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| 1 de noviembre de 1936, 25 pesetas |
El 27 de diciembre de 1947 una ley promovió la vigencia de la
peseta de 1944, pero con un nuevo diseño: la efigie del jefe de Estado en el anverso
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| 21 de noviembre de 1936, 100 pesetas |
Un grabado con el
busto de Francisco Franco, encargado al prestigioso escultor Mariano Benlliure,
fue el modelo elegido para la fabricación de monedas emitidas con fechas de
1947, 1953 y 1963. A partir de este grabado se fabricaron troqueles adaptando
el bajorrelieve de Benlliure al sistema de acuñación del grabador de la
F.N.M.T., Manuel Marín. La industrialización y
el despegue económico de los años 60 afectaron a la producción de la moneda.
Nuevas aleaciones y maquinaria de calidad abastecían el mercado de la moneda
necesaria, cada vez más económica y mejor acabada.
Las enormes cantidades
de moneda fraccionaria en circulación transmitían una imagen desmesurada y
antigua de Francisco Franco, que en 1966 contaba con 74 años. El escultor Juan
de Avalos realizó la nueva estampa, más actual, que sustituiría el anverso
original de Mariano Benlliure. Avalos, miembro de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando, había realizada muchas obras de encargo público y había
sido galardonado en numerosas exposiciones de carácter universal. El resultado
de su trabajo culminó con la acuñación de la moneda que entró en circulación el
1 de mayo de 1967.
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| 18 de julio de 1937, 100 pesetas |
La muerte de Francisco
Franco trajo consigo nuevos cambios en el sistema gubernamental. La institución
monárquica corona al nuevo soberano español, D. Juan Carlos I. El regreso a la
monarquía permitió recuperar las antiguas pautas de acuñación de las monedas
borbónicas, retomando en el anverso la efigie del rey como símbolo de
distinción. La peseta creada por ley el 28 de diciembre de 1966, durante la
jefatura de Francisco Franco, fue renovada con todas las características
excepto la imagen del anverso, que se cambió por la del Rey Juan Carlos I,
según Real Orden de 19 de diciembre de 1975. Con la elección de España como
sede del Campeonato Mundial de Fútbol en 1980 se introdujo una novedad
importante en la moneda española. Se decidió, siguiendo
el ejemplo de otros países, renovar su tradicional diseño con nuevos elementos
que sirvieron para anunciar el acontecimiento deportivo. Entre 1980 y 1982, el
reverso de todas las monedas se llenó de símbolos alusivos al campeonato España
82, en lugar del escudo nacional. El retrato del monarca fue elaborado por
Marín Gimeno y grabado por Francisco Martínez Tornero, autor también del
grabado del reverso. En enero de 1997 las monedas destinadas a anunciar y
promocionar el acontecimiento deportivo fueron retiradas de la circulación.
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| 18 de julio de 1937, 1.000 pesetas |
En 1980 comenzó una
etapa de reformas que culminaría diez años más tarde en el actual sistema
monetario, basado en la moneda metálica. Los grandes módulos de níquel y cobre,
inalterados desde 1944, se habían quedado obsoletos debido a los aumentos de
precio de los metales, los costes de fabricación y las sucesivas devaluaciones.
La Comisión para el Estudio de Moneda Metálica analizó la problemática de las
monedas antiguas en circulación y publicó un informe en noviembre de 1981 con
las modificaciones formales del sistema. La aleación de la nueva moneda de 1
peseta se sustituyó en 1982. El aluminio ocupó el lugar del cobre dando una
nueva vigencia a la unidad del sistema monetario español. Este modelo, aprobado
por Real Decreto de 14 de mayo de 1982, sustituyó al anterior suprimiendo la
estrella de 6 puntas y grabando en su lugar la antigua M coronada. En 1989 las
bases definitivas del nuevo sistema quedaron finalmente definidas como las de
un sistema escalonado en tamaños, formas y colores, inconfundible al tacto y diferenciador entre piezas. El sistema
de colores alternados blanco-amarillo-blanco facilitaba la identificación de
cada uno de los valores. El primer paso de la reforma definitiva se produjo en
1989 con la aprobación por Decreto Ley de esta pieza, mucho más pequeña y con
nuevas características de peso, aleación y forma. El grabado de Luis Antonio
García Ruiz expone todos los datos que debe contener la moneda actual,
resolviendo el problema de espacio de una de las monedas más pequeñas del
mundo, conocida popularmente como la “lenteja”. El 1 de enero de 1997, una ley
puso fin al amontonamiento de piezas antiguas acumuladas durante 33 años. Las
piezas de grandes módulos y de leyes de 1944 y 1987 perdían su valor e
iniciaban una nueva etapa adecuada al cambio y pago.
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| 20 de mayo de 1938, 100 pesetas |
Historia de los Billetes de España
La aparición del papel
moneda se basa en la creencia general de los hombres de que unos trozos de
papel, en condiciones específicas y cumpliendo ciertos requisitos, representan
el valor de las cosas. Los primeros billetes comenzaron siendo una promesa de
pago, realizada por instituciones reconocidas legalmente por los Estados
(Bancos). A pesar de que los antecedentes del papel moneda, situados en los
comienzos de la Edad Moderna, son hispánicos, según afirman expertos en
notafilia, el billete de banco propiamente dicho aparece en España con cierto
retraso. Cuando en nuestro país no se emiten billetes, por el Banco de San Carlos
hasta el 1 de marzo de 1783, el Banco de Estocolmo ya había lanzado su primera
emisión en 1656. Desde estos primeros billetes a nuestros días se ha recorrido
un largo camino y una marcada metamorfosis, sufriendo una evolución tanto
técnica, para evitar falsificaciones, como monetaria, pasando de simples
promesas de pago a moneda “contante y sonante". La aparición de la
moneda hizo que la sociedad de trueque se convirtiera en una sociedad
monetaria. Con la aparición del papel moneda pasamos de una economía monetaria
a una economía fiduciaria, es decir, basada en la confianza del portador de los
billetes en que el Estado le reintegrará en metal esa cantidad.
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| República Española. Año 1938, 2 pesetas |
Antecedentes del papel moneda en España. Los Vales Reales
Los vales reales,
emitidos con la autorización de Carlos III, a propuesta de Francisco Cabarrús
el 20 de septiembre de 1780, son el primer papel moneda conocido en España. Hace
más de doscientos años, en abril de 1779. España y Francia decidieron apoyar
las colonias americanas sublevadas y declarar la guerra a Inglaterra. Los
gastos de la contienda tuvieron importantes repercusiones en nuestra economía,
repercusiones que se vieron agravadas ante la difícil llegada de los metales
preciosos a España debido al bloqueo ejercido por la flota inglesa. Esta
situación obligó a aceptar el proyecto de un grupo de banqueros extranjeros (dirigidos
por Cabarrús) para emitir los vales reales, que pasaron así a ser el primer
papel moneda del país y su valor venía dado en pesos, principalmente. Estos
vales reales poseían el doble carácter de títulos de la renta -eran
amortizables en 20 años y rentaban un 4% de intereses-. Tenían poder
liberatorio para el pago de impuestos y contribuciones, eran endosables y se
admitían en el comercio como moneda efectiva.
A pesar de todos estos usos aún
no tenían carácter fiduciario, ya que estaba prohibido utilizarlos como pago de
sueldo y pensiones, y los labradores, artesanos y pequeños comerciantes no
estaban obligados a aceptarlos como pago. La primera emisión fue de 9.900.000
pesos. La contienda con Inglaterra por las colonias americanas obligó a
realizar nuevas emisiones de vales reales, por lo que el Marqués de
Floridablanca propuso la recogida de los mismos para evitar su devaluación
aunque no se pudieron recoger más del 8% del total de los vales emitidos, lo
que hizo que éstos se devaluaran en más del 75% de su valor. A pesar del
fracaso como precedente del papel moneda, los vales reales tuvieron un
importante papel en la historia de los billetes.
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| 21 de mayo de 1943, 1 peseta |
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| 9 de enero de 1940, 25 pesetas |
De la pluralidad de bancos emisores al Banco de España
El Banco Nacional de
San Carlos. Como consecuencia de la devaluación de los vales reales, el Banco
Nacional de San Carlos fue el primero en obtener el permiso del gobierno para
emitir billetes de banco españoles con el nombre de “cédulas” durante el
periodo de 1782 hasta 1829, y su valor venía dado en “reales de vellón” que era
una de las monedas más utilizadas. El Banco Español de San Femando (1829-1846).
Este banco surgió de la liquidación del Banco de San Carlos. El Banco de San
Femando hizo un uso tan prudente de la emisión de vales que el Gobierno, en una
Real Orden de 6 de enero de 1830, le incitaba a ampliar la emisión de billetes.
El Banco de Isabel II (1844-1847). Debido a la excesiva prudencia del Banco de
San Femando en la emisión de papel moneda, surgió el Banco de Isabel II como un
paréntesis en la historia monetaria española y como antagonista del mencionado
banco. Con el Real Decreto de 25 de febrero de 1847 se ordena la fusión de
ambos bancos bajo el patrocinio del de San Fernando, siendo este último el encargado
de recoger las “cédulas”.
El Banco de San Femando (1847-1856). Como
consecuencia de este Real Decreto surge la segunda etapa del Banco Español de
San Fernando (1847-1856). El diseño del billete es muy distinto al de la
primera época del banco y la moneda más importante continúa siendo el real
(reales de vellón). El Banco de España (1856-1873). Aparición de la peseta como
unidad monetaria (1868). Superada la crisis de 1847-1849, D. Ramón de
Santillán, que regía el Banco Español de San Fernando, intenta potenciar un
único banco para todo el territorio español, pero la reacción del gobierno del
llamado "Bienio Progresista" es justamente la contraria y las
modificaciones hechas a la Ley de 28 de febrero de 1856 dieran como resultado
algo muy distinto a lo esperado por Santillán y el entonces Ministro de Hacienda.
Bruil, estableciéndose en España un sistema de pluralidad bancaria que hizo que
en diversas partes del territorio español surgieran los llamados Bancos de
Provincias, tales como el de Cádiz. Málaga, Bilbao, Barcelona, etc.
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| 9 de enero de 1940, 50 pesetas |
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| 9 de enero de 1940, 100 pesetas |
FUENTE:
NURIA HOYOS Y ROBERTO SERRANO
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