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8 de marzo de 2024

La historia de la minería, también en femenino (8 de marzo día de la mujer)

Mujeres mineras
Ilustración del libro 'carboneras', que retrata la vida de las mujeres de las cuencas mineras de Asturias.  Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.  Fuente: El Español. 
En Asturias, al igual que en todas las minas de Europa, hubo siempre cientos de mujeres mineras (o carboneras, por nombre más conocido) trabajando en todas las actividades relacionadas con el carbón, tanto en el exterior como en el interior de la mina
Carboneras en el Valle del Nalón. ©Valentin Vega. Archivo Histórico Minero (AHM). El Valle de Turón.
Y lo cierto es que la historia de la minería asturiana de los últimos ciento cincuenta años es también una historia en femenino: la historia de nuestras abuelas, de nuestras madres, de nuestras vecinas. La historia de nuestro último siglo y medio de existencia, Nuestra propia historia.
Dicen que les carboneres que tienen mui mala nota.
iCarbonera ye la mia y nun la cambio por otra!
¿Que podía hacer hasta mediados del siglo XIX un aldeano asturiano, con una economía casi sólo de subsistencia y trueque. para ganar algunos reales que le permitieran comprar un trozo de tierra, una vaca, unos zapatos? Muy poca cosa, salvo emigrar, hasta que empezaron a explotarse las minas. ¿Y qué podía hacer una mujer? Menos aún, salvo arrancárselo a los hombres, por matrimonio o como pudiera, como enseguida supo Paula, la madre del magistral Fermín de Pas, de quien Clarín nos dice en La Regenta que «hablaba poco y miraba mucho. Despreciaba la pobreza de su casa y vivía con la idea constante de volar..., de volar sobre aquella miseria. Pero ¿cómo? Las alas tenían que ser de oro. ¿Dónde estaba el oro? Ella no podía bajar a la mina ...»
Ilustración del libro 'carboneras', que retrata la vida de las mujeres de las cuencas mineras de Asturias.  Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.  Fuente: El Español. 
En su Matalerejo tal vez no, pero en la Asturias de mediados del XIX sí que hubiera podido, como ya lo estaban haciendo muchas mujeres en las minas de toda Europa. Mujeres niñas como las que en Inglaterra trabajaban «sacando los carbones por tubos a lo largo de galerías por medio de una correa y una cadena que pasan alrededor de su cintura y que después de algún tiempo se vuelven jibosas y deformadas», como denuncia Carleton Smith en 1833. Como esa joven Vagonera de Borain bajando al pozo del pintor belga C. Meunier. Como Catherine Maheu y las otras mujeres que en las minas francesas de Montsou alimentaban cada día con su trabajo y sus vidas «Ia boca enorme, el estómago siempre hambriento, los insaciables intestinos» de La Voreux y de una Revolución Industrial «capaz de tragarse y de digerir de una sola vez a todo un pueblo», como leemos en el Germinal de Zola. Mujeres como las que en Mieres, en Turón, en Lena, en Langreo, en Aller, en Laviana empezaron buscando en el carbón sólo un dinero ocasional (al igual que los hombres) y que trabajaban muy esporádicamente, sólo cuando había una repentina demanda de carbón por parte de las empresas (como ocurrió durante la paralización de la siderurgia vasca durante la tercera Guerra Carlista) pero que pronto se convirtieron (al igual que los hombres) en auténtico proletariado minero que tuvo que ir renunciando poco a poco a los modos de vida tradicionales para adaptarse a nuevos modos de vida y vivienda en tomo a bocaminas y pozos
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
Mujeres que, con frecuencia (excepto para las tareas que requerían especial fuerza física) los empresarios preferían incluso a los hombres, por diversas razones: porque no perdían jornales ni andaban a navajazos ni bebían (salvo excepciones, como la de la madre de la Marianela de Galdós, a quien precisamente despidieron de las minas de hierro de Socartes por emborracharse); porque si venía una época de crisis, eran mano de obra de la que podían prescindir sin problemas y sin que las recién nacidas organizaciones obreras le dieran al hecho ninguna importancia; y además (sobre todo) porque aunque una mujer rindiera exactamente lo mismo que el hombre que trabajaba a su lado, cobraba solo la mitad. En 1883 trabajaban en las minas asturianas de hulla 616 mujeres, a las que se fueron sumando muchos otros cientos y miles a lo largo del siglo XX. Mujeres cuyo pequeño nombre negro ha ido quedando enterrado por el derrabe de la épica de las gestas mineras masculinas y a quienes apenas si recuerdan hoy (en palabras de A. Camus) las flautas anónimas de nuestro pueblo:
El primer besu que dí
fue a una neña del Fondon,
como taba trabayando,
tou me Ilenó de carbón.
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
Mujeres como Rosaura o Florenta...

  • Rosaura, la madre de Rosina, que bajaba cada día con sus dos hermanas desde Prau Reondu a La Mariana para cargar los vagones en la galería, a pie de rampa, y sacarlos con los bueyes hasta el descargadero. 
  • La tía Florenta, que bajaba dos viajes diarios desde el quince de Mariana hasta Fábrica de Mieres con el carro del país y siempre fumando y cantando, haciendo crujir los ejes de la noche, par aquellos montes
  • Fina, que cuando la «huelgona» de 1962 bajó con las otras mujeres de Brañanoveles a tirar piedras a los esquiroles y fue despedida por el Gabinete Negro de Fábrica de Mieres junto con otros más de seiscientos mineros. 
Mujeres que entraban a trabajar a la mina todos los días y que si nunca bajaron a los pozos, como las de Germinal o Borain, fue por la sencilla razón de que en Asturias no habían abierto pozos todavía. Mujeres que, poco a poco, y debido a la presión social y las denuncias de las organizaciones obreras y a las sucesivas leyes prohibiendo «todo trabajo subterráneo en el interior de las minas a los menores de dieciséis años y a las mujeres, cualquiera que sea su edad» (según leemos en el Reglamento de Minas, todavía en 1912), tendrán que ir abandonando cualquier labor de interior. 
Recreación de empresario minero. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
A los empresarios esas prohibiciones les daban igual, a estas alturas. Las que se referían a los niños, porque se las saltaban; y las que afectaban a las mujeres, porque desde finales del XIX las empresas habían empezado a lavar y escoger todo el carbón para hacerlo mas competitivo y no había ninguna razón para que ellos se enfrentaran a las denuncias de la OIT, al vocerío de la prensa e incluso a la propia Iglesia Católica y el pensamiento rerum novarum de León XIII cuando, de todos modos, alguien tenía que hacer las labores de exterior. Oficialmente, según Datos para el estudio de la cuestión social de Femando García Arenal, a finales del XIX «las mujeres trabajan en la cuenca minera sólo en el exterior, ocupándose en el lavado y carga de vagones. Ganan 1,05pts, y por este precio trabajan en los lavaderos» toda la noche, «en algunos como regla y en otros sólo en las épocas en que hay mucha demanda de carbón: alternan en el trabajo de día y de noche pero sin recibir aumento en el último caso. EI salario es la mitad que el de los hombres y menor que el de los chicos que ganan de 1,25 á 1,50». 
Carboneras en un centro de trabajo. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
O Paula, o Raquel...
No, aunque Paula hubiera podido bajar a la mina, nunca se hubiera hecho rica ni hubiera podido «volar». Ni en Asturias ni en ninguna otra parte. Ni en aquellos años ni en las décadas posteriores. Y ni en las minas de carbón ni en las de cobre o hierro o mercurio, en las que también trabajaron cientos de mujeres. Y ni aunque hubiera ganado diez veces más que un hombre, tampoco. Porque es que, además de escaso, el dinero que las mujeres ganaban no era de verdad suyo, sino (como el trabajo) ocasional, prestado. Porque, dado que las mujeres no tenían entidad social, sino que eran sólo las «hijas de» hasta que «tomaban estado» y se convertían en «esposas» y «madres de», el dinero que pudieran ganar no era más que una parte del montoncito familiar. Aunque luego fueran ellas quien lo administraran, como hacia la Señana con el montoncito de la familia Centeno entre la que malvivía Marianela y que (escribe Galdós) amaba a sus dos hijas y dos hijos mineros par encima de todas las cosas «siempre que se avinieran a trabajar perpetuamente en las minas, a amasar en una sola artesa todos los jornales, a obedecerla ciegamente y a no tener aspiraciones locas, ni afán de lucir galas, ni de casarse antes de tiempo, ni de aprender diabluras ni de aprender sabidurías...»
Marianela imaginada por Cecilio Pla - (1901-09-21). "Creaciones femeninas XIII. Marianela". Blanco y Negro (542). (...). Saber más... WIKIPEDIA.
Los hombres, sí. Los hombres, sí querían, podían irse a vivir solos, en los numerosos cuarteles que se hicieron para ellos, o de pensión. Y podían aprender sabidurías por la noche, en las escuelas para adultos que las empresas pagaban en los pueblos, o en la Escuela de Capataces de Mieres. Las mujeres no. Y ni aunque tuvieran alguna hija mayor y al volver por la noche de trabajar ya no hubiera que hacer lo de casa . Y, de hecho, la primera mujer perita, Raquel Fernández, no terminó su carrera hasta 1973, con un considerable revuelo social y entre chistes del tipo de los que firmaba en ese mismo año un tal Raúl en la revista Hulla de Hunosa, como ese en el que vemos a una minera (¡con casco y collar de perlas y vestido de abundante escote!) y a un minero frente a frente, se supone que ambos trabajando:
-¡Y no olvides que aquí soy la perita!
-iY qué perita, madre mía, cómo para comérsela uno!
Aprendiendo "diabluras". 
Porque no se piense que el trabajo en la cadena de escogido en los lavaderos de carbón era en absoluto fácil
Carbonera en un centro de trabajo. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
AI contrario, «las condiciones higiénicas de esta clase de obreras, reclaman con urgencia, tanto desde el punto de vista moral como físico, el ser sustituidas por otra clase de medios más en armonía con los adelantos modernos; pues en efecto, el escaso jornal que ganan, la naturaleza, especial de sus trabajos, faltas de luz constantemente y llenas de humedad, hacen de esta ocupación la más insalubre y nociva de todos los demás operarios», señalaba a finales del XIX el doctor D. Nicanor Muñiz Prada. Y su situación no mejoró mucho a lo largo del siglo XX. Y además, los hombres podían «aprender» también todas las «diabluras» que quisieran. Las mujeres, en cambio, tenían que ser «formales» o pagar muy caras las consecuencias, en una sociedad que (a diferencia de la campesina y artesana tradicional, en la que ellas cumplían una función social prominente), las destinaba ahora casi exclusivamente a la cría, cuidado y mantenimiento de la prole y las hacía depender económica y psicológicamente del salario y la protección del hombre
Nicanor Muñiz-Prada junto a su esposa y su hijo el párroco Don Jesús el día de su toma de posesión. (…). Nicanor Muñiz-Prada (1851-1927), oriundo de Proaza, una vez terminados sus estudios de medicina en Madrid, en el año 1872 es nombrado médico titular del Ayuntamiento de Mieres donde ejerció toda su vida. (…). Foto Archivo.
Así, las mujeres normalmente trabajaban en la fábrica o la mina sólo hasta que se casaban. Luego, aunque por las noches o de madrugada o cuando las dejaban sus ocupaciones familiares siguieran «buscando la peseta» como costureras o lavanderas, tenían que renunciar a cualquier trabajo que las alejara más de diez minutos de la vigilancia del carbón de la cocina donde se estaba haciendo la comida y que supusiera un obstáculo para su destino social de «madres» y «esposas». Por razones de tipo moral, ya que «si bien hay algunas que resisten todo género de tentaciones y malos ejemplos, otras no pueden conservar su virtud expuesta a la continua lucha y constantes peligros que por todas partes las rodean», pero también (sobre todo) por razones prácticas, puesto que, sumando a esa jornada de doce horas en el exterior de la mina el trabajo del hogar, «las pobres mujeres casadas agotan sus fuerzas, envejecen rápidamente y no pueden llenar como es debido su misión en la familia», continúa diciendo en su informe el hijo de Concepción Arenal.
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
Duras condiciones laborales.

Los sindicatos, que desde su aparición han hecho del trabajo de las mujeres y los niños una de sus puntas de lanza reivindicativas, siguen tratando de redimirlas. Manuel Llaneza en La Aurora Social dedica las siguientes palabras a una joven y extenuada y huérfana pizarrera: «¡No llores más! Seca tus lágrimas, y ven a luchar por tu libertad, ven a luchar con tus hermanos que como tú sufren el yugo de la explotación y todos unidos implantaremos otra sociedad más equitativa en donde para tí, débil ser, serán los aromas de las flores, y los encantos de Ia naturaleza». No pudo ser. En 1914 Europa entra en guerra y la demanda de carbón asturiano (a falta del belga, inglés y francés) arranca de nuevo a las mujeres de los encantos de la naturaleza para llevarlas otra vez a los dominios de Plutón. 
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
Ellas vuelven a trabajar con los hombres a las minas un mínimo de doce horas diarias y un máximo que dependía de cuando saliera el último vagón cargado del mineral que tenían que lavar. Todas ellas fueron:
  • "Mujeres que tienen que ganarse su medio jornal en un ambiente tan embrutecedor para ellas como para los hombres, aunque mucho mas difícil de sobrellevar en el caso femenino, aI alejarlas ese embrutecimiento de una estima social que para los mineros ya era escasa".
  • "Mujeres que tienen que ir y venir y trabajar siempre en grupo y con un vigilante especial que las defienda de las agresiones de sus propios compañeros y que, desde luego, si trabajan en las minas es porque no tienen ningún otro lugar a donde ir. Y sólo el tiempo indispensable, desde los trece años hasta que se casaban"
Excepto cuando, casadas o no, son mujeres sin hombre: Viudas, madres solteras, mujeres cuyo compañero es, como el de La carbonera.
...un picador de primera,
el as de la regadera,
que aI montón gana Ia plata
y aI montón la desbarata
por borracho y calavera.
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
  • "Mujeres cargadas de hijos cuyos hombres no entregan nunca «el sobre» con la paga y que «gastan en la hedionda taberna lo que hacía falta en el hogar para un pedazo más de pan» (en palabras de reprensión a los mineros de Manuel Llaneza)"
  • "Mujeres que muchas veces tienen que llevar consigo a sus hijos de pocos meses para poder darles el pecho y que (como las que trabajaban en los años cuarenta en los lavaderos de La Nueva), tienen que trabajar y vigilarlos a la vez, dormidos en el suelo, sobre el aire caliente, viciado, sucio, negro, de las rejillas de los respiraderos"
  • "Mujeres que nunca fueron débiles y que sabían perfectamente que de compasión no se comía".
Carbonerina de Ciaño
que pañes carbón na mina
la tu carina musgada,
ay, qué pena vete ansina.
Carbonera , carbonera,
nun vaigas más a la mina ... 
Rosina. © Montserrat Garnacho. El Valle de Turón.
Rosina, Enriqueta, Lourdines, Alegría ...

  • Mujeres como Rosina, la hija de Rosaura «la del Carboneru», que en 1914, a los dieciséis años, entró en los lavaderos de La Cuadriella para trabajar hasta 1918 y que siempre recordó esos cinco años como los únicos felices de su vida porque «yo, como estaba huérfana y vivía de pensión, como los mineros, salía de trabajar mis doce horas y para mí era la vida, para hacer luego lo que me diera la gana. Pero hasta que me casé». Hasta que se casó con un hombre brutal (recuérdese que las palizas en la noche de bodas y vida en adelante formaron parte durante muchos años del ritual de cortejo y matrimonio de muchos mineros) y se puso a parir y a criar a sus ocho hijos con lo que le pagaban los posaderos que también tuvo que meter en casa
  • Mujeres como Enriqueta, la hermana de Rosina, que, como no se casó porque no le dio la gana y porque los hombres le tenían miedo desde que una vez le pegó una somanta a un maquinista que era un golfo y «se tiraba a las mujeres», siguió trabajando hasta que se jubiló.Y luego, cuando fue a Madrid a solicitar el tercer grado de silicosis por el polvo de los lavaderos, también tuvo que sacudirle la solapa al de la oficina, porque , al decirle lo de la silicosis, como era una mujer, se echó a reír, creyendo que le estaba tomando el pelo. 
Lourdines de Fresnedal (L'Agüeria San Xuan de Mieres). © Montserrat Garnacho. El Valle de Turón. 
  • Mujeres como Lourdines la de Fresneal, que dejó la leche que repartía para entrar de vagonera a los trece años y que los primeros días no podía ni atarse los lazos de las trenzas y tenía que peinarla su madre, de cómo llevaba los brazos de cargar los vagones de veinte toneladas. Y que conserva aún en su retina la catástrofe de 1923 en Baltasara: «Trece muertos, allí quietinos. ¿Y sabes por qué sé yo que era un lunes? Porque, como acababan de entrar, estaban todos con la ropa recién lavada, tan guapos, tan limpios...» 
  • Mujeres como Alegría, que bajaba de Riparape a Llascares todos los días, desde que entró de atropadora en 1914, a los trece años, y a la que en 1923 castigaron no sé cuántos días «por blasfemar y por sacar cantares», al rey y a la reina y a Primo de Ribera, porque pensaban que el dictador iba a subirles el jornal y lo que pasó fue que se lo bajaron quince reales.
Cortejo fúnebre de los 13 fallecidos en la catástrofe minera de 1923 en mina Baltasara (L'Agüeria San Xuan de Mieres), a la altura del cementerio de La belonga en Mieres. Foto Archivo.
Guerra, ideologías y trabajo...
Mujeres que en 1918, al final de la Guerra de Europa y de la época dorada del carbón asturiano, son obligadas a volver a casa o, con suerte, a seguir trabajando en condiciones aún peores que las de antes durante los largos años veinte de dictadura y crisis. Y bajo una mirada social cada vez más hostil, ya que la aparición del cine y las revistas de modas y la renovada presión ideológica de la Iglesia, empeñada en una eficacísima captación de mujeres para la Acción Católica y para todo tipo de actividades sociales ligadas a las prácticas religiosas, está consiguiendo que la palabra mujer se convierta en adjetivo y la palabra minera en su antítesis, de tal modo que quien sea mujer minera no pueda sentirse mujer mujer. A no ser manipulando significados, como hace Sisinio Nevares en EI patrono ejemplar, un estudio realizado en 1935 sobre la obra social del marqués de Comillas en la Hullera Española, en cuyas minas estaba absolutamente prohibido a las mujeres todo tipo de trabajo, ni interior ni exterior: "EI fin perseguido en estas Escuelas del Hogar es preparar a las jóvenes mineras no sólo administrar o dirigir los hogares de sus padres, sino el suyo propio cuando contraigan estado, para que resplandezca el orden, la economía y la higiene necesaria, y su compañero encuentre más comodidad y agrado que en las tabernas y casinos, donde está expuesto al abuso del alcohol, al desamor de la familia, a propagandas orales extremistas".
Recreación de taberna asturiana. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
A lo que estaban expuestos los españoles por esas fechas era a algo mucho peor, como se sabe. Y a partir de 1937 y durante casi dos décadas, la necesidad de carbón y la escasez de hombres vuelve a llenar Asturias de mujeres mineras (ahora se llamarán productoras) para todo tipo de labores de exterior e incluso (sobre todo de 1937 a 1939) para trabajos más o menos subrepticios de interior. 
  • Mujeres asfixiadas socialmente por una clase dominante que acababa de hacer de la lucha contra los mineros una cruzada y que convirtió aI femenino minera en algo definitivamente vergonzante y sucio. 
  • Mujeres que, definitivamente, sólo buscaban su medio jornal en los lavaderos cuando no les quedaba ya donde buscar y que con frecuencia tenían que pagar muy caro el favor que les hacían admitiéndolas y militarizándolas: Viudas de «rojos»; solteras con hijos; mujeres con el hombre desaparecido o mutilado o preso en un campo de concentración o de trabajo. 
  • Mujeres de mineros muertos en accidente a quienes se les ofrecía el medio jornal a cambio de la paga de viudedad, más miserable aún; mujeres que nunca se rebelaron porque no podían ser tan ingratas con quienes les habían hecho la caridad de meterlas a trabajar, ni participaban casi nunca en nuestras gloriosas huelgas mineras porque a donde podrían ir, con los hijos a su cargo, si las despedían. 
 Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
  • Cientos y cientos de mujeres, vagoneras, lampisteras, aguadoras , pinchas, pizarreras, lavaderas y muchos otros miles trabajando al margen de las empresas, en cualquiera de las innumerables actividades económicas derivadas en aquellos años de la extracción del carbón. 
  • Mujeres como las que vemos en los cuadros y dibujos de Urbina, Valle, Moré, que lo atropaban piedra a piedra, «a mandilaos », por escombreras y descargaderos hasta llenar los sacos que luego vendían por las casas o en los depósitos de los carboneros; como las que lo sacaban de los «trabancos» del rio «a cestaos», de lo que se arrojaban los lavaderos, para LLevarlo pingando sobre la cabeza a las enormes balsas y luego pisarlo, a veces con las natas negras hasta la cintura, para que soltara bien el agua; como las que entraban por las noches a picar carbón en el mismo frente en el que los hombres picaban de día, o abrían y entibaban diez, quince, veinte metros de calicata en cualquier lugar del monte donde vieran que el carbón «afloraba»; como las que iban todos los días a la cinta de escogido para llenar los sacos de los «vales» y luego repartirlos por las casas, monte arriba y monte abajo, como hacia Amalia la de Rozaes, en El Barreo...
Olvido la del cestu. © Monserrat Garnacho. El Valle de Turón.
Olvido la minera y tantas más...
  • Mujeres como Olvido la minera, que estuvo picando ocho años en las minas de Fabero, entre 1962 y 1970 porque cuando su marido enfermó fue a pedirle al dueño de la mina que la dejara trabajar por él y el otro le contestó que «si me sacas lo mismo, a mí que me importa quién lo pique» (aunque, claro, con los papeles a nombre del marido, porque ella no podía figurar ni para cobrar ni para nada) y que «rompió aguas» a las doce de la mañana, picando, y a las tres de la tarde ya había parido su sexto hijo, que por poco lo pare entre el carbón... 
  • María la polaina.
  • Faela la francesa.
  • Ángeles la pulguina.
  • Nieves y Sagrario las de Cuarteles.
  • Leontina la de Santa Rosa.
  • Gelina la pesquera.
  • Malia y Encarna, las de Rozaes de Bazuelo. 
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
  • Marcelina la lampistera, que también tuvo que pegarle una somanta al vigilante por abusar de Rosa la tontina, y eso que eran primos. 
  • Flora la de Tablao, muerta en un derrabe una noche que habían ido todas juntas a robar carbón al quince. 
  • Inés y Fela, las de Tres Amigos
  • Daniela la matona.
  • Amparo y su hermana. 
  • Ángeles la nena, que hacía dos horas y media de camino desde Casorvía a los lavaderos y otro tanto de vuelta.
  • Pilarona, que la despidieron de Nicolasa porque sí se quedó en huelga. 
  • Divina calicates, que abrió ella más metros de galería que túneles el tren. 
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
  • María la tarambana, que llegaba y se sentaba siempre a la puerta de casa a «echar el pitín» y primero estaba dos horas escogiendo las hebras de tabaco de entre los botones y los hilos que sacaba del bolso del mandil y echando cagamentos. 
  • Olvido la del cestu, que era ramplera, vagonera caballista, lavadera y pizarrera, todo a la vez, en la Carmona y en los lavaderos de Cuestavil y que murió reventada, silicosa. 
  • Pilar la de Romería y Nati la de Navaliego, que en vez de vagoneras eran cesteras, porque sacaban de la galería el carbón «a cestaos».
  • Pacitona, que levantaba un yunque como si nada y que tenía una mula listísima y Ie decían siempre a su madre «¡vaya mula más lista que tien Pacitona, eh!» y contestaba ella « ¡sí, pa lista la mula, pero pa fuerza, la mi fía!». 
  • Ramona la anisina, a la que también despidieron por beber. 
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
  • Ramonina la de Ujo, que no pudo casarse con el novio, después de cuatro años, porque no podía dejar de trabajar hasta no sacar adelante a los hermanos, porque eran huérfanos y él ni quería que ella trabajara ni quería esperar más. de morirse, a las puertas del siglo XXI, a los ciento tres años de mina... 
  • Lola la carbonera, que nació en 1895 y se retiró en el 1965 y que falleció a las puertas del siglo XXI, a los ciento tres años, muchos de mina...
Aunque estoy en la cadena
escogiendo la pizarra
no tengo mancha ninguna
que no me la lave el agua.
  • Mujeres de cuerpo encogido, sarmentoso, viejísimo, arracimadas hoy todavía al sol de los parques y para las que las fechas de los libros (1906, 1914, 1917, 1934, 1936, 1941, 1963, 1975, 1984), no significan absolutamente nada, confundidas todas en un hondo amasijo de anécdotas y hambre y sufrimiento nacido de una única larga guerra solitaria, interior. 
  • Mujeres que nunca se sintieron mineras porque era malo serlo y que se escandalizan cuando oyen hablar «del asunto de las mujeres y la mina». 
  • Mujeres que para sobrevivir han tenido que colocarse fuera del alcance de los adjetivos, de los museos, de los libros de historia, de las tesis doctorales, de los planes económicos de las empresas, de las tramas carboneras de los sindicatos.
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del NorteSaber más… WIKIPEDIA.
Mujeres devueltas a su condición femenina
Mujeres que, cuando a finales de los años cincuenta y en los sesenta los lavaderos se centralizan y ellas pueden por fin «ser sustituidas por otra clase de medios más en armonía con los adelantos modernos», como pedía Muñiz Prada ya en 1885, bendicen a Hunosa por devolverlas a su condición femenina: por recolocarlas en servicios de limpieza de economatos, comedores, oficinas; o como recaderas o lavanderas o criadas domésticas de las señoras de los ingenieros y altos cargos; o por enviarlas por fin a los encantos del hogar y los aromas del adjetivo mujer para poder convertirse al fin ellas también en mi señora, aunque siempre bajo estrecha vigilancia para que, en un descuido, no se convirtieran en chupasangres de sueldos, como le ocurrió con la loba con la que se había casado al pobre minero de la canción:
Soy un probe mineru
me duel el decilo,
que con mis esfuerzos
tengo que ganar
el pan pa mis hijos
y pa mi señora
y yo como un esclavu
nun merezco na...
José María Guerra Zunzunegui. Presidente del Instituto Nacional de Industria. Ver enlace.
En Abril de 1973, el entonces presidente de Hunosa, José María Guerra Zunzunegui tiene para Nuestras mujeres ante el reto del progreso los siguientes planes de futuro: «Las mujeres de los mineros han debido luchar en la superficie casi con tanta dureza como sus maridos y sus hijos en las entrañas de la tierra. Pero ahora tienen que batirse en un terreno distinto, no menos difícil y mucho más alentador. Son ellas las encargadas de arrinconar para siempre la antigua e insatisfactoria imagen de los hogares mineros, convirtiéndolos en la expresión de lo que hoy es realmente el minero de Hunosa merced a las conquistas sociales conseguidas con tanto esfuerzo. Que el minero pueda disfrutar de comodidades domésticas, depende en buena medida de la inteligencia, de la sensibilidad y de la habilidad de las mujeres. El progreso propone a las mujeres este gran reto. Yo estoy seguro de que saldrán victoriosas. Los hombres de Hunosa tenemos fe en nuestras mujeres. Ahora corresponde a ellas demostramos que no nos equivocamos». 
El Montepío rinde homenaje al papel de las mujeres en los pozos desde comienzos del siglo pasado, sus imágenes forman parte del calendario para 2019 de la entidad minera | En el exterior de un pozo del valle del Nalón en 1945. Archivo Histórico Minero - Museo del Pueblo de Asturias. Fuente: El Comercio.

No es de extrañar que en 1984, cuando los hombres de Hunosa convocan plazas de ayudantes mineros y ven que entre las solicitudes aparecen las de numerosas mujeres, se sientan traicionados en su fe. "Igual que los entregados dirigentes de CC.OO. y UGT., siempre velando por los intereses de los más débiles y que trataron de frenarlas por todos los medios". Pero el problema era que ahora a esas mujeres les daba igual lo que creyeran o dijeran de ellas ni los periódicos ni los dirigentes obreros ni ese puñado de hombres y mujeres que iban cada día a la boca del pozo a insultarlas y a boicotear su incorporación a un trabajo al que por fin accedían con sueldo entero y pleno derecho legal. El problema era que ahora esas mujeres habían asumido la dignidad femenina del adjetivo mineras. El grave problema, para quienes llevaban tantos siglos prestándole significado a la palabra mujer, era que ahora, por fin, Perséfone se había decidido a reivindicar su derecho a un lugar en ese reino de Plutón al que un día había sido raptada, raptada por la necesidad pero al que, desde entonces, desde que entró por primera vez en una mina y probó con su cuerpo el primer grano de carbón, estaba condenada ya a pertenecer: Ella también.
El Montepío rinde homenaje al papel de las mujeres en los pozos desde comienzos del siglo pasado, sus imágenes forman parte del calendario para 2019 de la entidad minera | Escombrera de Tetuán, Sotrondio, 1948. Archivo Histórico Minero | Museo del Pueblo de Asturias. Fuente: El Comercio.

FUENTE: © Montserrat Garnacho, "Mujeres mineras" in Asturias y la Mina, Ediciones Trea, Gijón, 2000. Saber más... El Valle de Turón.
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NOTA: "EL BLOG DE ACEBEDO"



Las mujeres mineras fueron protagonistas incuestionables en la historia de la minería y de todo lo que las rodeaba.
“Todas y cada una de ellas, son sinónimo de resiliencia y valentía”. El día 8 de marzo se celebran tres cosas: "la voz, el poder y el coraje de todas las mujeres". 
El 8M como día internacional de la mujer fue adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1977. Se toma esta fecha en recordación al 8 de marzo de 1857,cuando 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York fallecen en un incendio mientras se manifestaban en contra de la extensa jornada laboral, los bajos salarios, las precarias condiciones de trabajo y las diferencias que sufrían en comparación a los hombres.
"¡Feliz Día Internacional de la Mujer!".
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AUTORES.

Montserrat Garnacho Escayo (Mieres del Camino, 1952) es una activista de la cultura, cuentacuentos generosa y escritora prolífica, aparte de «callejera» incansable. Tiene una amplia obra publicada, que abarca géneros y temáticas bien diferentes: literatura juvenil – “Maruxes y Xuanes”, “La sal y el formientu”, “El formientu y la sal” (Cuando se presenta la ocasión) – e infantil – “Avisómos una estrella”, “¡Coles tripes na garganta!” – o etnográfica – “Caleyes con oficiu” –. Colaboradora con algunos diarios asturianos, la mina es una de las temáticas recurrentes en su obra – Hombres y carbón, Mujeres mineras–. Como incursión en el mundo del cómic, tiene publicado Constantino Turón, mientras su apego a la tradición oral y a la cultura popular la ha llevado a recoger adivinanzas que circulen por Asturias en boca de todos en el volumen “Y nun ye picardía...” Pero su obra no se agota en estos campos porque tiene, además, escritos guiones para televisor y monólogos, ese género tan asturiano al que ella es a darle un aire y una mirada nueva. Con vocación pedagógica, las obras que oferta a la gente más moza, aúnen siempre el entretenimiento y el aprendizaje, pasando por encima de las trabas que la sociedad de hoy en día pone a la cultura propia y a la letra impresa. A pespunte es una obra muy bien hilvanada, en la que los cuentos tradicionales tornan en obras pequeñas de teatro para que el alumnado sea a representar después de conocer y degustar, igual que se degustar una buena comida. FUENTE: Ediciones Trabe.

“EL VALLE DE TURÓN”. «TURONPEDIA». Quiérase o no, Turón es un territorio. Un paisaje y un paisanaje. Una Historia de alegría, muchos sinsabores y, quizás, demasiadas desilusiones ante tanto olvido. Fuimos mucho y entonces se nos quería, pero cuando vinieron mal dadas pasamos a ser “el paradigma de la reconversión industrial”. Algunos de los numerosos habitantes con que contaba el Valle, se vieron obligados a abandonarlo por imperiosa necesidad de trabajo. Otros, voluntariamente optaron por marcharse mientras algunos decidieron quedarse en la tierra que les vio nacer. Con el único deseo de inmortalizar nuestro pasado, de recordar a aquellos turoneses cuyo pasado estuvo, y en algunos casos aun lo está, ligado a esta tierra nace esta nueva sección que queremos compartir con todos vosotros. Compartir en el más amplio sentido que esta palabra pueda tener. EL VALLE DE TURÓN

Wikipedia, la enciclopedia libre, fue creada el 15 de enero de 2001 como proyecto de edición abierta que pretendía agilizar y flexibilizar el desarrollo de la hoy extinta enciclopedia con revisión por pares Nupedia, y ha crecido continuamente en número de artículos y de ediciones idiomáticas hasta la actualidad. (…). En marzo de 2000 Jimbo Wales creó Nupedia, un proyecto de enciclopedia libre basado en un ambicioso proceso de revisión por pares, diseñado para hacer sus artículos de una calidad comparable a la de las enciclopedias profesionales gracias a la participación de eruditos (principalmente doctorandos y académicos), a los que se proponía colaborar de modo no remunerado. Debido al lento avance del proyecto, el 15 de enero de 2001 se creó un wiki (UseModWiki) vinculado a Nupedia cuya finalidad inicial era agilizar la creación de artículos de forma paralela, antes de que estos pasaran al sistema de revisión por expertos. Existe cierta polémica entre los fundadores de Nupedia sobre quién propuso originalmente la idea de usar un wiki a Jimbo Wales, si Larry Sanger o bien una tercera persona, pero el caso es que el éxito de aquel "pequeño proyecto paralelo" (Wikipedia) acabó eclipsando a Nupedia, que dejó de funcionar en 2003. (...). Seguir leyendo.... Wikipedia.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con El Blog de Acebedo para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores

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Esta página se editó por última vez el 08 de marzo de 2024 a las 06:00 horas.

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