Chocolates Atila, de 1945, en la calle Asturias, 24) o José Antonio Llavona (Con la marca que llevaba su nombre en 1927). Mención aparte merece La Favorita, que Adolfo Llavona estableció en Santa Susa en 1924 y luego se trasladó la calle Fontán 6, donde aún existe la tienda del mismo nombre. A finales del siglo XIX, Adolfo Llavona Venta decidió instalarse por su cuenta y abrir su negocio de ultramarinos y fabricación de chocolates en la calle Santa Susana, esquina a la calle Rosal. Posteriormente compró los edificios número 2 y 4 del Arco de los Zapatos, en El Fontán, instalándose en sus bajos, donde actualmente continúa vendiendo sus productos, aunque desde la muerte de Adolfo en 1958 ya no se fabrica chocolate. Claudia Prieto documenta también el intenso trabajo de José San Román González y luego de Vicente Rodríguez al frente de Chocolates La Italiana desde 1897, año de fundación. 
Granos de cacao; su similitud con las «almendras» hizo que los españoles lo denominaran así en sus comienzos. WIKIPEDIA
El número de empleados que sostenía, según publicaba entonces El Noroeste, era de 115, con una producción anual de 70 000 cajas en los tres establecimientos; así como Chocolates La Verdad, en Covadonga, 23, registrada por Domingo Calvo y Manuel González Huerta en 1922. Chocolates Osnola data de 1950. Con el eslogan «Si es Osnola, que no sea una taza sola», se anunciaba en la radio la fábrica de chocolates de Luis García Aguirre, hermano de Ignacio, propietario de Chocolates Auseva, de Gijón. Además de chocolates finos para comer en crudo y chocolate familiar para hacer a la taza, esta fábrica también elaboró Yelmacao, un chocolate en polvo que se vendía en preciosas latas de metal litografiadas. Para incentivar las ventas, entre otras de sus promociones publicitarias, editaron varias series de cromos coleccionables sobre las series de aventuras tituladas: De la tierra a la luna, La vuelta al mundo en 80 días, África salvaje o La conquista del Polo Norte. Ramón Villa fundó La Independiente en 1922, en la calle Asturias, 16 y fue premiado Medalla de Oro y Placa de Honor en la Exposición de Milán de 1921, una publicidad inmejorable. 
El metate, o piedra de moler el cacao, muy usado en España hasta el siglo XIX, en lo que se denominaban «chocolates de brazo» o «chocolate a la piedra». WIKIPEDIA
Las envueltas de sus diferentes clases de chocolates también incluían el dibujo de la Cruz de Mérito obtenida por Ramón Villa, quien también tuvo tostadero de cafés, tés, caramelos, pastillas de café con leche y fábrica de achicoria, bajo la marca La Asturiana. Pero hay muchas otras, algunas con una actividad muy notable y más teniendo en cuenta la fuerte competencia y el tamaño limitado de una ciudad como Oviedo, aunque sin duda muchas vendían también fuera, incluso a otros países. Así, Claudia Prieto menciona y documenta Chocolates Braga (calle Santo Domingo, 35), Cooperativa Militar (Desde 1932 en San Antonio, 10); Chocolates Corujo (Mon, 19); Chocolates Fano (avenida de Pumarín, 17); Hijos de M. Morí (calle Cimadevilla); Álvarez Cañedo (calle Santa Susana, 4); La Asturiana (de Francisco Acebal, en La Vega y luego El Águila esquina Jovellanos); La Diana (en Naranco, 14); La Familia (Rosal, 16) y muchísimas más como La Popular, regentada por Armando G. Ojangueren, que luego crearía la famosa academia mercantil: su depósito central estaba en la calle Mon, en cuyo edificio aún están al descubierto los rótulos.
Entre las calles Canóniga y Mon de Oviedo aún queda el cartel de la que fue fábrica de chocolate La Popular, de Armando G. Ojanguren, que luego fundaría la famosa academia mercantil© DANIEL ROIG. La Voz de Asturias
Más cercana en el tiempo estaba Chocolates Mavi, de Manuel Fonseca, en la Travesía del Rayo y desde 1968 en Granda. Editó álbumes de cromos coleccionables, entre los que podemos destacar el titulado Historia de los conquistadores y también regalaba electrodomésticos, motos, radios, menaje de hogar…, siempre bajo su eslogan «Me convencí y chocolates Mavi pedí». A mediados del siglo XIX, explica en el prólogo Tresguerres, se produce la incorporación de la energía al proceso productivo: el vapor. «La introducción de la energía eléctrica a finales del siglo XIX y principios del XX supone una auténtica revolución en todo el proceso de fabricación», lo que favorece el aumento de la producción, el abaratamiento de los costes «y con ello la generalización del consumo por las clases populares». Aunque seguía siendo un producto más bien caro, debido al uso del cacao y el azúcar, dos bienes preciados. Tras la Guerra Civil, las pequeñas empresas no se pueden adaptar a los cambios tecnológicos y competir con grandes industrias nacionales o internacionales como Nestlé o Suchard. En el censo industrial de 1958 todavía se contabilizaban alrededor de ochenta fábricas de chocolate en Asturias, pero a partir de los años sesenta comienza el lento declive hasta la casi total desaparición de esta industria.
«Pocillo» de chocolate con su «molinillo» (palo de madera). Forma habitual de tomar chocolate en España durante el siglo XVIII. WIKIPEDIA
FUENTE: DANIEL ROIG. Publicado por La Voz de Asturias el 01/11/2020. Ver enlace.
_______________________________________________________________________
El chocolate, Asturias y la deuda con América
El Árbol de los Dioses. La larga y dulce historia de la planta de cacao fue iniciada por los Aztecas. De hecho, el nombre viene de la palabra azteca “cacahult”. En la región de Mesoamerica en México, las semillas de cacao eran tan apreciadas por los aztecas que eran usadas como moneda corriente para el comercio de la época. Los aztecas bebían sus chocolates a la temperatura del ambiente o frías, “a menudo mandaban gente rápida a la montaña para que trajese hielo corriendo, lo picaban y se lo colocaban al chocolate”. Las recetas de chocolate más antiguas de que se tengan noticias provienen de los aztecas y se remontan a la época en que los españoles invadieron Mesoamérica, a comienzos del siglo XVI. Saber más...
Mucho se precian suizos, italianos, belgas y franceses de sus chocolates. Pero la realidad es que el chocolate entró en Europa a través de España, quien a su vez le debe esta delicia a América
Retrato de Hernán Cortés basado en el enviado por el conquistador a Paulo Giovio, que sirvió de modelo a muchas de sus representaciones desde el siglo XVI. De Desconocido - [1], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=28454551
Ya en el siglo XVI consta que la probó Hernán Cortes. Después, desde el Virreinato de Nueva España con centro en México se exportó a España. Relataban los conquistadores que el valor de aquellas «almendras» era tal entre los pueblos mesoamericanos que la usaban de moneda. En España comenzó el chocolate bebido a ser habitual consumo exquisito entre las clases altas en las tertulias y salones del siglo XVIII. Se hizo tan frecuente que para ello se crearon vajillas y «molinillos» especiales y fiestas propias, las «chocolatadas». Y de las fábricas de los monasterios, viendo la bondad del negocio saltó el chocolate a ser un producto de elaboración y venta en empresas particulares. La relación de los monjes con el chocolate y con todos los productos americanos fue en los dos primeros siglos de la conquista americana total. Y aún en 1767 cuentan que al expulsar a los jesuitas de los reinos se les permitió llevar unas pocas pertenencias y el chocolate.
«Como agua para chocolate» (1989) de Laura Esquivel (también en película, pero preferimos leerla). La cueva del escritor
La costumbre de consumir esta rica bebida consta arraigada en Asturias en el siglo XVIII. Gaspar Melchor de Jovellanos la cita en sus Diarios como ofrecimiento indispensable en las tertulias y en las visitas de cualquier casa que se preciara. El chocolate se consumió bebido hasta casi la mitad del XIX, cuando fue posible mejorar la maquinaria que permitiera solidificarlo. En Asturias empezaron entonces a proliferar fábricas de chocolate. De algunas aún recordamos nombres, envoltorios y publicidad. Sin ser exhaustivos citemos las que tuvieron su origen en Pola de Laviana, que bajo la marca «Mayín y Troya» ofrecía chocolate con almendras, en Gijón, estaba «Zarracina», la muy reputada «Primitiva Indiana» desde 1860 y la de la triple variedad «La Herminia, Plim y Sueve»; y en Oviedo a principios del siglo XX se funda «La Cibeles».
caratula de la película, «Chocolat», 2000, dirigida por Lasse Hallström e interpretada por Juliette Binoche y Johnny Depp. Ver enlace
Pero casi cada zona que se tuviera por importante en Asturias fabricaba su propio chocolate. Y puesto que era tan frecuente en las «buenas mesas» también fue objeto de pintura. Y puesto que sigue siendo exquisito la novela y el cine siguen su rico rastro. Y los médicos señalan: tomado en su justa medida es antidepresivo, no engorda ni es perjudicial. Como decía el gran científico asturiano Grande Covian «comer de todo en plato pequeño». 
La planta de Cacao, es una planta autóctona de Sudamérica. InfoRegión
FUENTE:  www.asturias.es (Biblioteca de la Junta General del Principado de Asturias)
_______________________________________________________________________
La historia del chocolate viene del encuentro entre el viejo y el nuevo mundo. La mezcla de las bayas de cacao con azúcar fue la gran aportación española, que transformó un producto en principio amargo, en el deleite de muchas generaciones futuras. De España pasó a Europa, donde los suizos lo mezclaron con leche y, desde entonces, la creación e innovación han sido constantes. También desde el campo académico, donde científicos de la Universidad de Granada han descubierto que no engorda. Ver enlace de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=gcnBhkBwBqo                   
_______________________________________________________________________________
 Historia del chocolate en España
Monjes preparando chocolate (www.abc.es)
La historia del chocolate en España es una parte de la historia culinaria hispánica comprendida desde el siglo XVI, cuando los españoles conocieron el cacao (Theobroma cacao) mesoamericano al comenzar la colonización de América, hasta el presente
El chocolate tiene su origen en México, donde el dios Quetzalcoatl regaló, según cuenta la leyenda, el árbol de cacao a los hombres, que años después se bautizaría con el nombre científico Theobroma Cacao, que significa en griego “alimento de los dioses”. https://www.chocolatesnestle.es
http://es.wikipedia.org
Tras la Conquista de México, el cacao viaja como mercancía en barco desde un puerto de Nueva España, rumbo a las costas españolas. Este primer viaje a Europa ocurre por primera vez en algún momento indeterminado de la década de 1520. No fue hasta el siglo XVII cuando sale regularmente desde el puerto de Veracruz, abriendo una ruta comercial marítima que abastecería la nueva demanda de España, y posteriormente de Europa. La introducción de este ingrediente en las costumbres culinarias españolas fue ciertamente inmediato, comparado con la de otros ingredientes traídos de América, y su popularidad y aceptación en todos los estamentos de la sociedad española alcanzó niveles muy elevados ya a finales del siglo XVI. Desde sus comienzos, el chocolate fue considerado por los españoles como una bebida y permaneció en ese concepto hasta principios del siglo XX. Desde el primer momento se endulzó con azúcar de caña, y fueron los españoles los primeros en difundirlo en Europa. (...). Seguir leyendo en WIKIPEDIA
El Cacao: Alimento de los Dioses. Ver enlace de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=t4qNAjNUq-c
________________________________________________________________________________
Algunas marcas de chocolates asturianos:

 Publicidad de principios del siglo XX de la fábrica de chocolates AUSEVA, de Armando de la Vega Sánchez, en Infiesto.
Publicidad de chocolates COTO (Sama de Langreo) de 1954.
Publicidad de 1956 de chocolates COTO, de Sama de Langreo
Publicidad antigua de la fábrica de chocolates CANSECO, de Avilés.


Publicidad antigua de la fábrica de chocolates CANSECO, de Avilés.
 Curioso dibujo publicitario de un niño minero con la tableta de CHOCOLATES MAYÍN de Laviana en el bolsillo.
Chocolates PINIELLA, de Cornellana.
Chocolates MAVI, de Oviedo

Anuncio de 1965 de CAOPININ, chocolate en polvo elaborado por la fábrica ovetense LA CIBELES.
Antiguo envoltorio de los chocolates ÁLVARO, fabricados en Avilés

Antiguo anuncio en azulejo de la fábrica de chocolates, bombones y caramelos AGUSTINA, en Ujo. 

Antiguo anuncio del chocolate con leche AGUIRRE, fabricado en Gijón.
 Antiguo anuncio de LA PRIMITIVA INDIANA, fábrica de chocolates de Gijón.1
Antiguo anuncio de LA PRIMITIVA INDIANA, fábrica de chocolates de Gijón.
Antiguo anuncio de LA PERLA ASTURIANA, fábrica de chocolates de Oviedo.
Antiguo anuncio de la marca de chocolate, café y achicoria LA ASTURIANA, de Ramón Villa, en Oviedo.
Antiguo anuncio de CHOCOLATES PLIN, de Gijón.
Antiguo anuncio de chocolates MIGUELÍN, fabricados por Manuel G. Barbón en Cornellana. 
Antiguo anuncio de CHOCOLATES MAYÍN, de Pola de Laviana
 Antiguo anuncio de chocolates Kike, de Gijón.
Antiguo anuncio de chocolates Kike, de Gijón.
Antigua publicidad del chocolate elaborado por CAMILO DE BLAS.
Antigua publicidad de la fábrica gijonesa de chocolates finos LA FAMA ASTURIANA.
Antigua etiqueta del chocolate NOYI, fabricado en Colunga.
Antigua etiqueta de EL SUEVE, marca de chocolates de LA HERMINIA, de Gijón.
Antigua etiqueta de chocolates PEPITO, de Gijón.
Catálogo de la exposición 'Chocolate y publicidad en Asturias' editado por el Muséu del Pueblu d'Asturies
CARTEL CHOCOLATES FINOS GIJÓN ASTURIAS AÑOS 40-50. (Todocolección)
Chocolates kike. Gijón
Chocolate La Primitiva Indiana. Gijón
Cartel de chocolates La herminia. Gijón
Chocolates Plin y La Herminia. Gijón
Chocolates Coto. Sama de Langreo
Chocolates Primitiva Indiana. Gijón
Chocolates Primitiva Indiana. Gijón
CHOCOLATE Y PUBLICIDAD EN ASTURIAS. COLECCIÓN DEL MUSÉU DEL PUEBLU D'ASTURIAS. VER ENLACE EN PDF: 
FUENTE: EL BLOG DE ACEBEDO
______________________________________________________________________
AUTORES. 

DANIEL ROIG, redactor de la Voz de Asturias.


La Voz de Asturias es un diario digital de la comunidad autónoma de Asturias
 (España) redactado principalmente en castellano aunque en algunas de sus secciones y artículos se emplea el asturiano. Tiene su sede en Oviedo y está editado por Ediciones Periódicas del Noroeste empresa perteneciente a la corporación La Voz de Galicia. Fue fundado por José Tartiere Lenegre el 10 de abril de 1923. Aunque conservador en sus orígenes, pasó más tarde a adscribirse a una línea progresista, declarando como su objetivo estar al "servicio de los asturianos [...] manteniendo un compromiso con valores como la libertad, la pluralidad y el progreso de Asturias".​ Durante la dictadura franquista fue el periódico predilecto de la izquierda asturiana, que encontraba en él informaciones que otros diarios no recogían —como las referentes a las huelgas mineras de los años sesenta— y columnistas todo lo progresistas que permitía la censura.[cita requerida] Ya en democracia, el periódico pasó a ser afín, de manera más o menos explícita, al Partido Socialista Obrero Español, en el Gobierno en Asturias durante la mayor parte del nuevo periodo político. La Voz de Asturias desapareció, como diario impreso, el 19 de abril de 2012, pero resurgió como digital en 2016 de resultas de la adquisición, por parte de la corporación La Voz de Galicia, del diario digital asturiano Asturias24, que había sido fundado en 2013 con el mismo espíritu que el diario desaparecido. Paralelamente a dicha operación, la empresa gallega se hizo también con la cabecera histórica, que había pasado a manos del productor cinematográfico José Velasco tras el cierre del periódico. En su nueva etapa, la orientación ideológica del diario continúa siendo progresista, pero no hay una identificación tan explícita con un partido político concreto como existía en el diario desaparecido en 2016. (…) Seguir leyendo…… 


www.asturias.es (
Biblioteca de la Junta General del Principado de Asturias)

Wikipedia
, la enciclopedia libre, fue creada el 15 de enero de 2001 como proyecto de edición abierta que pretendía agilizar y flexibilizar el desarrollo de la hoy extinta enciclopedia con revisión por pares Nupedia, y ha crecido continuamente en número de artículos y de ediciones idiomáticas hasta la actualidad. (…). En marzo de 2000 Jimbo Wales creó Nupedia, un proyecto de enciclopedia libre basado en un ambicioso proceso de revisión por pares, diseñado para hacer sus artículos de una calidad comparable a la de las enciclopedias profesionales gracias a la participación de eruditos (principalmente doctorandos y académicos), a los que se proponía colaborar de modo no remunerado. Debido al lento avance del proyecto, el 15 de enero de 2001 se creó un wiki (UseModWiki) vinculado a Nupedia cuya finalidad inicial era agilizar la creación de artículos de forma paralela, antes de que estos pasaran al sistema de revisión por expertos. Existe cierta polémica entre los fundadores de Nupedia sobre quién propuso originalmente la idea de usar un wiki a Jimbo Wales, si Larry Sanger o bien una tercera persona, pero el caso es que el éxito de aquel "pequeño proyecto paralelo" (Wikipedia) acabó eclipsando a Nupedia, que dejó de funcionar en 2003. Después de Wikipedia en inglés, la segunda edición en ser creada fue Wikipedia en alemán, el 16 de marzo siguiente, pero inicialmente solo fue usada para pruebas. Desde entonces se han ido creando ediciones en muchos más idiomas. Harry Geitner, editor responsable de la Nupedia, pasó a colaborar con Wikipedia y trabajó activamente en la organización y directrices del proyecto. Sus aportes marcaron un importante sesgo en la orientación inicial del proyecto, hasta que se desvinculó del proyecto en febrero de 2002. En la actualidad Wales lleva las riendas de la iniciativa, tanto en tiempo dedicado como en recursos, y es miembro de la Fundación Wikimedia, que se ocupa de las tareas de supervisión. En este momento no existe un editor responsable, ni tampoco hay personal contratado a cargo del proyecto. Wikipedia funciona gracias a la contribución voluntaria de miles de wikipedistas. Inicialmente, no existía el registro de usuarios; toda colaboración se realizaba en forma anónima. El 20 de septiembre de 2004 Wikipedia alcanzó el millón de artículos en 105 idiomas y causó una considerable atención por parte de los medios de comunicación. El artículo un millón se publicó en hebreo y aborda el tema de la enseña oficial de Kazajistán. Para el 1 de marzo de 2006 Wikipedia en inglés había sobrepasado el millón de artículos y el 8 de marzo del mismo año Wikipedia en español llegó a los cien mil. En octubre de 2011, Wikimedia anunció el lanzamiento de Wikipedia Zero, una iniciativa para permitir el acceso gratuito móvil (datos) a la Wikipedia en países del tercer mundo a través de colaboraciones con operadores de telecomunicaciones móviles. El 17 de junio de 2015 la Fundación Princesa de Asturias le concedió su premio homónimo en la categoría de Cooperación Internacional. Wikipedia

EL BLOGDE ACEBEDO. (ANTOLOGIA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

 El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío nella”

 ___________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________

NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con El Blog de Acebedo para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores.

Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi dirección de correo del blog con la seguridad de ser prontamente atendido.

¡¡¡Difunde El blog de Acebedo entre tus amistades!!!

Sígueme en:

© - Facebook - Roberto Cortina

© - Twitter - El blog de Acebedo

© - El Blog de Acebedo

2 comentarios:

  1. En aquellos años 40 de la posguerra en España, los críos solíamos merendar una onza de chocolate de aquello que tenía algarroba en su composición, y que lo mismo se preparaba a la taza que se comía tal cual...y aunque hasta los años 50 aquel chocolate de mis vivencias que yo conocí no subió de calidad, sí que lo había mejor para quien pudiera pagarlo...Recuerdo especialmente aquellas deliciosas chocolatinas que mi madre me compraba en Camilo de Blas, cuando viajaba a Oviedo para encargar en los almacenes Osoro y Guisasola los artículos que luego vendía en el economato. Aque-
    llos chocolates que vendían allí mismo, al dar la vuelta a la esquina nada más salir de la estación del Vasco en Oviedo eran verdaderamente deliciosos, con su envoltura interior de lo que llamábamos papel de plata.
    El desayuno de las mañanas también consistía en una buena taza de chocolate que llamábamos "hecho", con sus tostadas untadas de auténtica mantequilla, en muchas ocasiones hecha de casa, con aquella gruesa nata que salía de la leche una vez hervida...esto no lo hemos vuelto a ver, como muchas otras cosas que se llevó por delante todo esto a lo que llamamos el progreso...la leche industrial que tomamos ahora sabe Dios de donde nos viene totalmente transformada... Y aquellas tardes de invierno, cuando las mujeres de casa se reunían alrededor de sus tazas de chocolate caliente, remojadas las rebanadas de pan alrededor de la taza para que se fueran impregnando de su exquisito sabor... tampoco volverán a ser lo que fueron...ya ni tan siquiera son, por mucho chocolate con churros que haya por las churrerías...nada volverá a ser lo mismo...

    ResponderEliminar