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3 de septiembre de 2017

El paso por Asturias del Gigante aragonés

Coloso a la fuerza
«Hijos de Aragón» Fermín Arrudi, el gigante de Sallent. Saber más… Aragón Cultura.
El paso por las ferias asturianas, entre monstruos y forzudos, de El Gigante Aragonés, un fenómeno de grandes proporciones

«Hijos de Aragón» Fermín Arrudi, el gigante de Sallent. Saber más… Aragón Cultura.

La Nueva España
Cuentan las leyendas del Pirineo que en el funeral de Fermín Arrudi se necesitaron seis hombres fuertes para llevar el mayor ataúd hasta entonces conocido. Murió a los 43 años, pero había vivido lo que otros en cinco vidas. Fermín era alto. Muy alto. Un gigante. Y era de Aragón, del Alto Aragón, decían los chistes. Con ambas cualidades de nacimiento se labró el futuro profesional, siempre pegado a un nombre artístico que no le abandonó jamás: El Gigante Aragonés. Así se anunciaba en las ferias y en algunos teatros. También como El Gigante Español o El Coloso de la Montaña. Era un fenómeno. Es decir, algo fuera de lo normal, descomunal o, como lo define la Real Academia, «persona o animal monstruoso». Esta última definición cuadra perfectamente con lo que vendían las ferias de finales del siglo XIX. A tipos como él. Algo que la gente pagaba por ver, aunque no hiciera más que estar. Eso era todo. A 25 céntimos la entrada, 15 para niños y militares. La publicidad de sus actuaciones decía aquello de «el fenómeno será visible en?». Fermín se ganaba la vida dejándose observar. Y eso cansa.

El Gigante de Huesca. Hubo una vez un gigante que nació en Sallent de Gállego, en el valle de Tena, que llegó a medir 2,29 metros, que tenía la fuerza de cuatro hombres y que se dio a conocer por todo el mundo, desde Nueva York a París o Buenos Aires, exhibiendo su increíble tamaño. Parece una historia de cuento, pero es real. (…). Seguir leyendo… Facebook Cultura y Patrimonio Español.

Había mucho que ver. Aunque hay discrepancias sobre la estatura de Arrudi, su talla rebasaba, sin duda, los 2,20 metros. El resto de su anatomía era carne de cañón para la publicidad y para una mitología que, desde su pueblo de Sallent de Gállego, se extendió hasta hoy por todo el Pirineo: que si por su sortija pasaba una moneda de diez céntimos, que si su pie medía cuarenta centímetros de largo por diecisiete de ancho, que si con su pulgar cubría una moneda de los duros antiguos. Ciento setenta kilos de impresionante percha que domaba cantando jotas con su guitarrito. 

Fermín Arrudi, el gigante de Sallent. Era un verdadero artista y muy intuitivo. Tocaba con destreza: guitarra, violín, laud, pandereta, hierrecillos, requinto, bandurria, flauta y armonium. Su voz estentórea y de timbre recio, retumbaba con las `rondaderas’ de la época, y la jota, siempre grande, en su garganta se hacía gigantesca como el mismo Fermín. Saber más… Huesca la Magia.

A un cuerpo así se le asignaban cualidades de fuerza sobrehumana. Rezaba la leyenda del gigante de Sallent que salía a cazar osos y corzos por las montañas de Aragón. Por eso en Asturias los carteles lo representaban, como aquí se ve, armado y rodeado de fieros trofeos cinegéticos. Por eso también debía disputarse el favor del público y el negocio con los artistas de otro género ferial: los forzudos. Su paso por el Principado coincidió, por ejemplo, con las giras de Al Marx que, además de tener nombre de antiácido, era un alemán capaz de retener a varios caballos en carrera, levantar a cuatro hombres con sus manos o a uno usando un solo dedo. «El Sansón del siglo XX», para entendernos.

El gigante aragonés con su esposa en el estudio del Sr. Pinós. Ver…  Todocolección.

Así que Arrudi lo mismo competía con los forzudos que con sus iguales en el género de los gigantes, muy frecuente en las viejas ferias de esta tierra. Por aquí paraban entonces El Gigante Portugués o La Mujer más Alta del Mundo. Ésta se exhibió en 1908, en Oviedo, compartiendo funciones del circo Bayón con los Coros Liliput. Un viejo truco. Exhibir al gigante al lado de otras personas de muy corta talla. Eso hacía más gigantes a los gigantes. Fermín nunca necesitó de artificio. Era un fenómeno de grandes proporciones. Como su jornada laboral. Cuando se exhibía en Gijón, Oviedo y Avilés (varias veces desde 1890), se dejaba ver en muy largas jornadas de mañana y tarde. Sólo descansaba para comer y tomar café. Tanto tajo, tanto viaje, acababa por agotarlo. Fue su mayor condena hasta que aprendió el oficio de fenómeno. Cuando, en el verano de 1894, concedió una entrevista a la prensa asturiana, era un hombre tímido y educado, que invitaba a cenar a los periodistas por aquello de no estar solo. A los 24 años recordaba sus inicios como algo lejano. Cuando le avergonzaba mostrarse en público. Bajaba la cabeza, escondía la vista, torcía el gesto. Y eso no era bueno para el negocio. Sebastián, su descubridor, le enseñó a enseñarse. Hizo de él un profesional. Y ganó muchos duros en el empeño.

El gigante aragonés en el estudio del Sr. Pinós. Ver…  Todocolección.

Acabó siendo una celebridad. Se seguían sus andanzas. Allí donde llegaba se le trataba como un visitante ilustre. Hasta fue recibido en Palacio y convidado a chocolate por la Familia Real. En la imagen que acompaña a este artículo lo vemos en visita a las instalaciones de la Real Compañía Asturiana de Minas de Arnao. Era la fábrica más moderna del contorno. El lugar adonde se llevaba a la gente singular. Y allí estaba Fermín Arrudi, entre esos niños que no le llegaban a la cintura. Coronado por el aserrado perfil de las naves de la fábrica de cinc. En uniforme de faena. Un baturro descomunal. Un minero con cachirulo. Ser famoso tenía su parte buena y la otra. Su vida privada también era noticia. Cuando se casó con Louis Carle Dupuis en 1897, de esa parisina de 17 años dijo la prensa asturiana que, para el gigante, era como un reloj: «necesitaba una mujer que le acompañase siempre y va a alquilar una de bolsillo».

Fermín Arrudi, el gigante de Sallent. Posando con su padre y su mujer vía #CarlosBlas. Saber más… Twitter.  

Y es que Fermín Arrudi no se despegó jamás de su profesión. Tenía que ganarse la vida haciendo de hombre fiero y descomunal. Vivía con su propio Míster Hyde. A su cara de gigante, mitad fatiga, mitad acromegalia, se le fue quedando un gesto triste que paseó por medio mundo. Avergonzado ante quienes lo veían sólo como un fenómeno. Ante quienes se burlaban de aquel inacabable cuerpo que mostraba a cambio de dinero. Así acabó su existencia, ahora hace más de un siglo. Entre barcos, trenes y diligencias. Viendo la vida pasar a más de dos metros y veinte centímetros del suelo.

El Gigante de Sallent. La historia de Fermín Arrudi Urieta que llegó a medir 2,29 m y fue famoso en el mundo entero con el sobrenombre de Gigante de Sallent. Saber más… librerantes.

FUENTE: JUAN CARLOS DE LA MADRID. Publicado por La Nueva España el 04-08-2013. Ver enlace.
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AUTORES.

Juan Carlos De la Madrid Álvarez es un historiador, escritor y guionista nacido en Avilés (Asturias). Su primera faceta es la más destacada, por ser la que comprende la mayor parte de su producción literaria y en la que se ha centrado su formación universitaria, siendo Doctor y Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo, Diplomado en Cinematografía por la Universidad de Valladolid y Especialista en Gestión Cultural y Territorio (Universidad de Oviedo-IUDE), faceta ésta última en la que ha desempeñado una larga trayectoria profesional en la función pública y con la que aún está relacionado y en activo. Como historiador ha escrito diecinueve libros y una veintena de capítulos en otras obras colectivas, que se mueven dentro del terreno de la historia social, el cine y la fotografía, los espectáculos populares, el patrimonio histórico e industrial, la historia de la prensa, de la emigración, del deporte, del nacionalismo y la historia local. Se ha especializado en la investigación de los fenómenos que desembocaron en el nacimiento de los espectáculos de masas (cine, teatro popular, prensa, fotografía, cómic, turismo, deporte…). Su último libro, Una patria posible, fútbol y nacionalismo en España, es una síntesis del trabajo de muchos años. (…). Ha escrito, además, centenares de artículos en prensa, de la que es colaborador habitual, siendo también asiduo conferenciante y, en diversas instituciones, profesor de historia, cinematografía, periodismo, gestión cultural, patrimonio industrial o relaciones internacionales entre otras materias. (…). Textos resumidos extraídos de  http://juancarlosdelamadrid.blogspot.com/. Foto Ricardo Solís. (LNE).

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”

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