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6 de junio de 2015

El general Valeriano Weyler visitó Mieres el día 2 de agosto de 1901

El sanguinario espadón de Weyler
Valeriano Weyler y Nicolau (Palma de Mallorca, 17 de septiembre de 1838 – Madrid, 20 de octubre de 1930). Valeriano Weyler y Nicolau, Marqués de Tenerife y duque de Rubí, grande de España . Militar, político y noble español. Gobernador de Cuba (1896-1897). Su mandato en Cuba, se caracterizó por el desarrollo de la Guerra por la independencia 1895-1898, que combatió sin éxito, y por sus medidas criminales, entre ellas la llamada Reconcentración. (…). Saber más... EcuRed
El general, de origen prusiano, visitó Asturias en 1901 y prestó especial atención al polígono de Fábrica de Mieres y a la mina de Baltasara
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
Cuba fue junto a Puerto Rico la última tierra que tuvimos en América hasta que en 1868 el movimiento independentista se convirtió en una guerra impopular; entonces los cubanos fueron a por todas y en febrero de 1895 organizaron un ejército revolucionario. En un principio, el gobierno español de Cánovas del Castillo intentó solucionar la situación por las buenas y envió al general Martínez Campos a negociar con los insurrectos, pero las cosas en vez de calmarse se encabronaron y fue entonces cuando se recurrió al durísimo Weyler. Este llevó a la isla un ejército de 200.000 hombres que empleó con un rigor extremo: puso fuertes destacamentos en Cienfuegos y Santiago; organizó columnas volantes que recorrieron los pueblos destruyendo y quemando los asilos de los rebeldes; prohibió a los periodistas y a extranjeros que las acompañasen para que no pudiesen dar a conocer sus movimientos; protegió a los partidos españolistas y persiguió a los marginales y a los llamados ñañigos -miembros de una sociedad secreta que aún pervive- deportándolos desde La Habana a la isla de Pinos. 

Weyler saliendo del Palacio Real de Madrid, fotografía de Campúa en Nuevo Mundo (1910). Valeriano Weyler y Nicolau (Palma de Mallorca, 17 de septiembre de 1838-Madrid, 20 de octubre de 1930). Saber más… WIKIWAND.

Weyler era de origen prusiano, rígido y, según cuentan, cicatero hasta con los suyos. Desde que su familia se había establecido en España todos sus antepasados fueron militares. Su brillante carrera le llevó a ser capitán general, primero de Filipinas, luego de Burgos, Navarra y Vascongadas y por último de Cataluña; también obtuvo el título de marqués de Tenerife por los servicios prestados en Canarias. Sorprendentemente, sus simpatías políticas le inclinaban al lado liberal y había sido senador con este partido en la década de los 80, pero aún así gozó de una triste fama como hombre inflexible por haber sido el militar que ideó los campos de concentración que tanta importancia tuvieron en la historia del siglo XX europeo. Esta medida fue criticada por los americanos y los británicos, aunque estos últimos no tardaron en imitarla en su colonia sudafricana del Transvaal, más tarde -como saben- Hitler la elevó al cubo.

Ramón Blanco y Erenas, marqués de Peña Plata (San Sebastián, 1833 – Madrid, 4 de abril de 1906) fue un militar español, capitán general de Navarra, Cuba, Filipinas y Cataluña. (…). Saber más… WIKIPEDIA.

Cuando cambió el gobierno fue sustituido por el general Blanco, quien suavizó estos métodos, lo que hizo más fácil que el 3 de julio de 1898 los norteamericanos destruyesen nuestra flota quedándose con Cuba, con lo que un sector de la población española le dio la razón a don Valeriano convirtiéndolo en un héroe; sobre todo al saberse que había plantado a Sagasta, jefe del gobierno, cuando le pidió su opinión acerca de la conveniencia o inconveniencia de ajustar la paz con los Estados Unidos, alegando que si no se le había consultado para la guerra no entendía como se le consultaba para la paz. En el corazón del verano de 1901 Weyler visitó Asturias como ministro de la Guerra. Aquí recibió los correspondientes agasajos de las autoridades y accedió a la petición de la prensa regional que demandaba el indulto del trabajador José Valdés, quien llevaba casi un año en la cárcel de Oviedo, intentando así congraciarse con el mundo obrero. Después se dedicó al verdadero motivo de su viaje: conocer el estado de la industria regional. 

Fábrica de Moreda en la Guía ilustrada de Gijón de 1884. La Fábrica de Moreda y Gijón fue una fábrica siderúrgica ya desaparecida propiedad de la Sociedad de las Minas y fábrica de Moreda y Gijón que se ubicaba en el actual barrio de Moreda (y al que da nombre), en Gijón (Asturias).​ Fue el principal motor siderúrgico de la ciudad a lo largo del siglo XX. Saber más… WIKIPEDIA.

En la mañana del 31 de julio pudo ver en Lugones la Industrial Asturiana y la fábrica "Santa Bárbara", manifestando su extrañeza por el mal estado de la carretera que unía esta localidad con Avilés y por la tarde, entre banquetes y paseos honoríficos se acercó en Gijón a la fábrica de vidrios y la de aceros de Moreda. Al día siguiente salió para Avilés, vio la ciudad y se desplazó hasta San Juan de Nieva para embarcarse en un remolcador con el que bordeó la playa de Salinas hasta llegar a Arnao donde comió antes de ver los departamentos y talleres de la Real Compañía Asturiana. Finalmente, el día 2 de agosto llegó a Mieres, que en aquel momento estaba considerada como uno de los grandes establecimientos industriales de España. Según las crónicas periodísticas, fue recibido a media mañana en la estación de la villa por el personal técnico de la Fábrica encabezado por el doctor Van Straalem y don Ernesto Guilhou, hijo del fundador y entonces presidente de la sociedad que también explotaba las principales minas de carbón de la zona. 
Ernesto Guilhou. (Archivo del Blog)
Desde allí fue conducido hasta las instalaciones en un tren de la casa por un trayecto, que como era habitual en estos casos, estaba adornado por artísticos arcos de follaje e inscripciones alusivas a la visita. Al paso de la comitiva tocó la Banda municipal y los obreros hicieron estallar bombas de gran calibre para anunciar el acontecimiento. Ya en los talleres, el general presenció las operaciones de forja, colada y laminación efectuadas por las máquinas más modernas movidas a vapor y con una precisión y limpieza admirables. A continuación, el mismo tren engalanado lo trasladó hasta la mina Baltasara, donde entró provisto de la correspondiente lámpara de seguridad junto a los ingenieros. De allí pasó a los lavaderos y cribaderos del mineral, acompañado en esta expedición por la marquesa de Villaviciosa de Asturias y doña Marta Guilhou. Antes del almuerzo, que se sirvió a las once y media en la casa de los empresarios, varios repatriados asturianos pudieron acercarse para presentarle una instancia suplicando el abono de los haberes que aún se les adeudan por la campaña de Cuba, logrando la promesa de que no iba a tardar en satisfacer "deuda tan sagrada".
Por el detallado relato que hizo de la jornada el diario conservador La Época sabemos que en el comedor ocuparon la presidencia los marqueses de Villaviciosa y estuvieron presentes los otros miembros de la familia, junto a Teresita Bernaldo de Quirós, Carmen Pidal, varios generales, ingenieros, políticos de nota y el gobernador de la provincia. También, que la sala se hallaba profusamente adornada con plantas, banderas españolas y castilletes formados con atributos de la industria minera y la mesa, de extremo a extremo, con un macizo de dalias, claveles, rosas y hortensias. En cuanto al brindis, al destaparse el champagne fue el marqués de Villaviciosa quien dirigió unas elocuentes palabras saludando al general como legítima esperanza de la Patria, diciéndole que al igual que él le ofrecía su casa, la tierra asturiana también se le ofrecía del mismo modo. 

Valeriano Weyler 1930 general. Hoja de revista. Ver enlace… Todocolección.

Por su parte Weyler, antes de regresar en el tren correo para Madrid, manifestó que había quedado muy satisfecho de su visita a esta tierra cuyos hijos le habían ayudado incondicionalmente en Cuba a batir la insurrección y cuya prosperidad, en la que cifraba gran parte del engrandecimiento de la Patria, se complacía en enaltecer. Valeriano Weyler falleció en 1930 y es todavía una de las figuras más controvertidas de la historia militar española, con actuaciones que parecen tan contradictorias como la represión de la Semana Trágica de Barcelona en 1909 y su participación en la Sanjuanada contra la dictadura de Primo de Rivera. No podemos juzgarlo en una página de periódico. Solo reseñar que -como otros muchos personajes- pasó por aquí cuando visitar Mieres era imprescindible.

FALLECIMIENTO GENERAL WEYLER. Madrid, 21-10-1930.- Capilla ardiente del general Valeriano Weyler. EFE. Ver enlace… EFE.

FUENTE: ERNESTO BURGOS-HISTORIADOR. Publicado por La Nueva España el 12-05-2015. Ver enlace.
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AUTORES.

Ernesto Burgos Fernández (historiador). Nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo, éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara (2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011). Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España, donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100 años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”

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1 comentario:

  1. Weyler fue un extraordinario militar, político y ciudadano. Un general liberal en tiempos de militares golpistas. Y no inventó ningún campo de concentración, pues lo que hizo fue aplicar las tácticas que los propios insurrectos cubanos propiciaron y que ya habían sido utilizadas por los norteamericanos en su Guerra anterior y posteriormente los ingleses, americanos y cuantos conflictos tenían la misma naturaleza. Su leyenda negra es falsa, pues Weyler fue víctima de la 1ª campaña de prensa amarilla. Los norteamericanos querían Cuba a toda costa, y no dudaron en difamar a quien hiciese falta -a toda España, con Weyler- con tal de conseguirlo. Todos los historiadores serios que han estudiado su vida y obra coinciden: un hombre honrado y buen profesional que solo cumplió con su deber y lo que los Gobiernos legalmente constituidos le ordenaron. No como otros de infausto recuerdo para nuestra Patria.

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