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20 de mayo de 2022

La aparición de los primeros poblados astures (I)

El fin de los tiempos prehistóricos en el territorio de los astures
ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA». Foto archivo
La última etapa prehistórica en el futuro territorio de los astures está marcada por la presencia de monumentos tumulares, construidos con fines funerarios, la aparición de los primeros poblados, y el inicio y desarrollo de la metalurgia, primero del cobre y más tarde del bronce
Dolmen de Santa Cruz en Cangas de Onís. Fuente. ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA». Páginas: de la 8 a la 17. Foto Archivo.

El Blog de Acebedo

Los túmulos aparecen en los comienzos de esta etapa en las tierras del norte y sur de la cordillera Cantábrica, aunque su distribución es muy desigual. Así, mientras que en las provincias de León y Zamora sólo existen unos pocos túmulos, debido a su destrucción en época histórica, en Asturias el número de vestigios dolménicos está próximo al millar, repartidos por todos los ámbitos geográficos, desde las rasas costeras hasta algunos collados de los Picos de Europa. Este hecho es muy importante, pues, por primera vez, la presencia del hombre prehistórico se extiende por todo el territorio, conformando un paisaje humanizado. Las bases económicas de estas sociedades son agropecuarias, siendo la ganadería la actividad principal. La caza y la recolección serán tareas imprescindibles para mantener una alimentación suficiente y segura. 
Dolmen de Corredor MA XV del Monte Areo. Carreño. Asturias. Fuente. ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA». Páginas: de la 8 a la 17. Foto Archivo.

Las tumbas aparecen dispersas en León y Zamora, mientras que en Asturias forman verdaderas necrópolis, en las que a veces se agrupan entre veinte y cincuenta túmulos, como sucede en el Monte Areo (Carreño) o la sierra de Carondio (Allande). La forma arquitectónica y el procedimiento constructivo de tales tumbas son variados, manifestando prácticas funerarias diferentes; en ocasiones, la posibilidad de disponer de canteras determinará la existencia de verdaderos dólmenes. Los ajuares funerarios de ambos territorios son muy sobrios, y están formados por hachas de piedra pulimentada, láminas de sílex, microlitos geométricos y puntas de flecha. Una particularidad de los dólmenes asturianos es la presencia de elementos ornamentales pintados, grabados o piqueteados en las piedras que forman las cámaras, y que está en clara relación con el megalitismo de Galicia y del noreste de Portugal. La mejor expresión de este arte está en el dolmen de Santa Cruz (Cangas de Onís). En el segundo tercio del III milenio a. de C. las sociedades megalíticas de este territorio sufrirán unos cambios notables, especialmente en el sector meridional, con la aparición de los primeros poblados, como el zamorano de Las Cañamonas (San Cristóbal de Entreviñas), que tiene más de medio centenar de fondos de cabaña, y la presencia de útiles fundidos en cobre (hachas planas, leznas y puñales). 
Fíbula de la Campa Torres. Fuente. ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA». Páginas: de la 8 a la 17. Foto Archivo.

La fijación del poblamiento se debió a una economía agropecuaria, basada en gran medida en una cabaña ganadera integrada por bóvidos, cabras, ovejas, caballos y cerdos, que favoreció asimismo el incremento de una producción agrícola principalmente cerealista (trigo, cebada). La existencia de estos asentamientos y de la metalurgia se debió a un importante influjo meridional, pues es en Andalucía, sur y Tajo portugués donde aparecen los primeros testimonios de lo que conocemos como Edad del Cobre. En las tierras de León esta nueva fase histórica está menos acreditada. La primera metalurgia se identifica a través de algunas piezas de cobre, especialmente hachas arcaicas, que datan de la segunda mitad del III milenio a. de C. y que como las zamoranas tienen sus antecedentes en el sur de la Península. En Asturias este periodo guarda una gran semejanza con lo que sucede en León. No hay poblados conocidos y sí se puede asegurar una continuidad de las sociedades megalíticas que en un proceso de cambio incorporan a los ajuares funerarios algunas piezas metálicas. El testimonio metálico más antiguo de la región data de los últimos siglos del III milenio a. de C., y es una hachita de cobre hallada en un pequeño túmulo localizado en Cuchucaba (Lena). Parece cierto que la abundancia de mineral cuprífero en esta tierra, como en el norte de León, constituyó un impulso para la adquisición de las técnicas de fusión y moldeado de metales.
Hacha pulimentada procedente de la necrópolis megalítica de Monte Areo. Fuente. ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA». Páginas: de la 8 a la 17. Foto Archivo.

A partir del año 2000 a. de C. se desarrolla un nuevo fenómeno cultural conocido como Campaniforme, caracterizado por la gran calidad de las cerámicas y la metalurgia (armas de cobre y joyas de oro), que aparecen en ricos ajuares de enterramientos individuales en fosa. Esta cultura está muy bien representada en las campiñas de Valladolid, donde se asocia a las novedades sociales provocadas por la expansión del arado y el aprovecha-miento más intenso de la cabaña ganadera. Sin embargo, en el futuro solar de los astures el mundo campaniforme aparece diluido y limitado a algunas puntas de lanza de cobre. Las sociedades metalúrgicas de Asturias, León y Zamora se documentan principalmente por los hallazgos de objetos de metal y algunas sepulturas, así como por los restos de trabajos mineros. En los primeros tiempos de la Edad del Bronce estas comunidades mantendrán la tradición campaniforme, con influencias de artesanías metálicas atlánticas (islas Británicas, Bretaña y oeste de Francia). Ejemplos de ello son ciertas armas como las alabardas de Carrapatas y alhajas de oro como las lúnulas de tipo irlandés, y los brazaletes, anillos y gargantillas de tiras recortadas que se encuentran tanto en Portugal, Galicia y Asturias como en Bretaña y occidente de Francia. Armas de elocuente parentesco con los puñales y espadas de la Europa atlántica de los siglos XVIII al XVI a. de C. aparecen en Asturias y León. 
Fragmentos de la diadema de Moñes. Piloña. Asturias. Fuente. ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA». Páginas: de la 8 a la 17. Foto Archivo.

La imagen de estas mismas armas sé esculpe en la roca, seguramente acompañando la inhumación individual de algún notable, como sucede en Peña Tú (Llanes), Tabuyo del Monte (León) y el Collado de Sejos (Cantabria). Esta circunstancia documenta los cambios sociales y culturales operados durante el Bronce Antiguo, después de que la relativa uniformidad social de las poblaciones megalíticas se viera sustituida por la presencia de grupos distinguidos, algunos de cuyos miembros proclaman su posición a través de los ajuares mortuorios y las tumbas, que siguen erigiéndose en las mismas necrópolis megalíticas. El atlantismo del Bronce Antiguo es inseparable de la riqueza cuprífera de Asturias y León. Sin minas como las asturianas de la sierra del Aramo (Riosa) y El Milagro (Onís), y la leonesa de La Profunda (Cármenes), no resultaría comprensible la existencia de un comercio y la presencia de materíales de claro acento europeo. En las centurias siguientes las relaciones atlánticas y la capacidad innovadora del Bronce Antiguo decaerán sensiblemente. Pese a evidentes mejoras técnicas, como las aleaciones de bronce, lo más característico en el tercio central del II milenio será la repetición de las producciones metálicas anteriores (especialmente hachas planas), resultado de una época de aislamiento. De todas maneras, algunos objetos de esta época indican la existencia de relaciones esporádicas, y por vía marítima, con tierras de Bretaña o Normandía. Entre los siglos XI y VIII a. de C. ocurren en Europa una serie de cambios técnicos, económicos y sociales, uno de cuyos motores es la transmisión hacia el centro-oeste del continente de técnicas y conocimientos provenientes de las culturas mediterráneas. 
Recreación de la vida cotidiana alrededor del castro. Museo Arqueológico de Asturias. Libro nº 1, pág. 6 y 7. La Cultura Castreña. Mil años en el castro. ÁNGEL VILLA - EDUARDO GARCÍA - MIKI LÓPEZ. La Nueva España. Foto Archivo.
En esta época mejoran los cultivos y los instrumentos agrícolas, y cambian las formas de ocupación del territorio y los poblados. La península Ibérica tendrá un papel importante en la recepción y redistribución de esas novedades hacia el Mediterráneo y la fachada atlántica. En el territorio de los futuros astures los cambios en el Bronce Final, aunque profundos, no son fáciles de establecer. Los rasgos culturales se concretan a partir de la minería y la comercialización del cobre y del trabajo del metal. En ambas vertientes de la cordillera Cantábrica se aprecia una conducta indígena estimulada por su protagonismo en el control del cobre, muy solicitado en los mercados ibéricos y más allá, tanto en las regiones atlánticas como en el Mediterráneo. Esa posición de privilegio permite que las gentes de Cogotas, en el reborde norte de la Meseta y de Asturias, reciban ciertas manufacturas de prestigio. Las espadas llamadas pistiliformes, espléndidamente representadas en el territorio astur-leonés, son un testimonio muy elocuente de las recuperadas relaciones atlánticas. El origen de estas armas proviene de la imitación atlántica de unas espadas que gozaban de gran aceptación en Centroeuropa, y que, bien importadas o simplemente copiadas, compondrán lo más notable del armamento de los metalúrgicos del occidente europeo, desde Francia a las islas Británicas o Portugal. En el siglo VIII a. de C. se aprecia un contraste grande con el mundo precedente, especialmente en el ámbito zamorano- leonés, vinculado con acontecimientos ocurridos en la cuenca media del Duero. 
El Castro de Coaña según recreación de Antonio García y Bellido, 1942. Primera versión de la celebérrima anaparástasis del poblado protohistórico incluida en la obra clásica “Urbanística de las grandes ciudades del mundo antiguo”, recientemente reeditada bajo la supervisión del profesor Manuel Bendala Galán. Saber más… Texto: Castros de Asturias. Ver enlace…. Imagen: Liga Celta de Asturias.
Aparecen poblados permanentes de campesinos, con casas de piedra y adobe, protegidos con fortificaciones de adobe y estacas (como en Soto de Medinilla, Valladolid). El cambio cultural afecta a elementos tan característicos como la cerámica e incluso al ritual funerario, pues frente al rito inhumador anterior se adopta ahora la incineración. Estas gentes llamadas del Soto mantendrán una fuerte vocación metalúrgica durante la última etapa del Bronce Final atlántico. Si en la Meseta se produce la vinculación poblado y Objetos metálicos, en Asturias serán estos últimos los que nos informen de la actividad humana hasta el siglo VI a. de C. Aquí la población, instalada en hábitats precarios, dependiente básicamente de la ganadería, tendrá de nuevo en el cobre la posibilidad de participar en las redes mercantiles y culturales de fines de la Edad del Bronce. De sus poblados, al contrario que sus vecinos meseteños (los de tipo Soto alcanzan hasta el norte de León), nada se sabe. La comunidad de las situaciones culturales entre las dos vertientes de la cordillera Cantábrica se manifiesta tanto en la producción y recepción de objetos metálicos como en el dominio de técnicas y formas nuevas. 
Tierra astur. El mapa de los astures fue conformado en época romana por las fronteras que marcan tres ríos. Al Este el Sella; al Oeste, el Navia, y por el Sur el Esla, el antiguo río Astura que da nombre al pueblo astur. Y al Norte, el mar Cantábrico. Entre los tres ríos suman 512 kilómetros de longitud y una cuenca hidrográfica global de 20.000 kilómetros cuadrados. El Esla es el afluente más caudaloso del río Duero. Libro nº 1, pág. 17. La Cultura Castreña. Mil años en el castro. ÁNGEL VILLA - EDUARDO GARCÍA - MIKI LÓPEZ. La Nueva España. Foto Archivo.
En esta época, junto a instrumentos típicos del Soto como las hachas de apéndices, extendidas por León, norte de Zamora, Palencia y Asturias, y las clásicas hachas de talón y doble anilla, aparece de nuevo el tono atlántico en el armamento, en útiles como las hachas de tubo y en objetos llamativos como los calderos de bronce o los ganchos de carne. En los siglos VII y VI a. de C. la disimetría entre los agricultores de Soto de Medinilla (el Soto de Medinilla es un yacimiento de la Edad del Hierro que se encuentra situado en uno de los meandros del río Pisuerga a su paso por el término de la ciudad de Valladolid) y sus contemporáneos montañeses es acentuada. Mientras que en Asturias algunas armas notables, como los puñales de antenas de Sobrefoz (Ponga) o Penácaros (Boal), reflejan en esos siglos el fin de la producción armamentista atlántica, en las tierras zamorano- leonesas se verifica la continuidad del mundo del Soto. Estos últimos, con lazos comprensibles con las gentes del noroeste ibérico y de la cuenca media del Duero, serán los antecesores de los astures cismontanos; mientras, los astures transmontanos, en su concreción arqueológica, aún permanecen envueltos en la bruma.
Mapa de localización de algunas de las joyas castreñas asturianas. Libro nº 1, págs.10 y 11. La Cultura Castreña. Mil años en el castro. ÁNGEL VILLA - EDUARDO GARCÍA - MIKI LÓPEZ. La Nueva España. Foto Archivo.
FUENTE: ASTURES «GRAN ENCICLOPEDIA ASTURIANA - 1995». Páginas: de la 8 a la 17. Transcripción: El Blog de Acebedo.
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  • Coordinación: Fernando Gil Sendino - M.ª Paz García Quirós.
  • Redactor del texto: Joaquín López Álvarez.
  • Fotografías: Astur Paredes, A. Corral, Estudio Santy, Imagen M.A.S., Lorenzo Arias Páramo, Marcos Morilla/Kike Llamas, Foat (cortesía de la Consejería de Educación, Cultura, Deportes y Juventud del Principado de Asturias), Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Museo de León, Museo Provincial de Lugo, Servicio de fotografía del Museo Arqueológico Nacional, Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, Museo de Zamora, Jorge Camino Mayor, Elías Carrocera Fernández, Miguel Ángel de Blas Cortina, Equipo arqueológico del parque arqueológico-natural de la Campa Torres, Equipo arqueológico de Cimadevilla, Paloma García Díaz, Alicia Perea Caveda, José Adolfo Rodríguez Asensio, Julio Vidal Encinas.
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AUTORES.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

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