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10 de agosto de 2013

Los movimientos mutualistas y cooperativos

La Fiesta del Trabajo
La Casa del Pueblo de Mieres: Fue construida por el Sindicato Minero Asturiano entre 1925-1927 siguiendo un proyecto de Eduardo Sánchez Eznarriaga. Foto Archivo.
Los movimientos mutualista y cooperativo tienen una historia muy similar y unos fines tan parecidos que a veces no se distinguen el uno del otro
Ilustración de Alfonso Zapico
La Nueva España
El mutualismo busca cubrir mediante una contribución periódica las necesidades materiales y en menor medida culturales de sus afiliados y está considerado como el origen de los modernos seguros e incluso de los sistemas de Seguridad Social. El movimiento de cooperativas, por su parte, tuvo su nacimiento en las ideas de los socialistas utópicos, que buscaban la participación de todos para obtener así mayores beneficios sin tener que ceder una parte a los capitalistas, y se hizo realidad por primera vez en la ciudad inglesa de Rochdale, cuando veintiocho trabajadores despedidos de la industria textil tras una huelga constituyeron en octubre de 1844 la Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale, aportando una cuota de 28 peniques.
Ilustración de Alfonso Zapico
Estas corrientes asociativas se plasmaron en la Montaña Central en numerosos proyectos que se emprendieron en las primeras décadas del siglo XX dirigidos a colectivos de todo tipo; a veces tenían un carácter casi gremial y sólo agrupaban oficios concretos, como los panaderos o los peluqueros, y en otras ocasiones se enfocaban al mundo del campo, pero sobre todo sus destinatarios fueron los obreros de la industria y la minería, que en aquel momento proporcionaban el mayor número de puestos de trabajo. En cuanto a su ámbito geográfico, la mayoría se reducía a los vecinos de un mismo pueblo, lo que en ocasiones reducía su influencia a menos de cien familias, pero también hubo proyectos más ambiciosos, como el de la Mutualidad Obrera Asturiana, constituida en Mieres en 1916 con la pretensión de abarcar toda la región. A ello debemos sumar la política que emprendió el SOMA casi desde su fundación, adquiriendo empresas que ya estaban en funcionamiento, para que los propios obreros pudiesen dirigir sus propios destinos sin depender de los caprichos de los poderosos. En 1915 el sindicato se hizo con el complejo panadero La Sierra, en Sama de Langreo, que contaba con almacenes, dos hornos equipados con maquinaria moderna y su propia tienda, para solucionar así los enfrentamientos que venían repitiéndose con demasiada frecuencia ocasionados por la alteración fraudulenta de pesos y medidas en las Cuencas y que ya habían causado en 1897 cuatro muertos en las calles de Mieres.    Al fin y al cabo sólo se trataba de llevar a la práctica la teoría socialista, aunque curiosamente el proyecto más ambicioso, la autogestión de la mina San Vicente con todas sus instalaciones, en El Entrego, que se convirtió en el referente de estas acciones, llegó forzada por las circunstancias y cuando las cosas vinieron mal dadas contó incluso con la ayuda económica del Gobierno dictatorial de Primo de Rivera. Un día vamos a dedicar esta página a contarles esta historia. 
1º de mayo en Mieres en el año 1919.
Por otro lado, la Fiesta del Trabajo es la fecha más emblemática de la clase obrera; se celebra en todo el mundo desde que lo decidió en París la II Internacional haciendo un llamamiento para que a partir del día 1 de mayo de 1890 se recordasen cada año los sucesos acaecidos en Chicago cuatro años antes, que concluyeron con la muerte de 38 trabajadores y 6 policías, dejando además otros 115 manifestantes heridos, la mayoría inmigrantes, entre los que había varios españoles. Los incidentes que provocaron aquella tragedia se habían iniciado el 1 de mayo de 1886, con la convocatoria de una huelga por la jornada de ocho horas que llegó a paralizar más de cinco mil fábricas en Estados Unidos, y tuvieron su sangriento final el día 4, cuando las fuerzas del orden repelieron el lanzamiento de una bomba durante una manifestación disparando indiscriminadamente contra los asistentes y amañando posteriormente un juicio por el que se condenó a la horca a cuatro dirigentes anarquistas y socialistas de aquella ciudad industrial. Pablo Iglesias, que había acudido a las deliberaciones de aquel Congreso Internacional Obrero Socialista, se encargó a su vuelta de comunicar a sus compañeros españoles la decisión y desde entonces ya nunca dejó de celebrarse, a lo grande cuando se pudo y de forma clandestina bajo las dictaduras militares que hemos vivido los españoles en el siglo pasado. Entonces no fue extraño que un grupo de mineros eligiesen ese nombre para denominar una ambiciosa sociedad cooperativa con la que pretendían poner un poco de seguridad en sus vidas, que quedaban en el aire ante las frecuentes eventualidades que sobrevenían en el trabajo en forma de accidentes, enfermedades o huelgas. En principio iba a denominarse Cooperativa Obrera de Consumo
Ilustración de Alfonso Zapico
El 1.º de Mayo, pero tras las primeras reuniones que mantuvieron los interesados se decidieron por la Fiesta del Trabajo. La Fiesta del Trabajo partía de aportaciones individuales de cien pesetas que podían hacerse en partes o de una vez, y sus fines eran tres:
  • 1) Suministrar a sus asociados toda clase de artículos de necesidad o de mera utilidad para la vida a los precios módicos posibles en las justas condiciones de peso y medida y en las mejores de calidad que sea posible. 
  • 2) Estrechar los lazos de fraternidad que deben existir entre los obreros. 
  • 3) Crear un fondo de reserva para cada asociado que le ponga a cubierto de la miseria en caso de una larga enfermedad o en el transcurso de una huelga.
Para integrarse en ella era necesario ser obrero de buena conducta, quedando excluidos los que habían sido expulsados de algún sindicato obrero, y además era necesario demostrar la pertenencia a la sociedad de su oficio o, en cualquier caso, a la Agrupación Obrera de la localidad. Si se cumplían estos requisitos, el candidato debía ser presentado por dos asociados y aceptado por el consejo de administración, pudiendo recurrir en caso negativo a la asamblea general, y una vez admitido ya tenía derecho a voz y voto e incluso a ser elegido para algún cargo, si sabía leer y escribir. El órgano directivo de la sociedad cooperativa era el consejo de administración, que se reunía semanalmente.
Ilustración de Alfonso Zapico
Lo integraban nueve miembros que se renovaban anualmente por mitad, a principios de año y en el verano, y los elegidos podían repetir cargo, pero también ser revocados en cualquier momento si así lo decidía la mayoría de sus compañeros. Además, para asegurarse de que su gestión económica era la adecuada, la asamblea designaba también a tres inspectores y tres suplentes, que podían ejercer sin límites el derecho de vigilancia sobre los libros de cuentas y todos los documentos que manejase el consejo. Para que quienes desempeñasen esta función no pudiesen ser sobornados, también se renovaban cada seis meses, debiendo pasar al menos un año antes de poder ser reelegidos. En su reglamento, redactado con buen estilo, aunque con numerosas faltas de ortografía, se contemplan hasta los mínimos detalles de su funcionamiento y aparecen normas que son reflejo de las corrientes más avanzadas. Una consecuencia de la pugna que en aquellos años mantenían los obreros socialistas con quienes preferían los principios anarquistas y que se ve, por ejemplo, en la importancia que adquiere la asamblea, que debía reunirse al menos en enero y julio, para rubricar todas las decisiones del consejo de administración y de los inspectores.
Ilustración de Alfonso Zapico
La Fiesta del Trabajo mantuvo abierto un despacho de comestibles y productos de primera necesidad en Sobrelavega, aunque su domicilio social estuvo en Requejo, hasta que se construyó la Casa del Pueblo de Mieres, un proyecto en el que colaboró decisivamente y al que siempre se vincularon sus impulsores. Uno de ellos, el obrero Emiliano Marcos, que la presidía en 1917, fue detenido durante la huelga revolucionaria de aquel año y el cargo que ostentaba fue un agravante por el carácter combativo que había adquirido la asociación. En cuanto a la Casa del Pueblo, aunque ya se había planteado en 1904, fue necesario solicitar ayuda económica a la sociedad madrileña de albañiles El Trabajo. Posteriormente, el SOMA pudo devolver el préstamo con ayuda de la cooperativa, y en 1927 comenzó la construcción del magnífico edificio según los planos del arquitecto Manuel del Busto. Finalmente se inauguró, albergando en su sótano cocina, carbonera, despensa, bodega y una sala de billar, y distribuidas entre sus dos plantas y las dos torres que cierran las esquinas había también un gran salón-café, farmacia y laboratorio de análisis, dos aulas habilitadas para escuelas mixtas, salón de actos, biblioteca, despachos para la secretaría general, tesorería, comité regional, PSOE y UGT, cuatro viviendas para afiliados y, por supuesto, un local propio para los asociados a la Fiesta del Trabajo.
Ilustración de Alfonso Zapico
FUENTE: ERNESTO BURGOS-HISTORIADOR. Publicado por La Nueva España el 09-03-2010. Ver enlace.
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AUTORES.

Ernesto Burgos Fernández (historiador). Nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo, éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara (2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011). Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España, donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100 años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:

Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia).  Realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…).  Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011).  Vive en la localidad francesa de Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro tomos.  Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Foto Wikipedia - Twitter

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”

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