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10 de diciembre de 2016

Algo de historia sobre la Apicultura Asturiana

La Apicultura en Asturias  
1885 Xilografía. Un Colmenar en Asturias dibujo J. Cuevas. Foto Archivo
Las abejas son el único insecto que desde tiempo inmemorial explota el campesino asturiano que pertenece a la casería, base de explotación familiar del campo en Asturias, y que son tratadas como un "ganado" más, según consta desde el año 1247 (observancias de Aragón – Jaime l). A día de hoy están clasificadas como ganado menor
Apicultores Medievales. Historia de la Miel.
adapas.com
Las abejas son el único insecto que desde tiempo inmemorial explota el campesino asturiano que pertenece a la casería, base de explotación familiar del campo en Asturias, y que son tratadas como un "ganado" más, según consta desde el año 1247 (observancias de Aragón – Jaime l). A día de hoy están clasificadas como ganado menor. Al tratarse de un insecto semisalvaje con el que las relaciones son siempre difíciles, para tener éxito con ellas "había que entenderlas", y para ello no servía cualquier persona, de modo que así surgió la figura del "abeyeru" o "abeyeiro"o especialista en este ganado.
Cuchara con abeja y mielpinterest.
La miel era un comestible habitual en casi todas las casas campesinas. Se consumía en grandes cantidades en los meses de verano, coincidiendo con la época de mayor trabajo (siega de la hierba, cosecha de centeno, escanda y trigo). La cera, por su parte, era un valor de cambio importante, pues se vendía por dinero, se trocaba por especias y, a veces, se empleaba para pagar las rentas de la tierra."una colmena buena al sacerdote que asistiese a mi fallecimiento, y sí fueren dos, lleven cada una la suya". La imposición de rentas en cera por parte de los monasterios a los campesinos asturianos, favoreció el arraigo, desarrollo y mantenimiento forzoso de la apicultura en Asturias.
En algunas localidades de Inglaterra, las abejas son invitadas al funeral, y una invitación formal es incluso enviada a ellas. En Normandía las abejas son tratadas como un miembro de la familia, y la persona muerta siempre se conoce como un pariente de las abejas. La muerte de cualquier miembro de la familia se anuncia a las abejas.  la abeja bee.
La abundante producción de cera permitió la formación de una industria, cuya instalación más destacada eran los lagares de cera donde ésta se cocía, exprimía y limpiaba, con la ayuda de un lagar de viga con husillo y pesa. La importancia de las abejas en algunas casas era tal, que en la fundación de un vínculo realizada en 1.768 por un propietario de un pueblo de Robledo (concejo de Allande), se obliga a los beneficiarios a conservar y atender los cortinos (colmenares) y las colmenas existentes en la casa. Otras manifestaciones de la importancia del cultivo de las abejas son la entrega de colmenas y colmenares en las dotes que los padres dan a sus hijas para casarse y algunas mandas testamentarias, como la del licenciado Juan Sierra de Castañedo (concejo de Allande) que, en 1.659, deja
Los cortinos
Cortín asturiano, se utilizaba y utiliza aún, para proteger las colmenas frente al oso, estas construcciones son más frecuentes en el occidente asturiano. leyendes asturianes.
En Asturias, uno de los aprovechamientos tradicionales del monte era la apicultura, que se manifestaba en el paisaje con dos construcciones específicas de esta actividad y de gran valor etnográfico: los talameiros o talameras y, sobre todo, los cortinos. Ambos modelos de colmenares aparecían y aparecen diseminados por las laderas solanas de los montes bajos y servían para proteger las colmenas del fuego y de los osos. Se extendían sobre todo por los concejos más occidentales de la región. Además, junto a estas construcciones, también existían otros colmenares localizados en peñas o lugares rocosos de difícil acceso, donde los "abeyeros" añadían muros o afloramientos de rocas para facilitar la instalación de las colmenas. En el centro y oriente de la región era más común la colocación de las colmenas en los corredores de los hórreos o en unas "talameras" (anaqueles) sujetas a la pared de la casa. El catastro de Ensenada es la fuente de información más importante y antigua que tenemos, y permite conocer el número de colmenas que poseían los apicultores asturianos a mediados del siglo XVIII.
Grabado de apicultores intentando capturar enjambres de abejas. 1697 - Ilustración de Wenceslaus Hollar para Georgicas de Virgilio. la abeja bee.
A partir de esta fuente, podemos distinguir claramente en Asturias tres áreas geográficas con un total de 65.813 colmenas.
  • Zona centro-oriental, cuya característica principal es que la mitad o más de los apicultores, tienen una o dos colmenas. Los que superan la cifra de nueve o diez son una minoría, y existen lugares donde ningún vecino alcanza esas últimas cifras.
  • Zona de la marina occidental donde en torno al 40% de los apicultores tienen una o dos colmenas, siendo los poseedores de nueve a veinte colmenas el 10%.
  • En 1.900, Méndez-Valledor calculaba que en el término municipal de Grandas de Salime había más de 5.000 colmenas. En ese año el número de vecinos seria aprox. de 500.
Flórez Lorenzo (el cura de les abeyes) realizó en 1.931 un censo apícola de Asturias "para confeccionar un mapa con destino a la Feria de Muestras de Gijón, en la cual la instalación apícola había interesado mucho al público".
Piquera de una colmena. El comercio.
Para ello envió 1.200 circulares y hojas encasilladas a todos los maestros nacionales de la provincia. Fueron devueltas -escribe Flórez- 422, o sea el 35% de las repartidas, figurando con la mayor proporción (de respuestas) los partidos de Infiesto y Lena, y con la menor, Gijón y Avilés. Por razón de colmenas están a la cabeza Castropol con 8.862 colmenas y Tineo con 5.270. Merecen especial mención los distritos escolares de San Salvador y San Martín, en Allande, Monasterio del Coto, en Cangas de Narcea, e Illano, con 1.199, 1.000, 783 y 775 colmenas respectivamente. La totalidad de éstas se eleva a 27.539. El N.º de apicultores es de 4.113, distinguiéndose Castropol con 737 y Tineo con 555, y los distritos escolares de San Salvador (Allande), Pesoz y Soto de Agues (Sobrescobio) con 59, 48 y 46 respectivamente.  En la actualidad, el censo de colmenas en Asturias se estima en torno a las 25.000-30.000, con una producción de unas 500-600 toneladas por año aproximadamente.
Mapa de la miel en Asturias. El Comercio.
Desarrollo de la apicultura en Asturias
En Asturias, como en el resto de España, tanto las investigaciones sobre las abejas como las nuevas prácticas apícolas, tardarían bastantes años en difundirse entre los apicultores ilustrados. Los tres autores asturianos de los que conocemos sus escritos son clérigos. El más antiguo es el dominico Fraile Toribio de Pumarada y Toyos, que escribió en 1.712 un tratado agronómico en el que dedicaba 60 folios a la apicultura con el título "Del colmenar y todo gobierno de la abeja". La publicación en España de la obra "Diccionario de apicultura", compuesta por el abate Jean Rozier (1.734 - 1.793), sirvió como principal fuente de información al presbítero asturiano José Antonio Sampil, que en 1.798 publica su "Nuevo plan de colmenas". Además de estas personas, hay que destacar la labor de la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias, fundada en 1.780, que al menos desde 1.788 hasta comienzos de los años treinta del siglo XIX, convocó diversos premios para fomentar y mejorar la explotación de las abejas, y promovió la redacción de memorias en este tema.
Colmenas en la montaña asturiana. Foto Archivo
Por último, el ya mencionado sacerdote Carlos Flórez Lorenzo, "el cura de les abeyes", es durante la primera mitad del siglo XX el introductor y principal divulgador en Asturias de las colmenas movilistas y la apicultura moderna. Sus ideas divulgadoras se resumen en los seis objetivos que establece en el proyecto que en 1.925 envía a la Diputación para crear una "escuela práctica de Apicultura".
  1. Dirección de "colmenares oficiales o particulares con colmenas de variados tipos, para dar en ellos públicamente conferencias y lecciones prácticas y comparar el rendimiento en orden a la adopción del mejor modelo".
  2. Auxiliar a los principiantes en la confección de las colmenas y auxiliar sus trabajos.
  3. Dar conferencias teórico-prácticas en los centros docentes y en las sociedades agrícolas.
  4. Publicar en la prensa regional los trabajos apícolas que deben realizarse en las diferentes estaciones.
  5. Contestar a las consultas que le hagan de palabra o por escrito.
  6. Fomentar las relaciones entre los apicultores para que se presten mutua ayuda y consigan ventajas económicas en las compraventas.
Por los años 1.977/78 tres aficionados a la apicultura: Eustaquio, Emilio y Sixto, incorporándose poco más tarde un cuarto, Mínguez, fomentan encuentros entre apicultores, lo que da lugar por los años 1979/80 a que un grupo gijonés, socios de la Asociación de Apicultores de Asturias, comience a divulgar lo interesante de esta actividad para el desarrollo medioambiental, frutícola, agrario, producción directa, miel, cera, propóleos, etc.
  Osos buscando miel en el interior de una colmena destrozada en Asturias. Oseznos atacando un colmenar de abejas captados por una cámara de foto-trampeo FAPAS. El Mundo.
Llegaron a colocar en el recinto de la Feria de Muestras de Gijón durante su celebración en el mes de agosto de 1.980 - 1.981, en el llamado Pueblo de Asturias, una colmena viviente (primera en España) llamada de observación, la cual causó una extraordinaria inquietud sobre el tema. Este movimiento apícola llevado a cabo por estos aficionados a la apicultura fue construido sobre los conocimientos que en distintos cursos nos transmitió Enrique "El Peruyu" De este grupo de personas que formó parte del movimiento apícola en Gijón, nace la Asociación Gijonesa de Apicultores (A.G.A.) en el año 1.983. Este trabajo en gran medida motivó que el Sr. D. Pedro Masabeu (banquero) dotase de los fondos necesarios para la creación, dentro de la Fundación Principado de Asturias, el Instituto de Investigación y Desarrollo de la Apicultura (año 1.983), dividiendo la región en once áreas, las cuales serían atendidas gratuitamente por otros tantos técnicos, disponiendo cada uno de furgoneta para poder desplazarse por toda Asturias.
Apicultores en los árboles, probablemente en Alemania (Krünitz, 1774). EL apicultor de la izquierda está fumando una pipa y dejando que el humo se arrastre delante de su cara liberando las manos para aumentar la productividad.  la abeja bee.
Este Instituto de Investigación lo dirigió el que fuera fundador de la Asociación de Boal, D. Jesús González Gayol. En esta época no podemos olvidar el trabajo hecho desde la Universidad de Oviedo (que en aquellas fechas fue de lo más destacado que se hizo en España y en Europa) por la Dra. en Zoología Dña. Ana Quero Martínez como investigadora principal y, como becaria de investigación, la acompañó la licenciada en Biología M.ª Rosario M. Farpón. Estas personas recorrieron palmo a palmo toda nuestra tierra asturiana y zonas limítrofes. Estos estudios sobre la abeja, sin que sepamos muy bien por qué, nunca llegaron a ser conocidos por los apicultores asturianos como todos hubiéramos deseado, y así poder beneficiarnos de un extraordinario trabajo.
Apicultores trabajando en un colmenar. La Nueva España.
Finalmente, a partir de 1.982/83, fecha en que la intensa labor divulgativa emprendida desde el Instituto de Investigación Apícola con D. Jesús González Gayol al frente, logra una profunda reconversión y despegue de la apicultura asturiana, adaptándose al fin, de forma generalizada, el uso de la colmena vertical de cuadros móviles. Los rendimientos aumentan espectacularmente y la calidad de la miel (desde el punta de vista higiénico) aumenta a la par.  Creo es justo mencionar como persona comprometida y destacada en el tema apícola a D. Juan José Lastra Menéndez, catedrático de biología de la Universidad de Oviedo, autor de varios libros sobre abejas y flora melífera asturiana.
'Un enjambre de abejas' Imagen: Illustrated London News, 13 de septiembre de 1884.  la abeja bee.
El Instituto de Investigación Regional Apícola, financiado por D. Pedro Masaveu, organiza el II Congreso Nacional de Apicultura el cual se celebra en Gijón en la Feria de Muestras (año 1.984).
En esta época nacen los primeros certámenes y ferias relacionadas con la miel de Asturias, así como la creación de diversas Asociaciones de Apicultores del Principado de Asturias, teniendo como fines principales el desarrollo y promoción de la apicultura en Asturias. Se crea la Federación de Asociaciones de Apicultores de Asturias FAPI, la cual ejerce la representación ante los organismos oficiales, entidades privadas, etc. en defensa de los intereses colectivos de los apicultores. En el año 2.002 se legisla la normativa que con alguna pequeña reforma rige la apicultura al día de hoy.
Colmenas en un "cortín" en Asturias. La Nueva España.
FUENTE:  CASIMIRO SIXTO MUÑIZ. Casimiro Sixto Muñiz, presidente de la Asociación en Defensa de la Abeja Principado de Asturias (ADAPAS).
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S.O.S. Abejas.

Dos mujeres, Elvira Álvarez y Enriqueta, con las abejas. Lanio, Salas (Asturias). Año 1935. Memoria Digital de Asturias.
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Silenciosamente, las abejas están desapareciendo. Por millones en todo el mundo y en España, primer productor de miel de la Unión Europea, la mortalidad está alcanzando el 30 al 35%. ¿Las causas? Un parásito asiático, un ácaro, la varroa, que vive de la sangre de las abejas (hemolinfa) y un protozoo, nosema, y ataca su aparato digestivo. Para algunos el cambio climático, los pesticidas o la calidad del polen, para otros incluso, las radiaciones de los teléfonos móviles. En resumen, la contaminación medioambiental. Lo cierto es que el “Síndrome del Desabejamiento de las Colmenas” está matando a millones de abejas en el mundo. ¿Qué es lo que realmente está provocando este fenómeno? ¿Qué consecuencias traería su ausencia? ¿Perderíamos la miel solamente? ¿Qué bienes o servicios brindan a la vida la actividad de las abejas? Algunos de estos interrogantes serán los que comencemos a desvelar a través de estas páginas.
Las abejas como multiplicadoras de vida
LOS ABEYEIROS - Los apicultores del occidente asturiano, denominados abeyeiros, eran auténticos profesionales que podían explotar cientos de truébanos en varios cortinos de los alrededores. asturies irredenta.
Los apicultores citamos con frecuencia a Einstein con una frase atribuida al científico: “si la abeja desapareciera de la Tierra, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”. El Archivo Oficial de Einstein no registra que saliera de boca del científico tal profecía, pero la cita tiene un gran fondo de verdad: la naturaleza no sería fructífera sin la ayuda de estos casi milagrosos insectos. Las abejas aseguran la fecundación del 60 al 80% de las especies vegetales y son imprescindibles en el caso de especies auto incompatibles, es decir, aquellas que no pueden auto-fecundarse porque su polen y pistilo no se reconocen. Desde hace millones de años estos insectos obtienen su ración de alimento de las flores y realizan una tarea ciclópea, silenciosa y poco valorada: la polinizaciónEl término polinización hace referencia al desplazamiento o trasiego del polen desde una flor que lo produce, a otra flor de su misma especie, en principio, que lo recibe. Este fenómeno trae asociado consecuencias inmediatas y de gran trascendencia, como son la formación del fruto, de importancia vital para la agricultura y la formación de la semilla, que servirá al vegetal para perpetuar su especie y multiplicarse.
Abejas  trabajando en un cuadro de una colmena. Ver enlace.  
Para estimar en su justa medida el trabajo de polinización de las abejas, debemos decir que para conseguir una carga de néctar de su buche una abeja necesita visitar entre 1.000 y 1.500 flores, pudiendo hacer una media de 10 viajes diarios. Si consideramos una colmena media de 50.000 pecoreadoras, durante una floración de 20 días habrán visitado mil millones de flores. Para conseguir un kilo de polen, se necesitan aproximadamente 60.000 viajes. En términos puramente económicos, la Comunidad Europea valoró en 6.500 millones de euros el valor producido por las abejas a través del incremento de las producciones agrarias. La FAO ya estableció en los años ochenta un valor económico de la polinización estimado en 20 veces el valor comercial de los productos obtenidos de la colmena. En España, los cultivos sometidos a polinización por abejas, son principalmente los árboles frutales (almendro, melocotonero, cerezo, ciruelo, manzano, peral) las leguminosas forrajeras (alfalfa, trébol), las cucurbitáceas (melones, pepinos, calabazas, calabacines), las plantas para la extracción de aceite (girasol, colza), las fibras textiles (lino, algodón), todos los cultivos hortícolas, las plantas de flor y la vid. Sería bastante más sencillo, como ven, citar los vegetales que no necesitan de las abejas en el proceso de polinización.
Las abejas como productoras directas de riqueza
Productos que se pueden sacar de una colmena. goconqr.com/
Frágiles y laboriosas, las abejas no sólo producen miel, polen, cera, propóleos o jalea real; sino que se encargan también de libar el néctar de las flores, y al hacerlo, permiten que el polen pase de una flor a otra, lo que facilita que la fruta crezca. Se estima que nada menos que una tercera parte de lo que comemos procede de plantas o árboles que necesitan la colaboración de la apis mellifera –la especie más productiva – para desarrollarse. Un ejemplo sencillo y palpable puede ser mejor que mil palabras. Estudios realizados por productores valencianos de cítricos concluyen que la actividad de los insectos polinizadores genera en la producción agraria valenciana unos 600 millones de euros, aproximadamente el 36% del total. El sector que más beneficios obtiene es el de los frutales. Alrededor del 70% del valor económico generado. En el caso de las almendras, por ejemplo, sin insectos no produciría más allá del 10% de los valores normales. En conclusión, la abeja de miel genera con seguridad anualmente unos 450 millones de euros en el sector agrario valenciano, mientras que los productos derivados de la apicultura suponen unos 18 millones anuales. La polinización supera 40 veces el valor de los productos apícolas. Otro caso muy concreto en el que puede apreciarse claramente el rendimiento económico de la acción de las abejas es el de la producción de forraje. Ciertas plantas como la alfalfa son fuente de forraje
Gráfico de polinización. Foto Archivo
 para los animales domésticos. La intervención de los polinizadores aumenta la producción y genera semillas para la replantación. Podemos seguir por este camino y llegar a comprender que una parte de la producción ganadera y de sus derivados depende de los polinizadores, aunque sea muy compleja su cuantificación. Los polinizadores son habitantes estratégicos de los ecosistemas y podemos considerar que forman la base de la pirámide ecológica, dada su capacidad de perpetuar la cubierta vegetal. Si las poblaciones de abejas disminuyen sea cual fuera la causa, sucederá lo propio con muchas plantas, frutos y semillas que son consumidas por otros insectos, aves, mamíferos y otros animales. El resultado posible, es una reacción en cadena que disminuye la biodiversidad y provoca una caída del ecosistema. Sería retórico preguntarnos qué valor económico se le puede asignar a la óptima producción de plantas de nuestro entorno natural. La respuesta más aproximada sería: incalculable.
Las causas de la desaparición
Causas identificadas en un gráfico.  causas de la desaparición de las abejas.  Foto Archivo
Pero las abejas están desapareciendo. Lo que hoy recibe el nombre de «Síndrome de Desabejamiento» o «Trastorno del Colapso de las Colonias (CCD)», es la lenta pero permanente desaparición de las abejas obreras, sin las cuales la colmena no puede sobrevivir y acaba muriendo de inanición. Las buscadoras del néctar o pecoreadoras salen en busca de comida –su tarea habitual desde los comienzos de la especie- pero no regresan a su hogar, dejando abandonada a su suerte a la abeja reina. No se ha descubierto aún al letal asesino que no deja rastros mortales en las inmediaciones de la colmena. El misterio de las abejas volatilizadas ha hecho desaparecer un cuarto del total de las poblaciones de las colmenas en Estados Unidos. Mientras se intenta descifrar el enigma, los científicos norteamericanos manejan varias causas: desde la sequía a los pesticidas, pasando por el estrés (debido al desplazamiento de las colmenas portátiles en trailers con el fin de polinizar cultivos) o las ondas de los teléfonos móviles. A pesar de esto, hasta hoy no dejan de ser meras especulaciones, todas ellas pendientes de comprobación científica. Los apicultores españoles se apercibieron de los primeros síntomas del “asesino silencioso” a comienzos del año 2000, fecha en la que los científicos calculan que el mal se introdujo en nuestro país. España es el país europeo con mayor población de ganado apícola, con un total de 2.320.949 colmenas repartidas por todo el territorio nacional, según el último censo de diciembre de 2006 elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
abeja adulta con un ácaro varroa sobre el tórax (stephen ausmus). noticias de la ciencia
El problema afecta a 23.265 apicultores, de los cuales el 25% son profesionales (con más de 150 colmenas) y el 75% aficionados. La mayoría viene sufriendo pérdidas del 40%, sobre todo de septiembre a enero. En el laboratorio del Centro Apícola de Guadalajara tienen una respuesta a esta incógnita. Luego de analizar más de 8.000 muestras de abejas de España y otros países de la Unión Europea en los últimos siete años, los científicos de este laboratorio están convencidos de que el parásito “nosema ceranae” es el asesino invisible de las abejas. Y confirman cifras escalofriantes. Sostienen que más de la mitad de las colmenas españolas están afectadas y que si no se las trata, pueden morir en un año. ¿De dónde procede y cómo entró el parásito en España? Procede de Asia. La abeja asiática o cerana es muy resistente a las enfermedades, pero poco productiva. Por este motivo se llevaron abejas europeas o melíferas a Asia, para producir más miel. Al entrar en contacto con ésta, el parásito la arrasó, saltó a su nuevo hospedador y pasó a Occidente. El parásito las elimina en tres días, es por eso que las abejas que salen a buscar el polen mueren exhaustas en el campo sin que queden restos mortales en las cercanías de la colmena. Los científicos de Guadalajara creen que hay razones para la alarma. Sostienen que hay que adoptar ya medidas sanitarias adecuadas ya que la desaparición de las abejas significaría una catástrofe medioambiental de proporciones, se perdería una biodiversidad calculada entre un 30 y un 40%, independientemente del desastre de la producción agraria.
La desaparición de las abejas: Foto Archivo
Pero otras voces apuntan también a otras causas que explicarían el fenómeno de desaparición de las abejas. Según los científicos que estudian el tema en la Universidad de Córdoba, una nutrición deficitaria de la abeja –debida a la baja cantidad y calidad del polen, sobre todo en época de sequía- los plaguicidas –fundamentalmente el imidacloprind y friponil- y el nosema ceranae. Para ellos, la aparición del parásito puede ser más consecuencia que causa, debido a que la colmena se debilita y da paso a la beligerancia del “asesino silencioso” (causas multifactoriales). Los ecologistas también tienen algo que decir en el debate. Ellos sostienen que las abejas, como indicadores medioambientales de precisión frente a los cambios del entorno, nos están recordando que el actual modelo agrario y ganadero es insostenible. Denuncian que los tóxicos, los transgénicos, la erosión de la biodiversidad y la contaminación industrial, así como el manejo comercial de las colmenas, que genera altos niveles de estrés en las abejas, pueden haber favorecido la aparición del parásito. A finales del pasado mayo se registraron nevadas en las Sierras de Madrid, el pasado invierno los termómetros nos sorprendieron con 25 grados en Sevilla… El cambio climático es, para muchos, un factor que está incidiendo en el despoblamiento de las abejas. El tiempo las engaña con floraciones tempranas y a destiempo, alterando su reloj biológico, etc.
Las abejas en cifras
Colmenar. (Foto Archivo)
El censo de colmenas verificado sobre la base del registro de explotaciones en España al mes de marzo del 2007 asciende a 2.350.000, lo que supone un descenso del 6% con respecto a lo comunicado el año 2004. El nivel de profesionalización del sector en la Península sigue aumentando, según lo demuestra el hecho de que de los 23.265 apicultores totales, el 24,6% sean profesionales (denominación que se otorga a apicultores con más de 150 colmenas). Este porcentaje es 6 puntos superior al registrado en el año 2004. Más del 80% de las colmenas se encuentran en manos de estos apicultores profesionales, lo que no hace sino continuar una tendencia de concentración que ya se verificó en el período anterior. La apicultura ha sido perjudicada en los últimos años a causa de la sequía. Esto fue determinante para la menor producción de miel, además de los incendios que tuvieron gran repercusión en Castilla, León, Valencia y Extremadura. Estas causas, sumadas a las etiológicas que ya analizamos, puede explicar el descenso de más de 100.000 colmenas desde 2004, así como la retirada de más de 1.000 apicultores no profesionales.
Einstein, en una frase atribuida al científico, dijo;  “si la abeja desapareciera de la Tierra, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”. adapas.com/
La producción total se sitúa en España en el año 2006 en 28.998 toneladas, lo que supone un descenso desde el 2004 en el orden del 11,2%. En las comunidades con mayor producción –Andalucía, Valencia, Extremadura, Castilla y León- las pérdidas llegaron en algunos casos a más del 40% de la producción. El grado de autoabastecimiento de España se sitúa en el 82% de acuerdo a la reducción observada. La miel que prepondera es la llamada milflores que alcanzó, en el año 2006, el 61% de lo producido. Son importantes también la producción de otro tipo de mieles como la de azahares, en las regiones mediterráneas, o la de mela y bosque, en Castilla y León. La producción de cera y polen son consideradas como residuales en algunas comunidades, pero en otras adquiere importancia creciente. Se destaca Extremadura como principal productora de polen con 325.000 kg. De los 677.000 kg. totales a nivel nacional. También es la principal productora de cera, con 216.000 kg. De los 878.900 kg. totales. La venta a mayoristas ocupa el primer lugar en las posiciones con el 51% del total, mientras que la venta directa al consumidor llega al 17%. Finalmente, la venta envasada al minorista atesora el 9,6% del total del producto. En lo que se refiere al comercio exterior, las importaciones totales en el 2006 llegaron a 16.500 tn, un 16% más que en 2005, mientras que las exportaciones llegaron a la cifra de 11.200 tn, un 12% más que el año anterior. Estos datos confirman un aumento de las importaciones de casi 3.000 tn con respecto a 2004 y un aumento de las exportaciones tras el descenso del 2005. La mayor parte de las importaciones españolas (79,2%) tienen origen extracomunitario, alcanzando las 13.517 tn frente a las 3.600 tn de origen en la Unión Europea. En cuanto a las exportaciones, el principal mercado para las mieles españolas sigue siendo el intracomunitario, al que se enviaron 9.614 tn.
Situación e Importancia de la Apicultura Tradicional en Asturias.
Más de un tercio de cada culín de sidra se lo debemos a las abejas, porque ellas son las grandes polinizadoras de los manzanos, como sucede con el resto de las frutas. Las abejas siempre han estado vinculadas a la actividad rural asturiana. Desde tiempos inmemoriales, en todas las casas de campo había colmenas para surtirse de miel, único edulcorante a disposición de la familia, y de cera para hacer velas. En el censo realizado por el Marqués de Ensenada a mediados del siglo XVIII, existían 65.813 colmenas en Asturias. En el año 2007 había unas 25.000 censadas, y en la FAPI existen unas 13.232 aproximadamente de cuyo cuidado se encargan 776 productores que se encuentran distribuidas en los concejos de la siguiente forma:
 
POBLACIÓN
COLMENAS
APICULTORES
Allande
1.086
24
Aller
542
26
Amieva
48
4
Avilés
48
5
Belmonte
491
14
Bimenes
30
6
Boal
66
5
Cabrales
23
2
Cabranes
106
7
Candamo
44
5
Cangas de Narcea
107
8
Cangas de Onís
83
10
Caravia
32
3
Carreño
129
10
Caso
43
3
Castrillón
154
13
Coaña
46
3
Colunga
127
10
Corvera
250
15
Cudillero
36
8
Degaña
13
1
El Franco
14
2
Gijón
627
69
Gozón
192
13
Grandas de Salime
62
3
Grao
462
32
Ibias
54
3
Illano
35
3
Illas
31
5
Langreo
192
15
Las Regueras
216
12
Laviana
48
4
Lena
282
5
Llanera
181
11
Llanes
182
8
Mieres
345
23
Morcín
118
9
Nava
99
8
Noreña
7
1
Onís
48
2
Oviedo
758
10
Parres
66
5
Peñamellera
9
1
Pesoz
7
1
Piloña
466
34
Ponga
53
4
Pravia
75
7
Proaza
101
3
Quirós
102
8
Ribadedeva
20
2
Ribadesella
87
5
Ribera de Arriba
107
8
Riosa
135
8
Salas
626
24
San Martín de Oscos
17
1
San Martín del Rey Aurelio
216
9
San Tirso de Abres
40
5
Santa Eulalia de Oscos
24
4
Santo Adriano
49
6
Sariego
61
5
Siero
774
54
Sobrescobio
30
2
Somiedo
543
23
Soto del Barco
9
2
Tapia
3
1
Taramundi
44
2
Teverga
369
19
Tineo
461
25
Valdés
347
16
Villaviciosa
792
63
Villalón
136
8
Yermes y Tameza
6
1
TOTAL
13.232
776
La producción total del Principado podía alcanzar las 500 toneladas de la variedad de miel milflores, lo que representa el 2,6% del total nacional. La producción de cera ascendia a 28.000 kilos y el polen alcanzaba los 500 kg. Más de un 50% de los de los apicultores asturianos con colmenas declaradas pertenecen a la Federación de Asociaciones de Apicultores del Principado de Asturias (FAPI). Según mi convicción las abejas son un tesoro para la vida aunque para muchos sean solamente unos pequeños insectos que hacen una dulce melaza, (la miel) y que nos molestan con sus picaduras, tiene a mi modo de ver, otras características interesantes e importantes como sería, una vida en comunidad fascinante y una de las funciones esenciales de la vida natural: la Polinización. Sin lugar a dudas la apicultura es una herramienta mas (Yo diría que la mas importante) en la conservación de la naturaleza por lo que, no puede verse excluida de los planes de conservación de especies, ecosistemas, reforestación, conservación de suelos, producción frutícola, ganadera, etc. El sector apícola representa una actividad agropecuaria con unas características propias que la diferencian del resto de producciones ganaderas. Su principal labor es el mantenimiento de los ecosistemas y la biodiversidad a través precisamente de la polinización entomófila realizada por la cabaña apícola. Su aporte medioambiental puede contabilizarse tanto por una mejora de la Producción Final Agraria, en cantidad y calidad como, por su aporte al mantenimiento de la biodiversidad.
Las abejas siempre han estado vinculadas a la actividad rural asturiana. adapas.com/
Ningún otro sector ganadero aprovecha de una manera tan sostenible los recursos naturales y aporta al mismo tiempo beneficios al medioambiente vertebrando además al medio rural, contribuyendo así a su mantenimiento y desarrollo. Por tanto es un ejemplo de Modelo de Producción Sostenible medioambientalmente beneficioso, entendiendo como tal, aquel en el que concluyen los intereses económicos (producción de miel y productos de la colmena que aportan rentabilidad a las explotaciones apícolas), aspectos sociales, (fijación de la población al medio rural en aquellos territorios donde no existen apenas otras actividades económicas) y medio ambiente (no solo es respetuoso con el medio ambiente sino que, constituye una prestación de servicios a la sociedad mediante la polinización de nuestros campos), estos temas si los reflexionamos e intentamos desarrollar veremos que las abejas son imprescindibles para nuestro Principado. Los insectos polinizadores han ejercido siempre una labor silenciosa pero eficiente. No han distinguido entre flora natural o los cultivos introducidos por el hombre, han prodigado su función benefactora en ambos casos. Pero la situación a día de hoy ha cambiado. Tanto los problemas crónicos de producción de determinados cultivos, con la apreciación de algunos entomólogos y de ciertos estudios que valoran la función de los polinizadores, ponen de manifiesto la disminución progresiva de estos insectos. La presión humana bien en forma de destrucción de hábitat o con la aplicación de insecticidas de uso agrícola ha provocado durante las últimas décadas la desaparición de muchos de estos polinizadores. En muchos casos el déficit es tan grave que, la función de polinizar es casi exclusivamente asumida por las abejas melíferas u otros himenópteros introducidos por el hombre (abejorros).
El desarrollo de huevo a la abeja emergente varía entre las reinas, obreras y zánganos. Las reinas salen de sus celdas en 16 días, los trabajadores en 21 días y los zánganos en 24 días. abejapedia.com/ 
A todo lo dicho viene a sumarse el hecho incuestionable de que gracias a toda esta vegetación sostenida en gran medida por las abejas, existe toda una fauna con su enorme variedad de especies que, nos proporcionan carne, leche, huevos, lana, pieles,… Nadie ignora que el género humano se sostiene, no gracias a los artilugios mecánicos a los preparados químicos que salen de las modernas factorías industriales si no, de los productos del campo ya sean, vegetales o animales. La humanidad ha subsistido durante decenas, centenas de milenios sin hacer uso alguno de todos esos productos industriales que hoy tenemos aquí a principios del siglo XXI que, lo único verdaderamente vital es nuestra alimentación y nuestro vestido, todo lo cual sale de la madre tierra es decir, de los frutos que produce la tierra, como son las plantas. La carne que consumimos es materia vegetal transformada por vacas, ovejas, gallinas, etc.
(…). Si las poblaciones de abejas disminuyen sea cual fuera la causa, sucederá lo propio con muchas plantas, frutos y semillas que son consumidas por otros insectos, aves, mamíferos y otros animales. (…). adapas.com/
Por otra parte aunque, se reconoce que las abejas son insectos útiles para el hombre esto no se traduce en medidas legislativas para proteger a las colmenas y promover el uso de las abejas como polinizadores. En vez de esto, los apicultores se han visto gravemente perjudicados durante las últimas décadas por la aplicación generalizada de plaguicidas en zonas agrícolas, frutícolas, mantenimiento vegetal del suelo con herbecidas, por la presión humana y sus intereses, en definitiva, la legislación está hecha por personas de “despacho” seguramente con buena voluntad pero carentes de los conocimientos básicos necesarios para desarrollar leyes que protejan al cuidador y velador de la salud de las abejas que no es otro que el Apicultor, el cual, aquí en Asturias ha sido y es la pieza clave para que las abejas sigan vivas, a día de hoy uno de los principales artífices (quizás el principal) de que podamos presumir con orgullo de nuestro “Paraíso Natural” dado que hasta 1986 la abeja se desarrollaba en enjambres silvestres, a partir de ese momento el apicultor se convierte en una pieza clave en la subsistencia del insecto más importante para la polinización y para los beneficios que esta conlleva en la naturaleza, la causa es la aparición de la varroa la cual vive de la sangre de la abeja (hemolinfa).
Nuestro Principado de Asturias está compuesto por una orografía irregular, una vegetación muy variada, los pueblos están muy dispersos por esa geografía, estando sobre todo muy poblada la franja de la costa, lo cual hace necesario adecuar la normativa a nuestras peculiaridades, teniendo en cuenta incluso, nuestra cultura apícola, nuestra tradición, etc. Teniendo como referencia a otras autonomías y considerando igual a las de la Cornisa Cantábrica, Asturias maneja una media aproximada de 15 colmenas por apicultor hecho que, nos diferencia notablemente del estado apícola nacional,(teniendo en cuenta que España es el mayor productor de Europa con diferencia en toneladas de miel), esto significa que somos muchos apicultores con pocas colmenas lo cual, es indicativo de que las colmenas están diseminadas por el territorio Asturiano haciendo el extraordinario trabajo de la polinización y además produciendo la mejor calidad posible en miel, polen, propolis, etc. que también nos diferencia de los grandes productores de otros territorios. Nuestro mensaje es el siguiente: Si consumimos miel Tradicional y Artesanal de Asturias, estamos contribuyendo al mantenimiento de la capa vegetal de nuestro Principado, a la producción de pastos, manzanas, arándanos, castañas, cerezas, piescos…etc; por lo que se deduce que nuestro paisaje en el que se funda el emblema Paraíso Natural, el turismo, la producción de leche, la carne, la sidra, nuestra fauna más representativa como el urogallo, el oso, etc, no sería posible sin la abeja. La vida en nuestra querida Asturias no sería lo mismo, por lo que reclamamos a nuestras autoridades fórmulas que contemplen normativas que faciliten el trabajo y comercialización de los pequeños productores, para que la ilusión del apicultor tradicional y artesanal no decaiga, pues la abeja sin él podríamos decir que a día de hoy desaparecería. Creo sinceramente que el Principado de Asturias no se merece menos.
Abejas en un cuadro. Hemeroteca Faro de Vigo.
FUENTE:  CASIMIRO SIXTO MUÑIZ. Casimiro Sixto Muñiz, presidente de la Asociación en Defensa de la Abeja Principado de Asturias (ADAPAS).
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«De las abejas depende que Asturias siga siendo un paraíso natural»
Infinidad de productos afectan a la alta mortalidad de las abejas. Periodistas en Español.
«El apicultor es el único que cuida al insecto, y si no es por él se muere, por eso también hay que protegerlo» CASIMIRO SIXTO MUÑIZ PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES DE APICULTORES DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS
Abeja pecoreando. Cadena Ser.
Dentro de unos días entrará en vigor una nueva normativa que regulará la apicultura en Asturias. Ante esto la Federación de Asociaciones de Apicultores del Principado celebró ayer la primera jornada informativa sobre sanidad y legislación apícolas bajo el lema de «La apicultura, una actividad necesaria». «Se trata de utilizar el boca a boca para informar», explicó Casimiro Sixto Muñiz, presidente de la Federación.
-¿Cuál es la situación actual de la apicultura en Asturias?
-En el Principado hay censadas entre 35.000 y 40.000 colmenas; pero hay más, por eso debemos explicar a los apicultores las bonanzas y la necesidad de que esas colmenas estén dadas de alta, controladas sanitariamente... como marca la normativa que entrará en vigor en marzo. Además, si no la cumplen, pueden enfrentarse a sanciones.
-¿La miel sigue teniendo tirón?      
-En Asturias estamos cuatro veces por encima de la media nacional en consumo de miel. Pero es un error pensar que la apicultura es sólo la producción de miel.
-¿Apiterapia?
-Hay culturas muy antiguas que la utilizan. Es una disciplina que funciona, pero hay que dejar claro que siempre debe hacerse bajo la supervisión y el control de un especialista.
-¿Qué demandan a la Administración?
-Más atención. Pedimos amparo y que se desarrollen fórmulas de control y de trabajo. La abeja es el animal más importante que tenemos, es el insecto que nos puede ayudar a mantener el verde de Asturias ya que son las responsables del 80 por ciento de la polinización y, por tanto, de la conservación de la capa vegetal. De la abeja depende que Asturias, esa región que alguien arrugó y que ahora cuesta tanto planchar, siga siendo el Paraíso Natural.
Apicultores mostrando el trabajo de las abejas a unos visitantes. Foto Archivo.
-Influye, por tanto, en la economía regional y en otros muchos sectores
-Un ejemplo muy claro es el sector sidrero. Las abejas son, en buena medida, responsables de la polinización en las pomaradas; si ellas no estuviesen, la producción descendería. Ya hemos matado a muchos insectos con métodos de fumigación e insecticidas y no podemos acabar con las abejas. Un «ratonero» come ratones, pero, ¿qué come el ratón?, sería romper la cadena. Y también hay que preocuparse por el apicultor, que es el único que cuida a la abeja porque si no se muere. Debería ser especie protegida.
-¿La abeja o el apicultor?
-Los dos. La Administración está empezando ahora a entender esta cuestión, a tender líneas de comprensión y apoyo. Con la nueva normativa que regulará la apicultura se ha dado un primer paso que es importante; pero aún se necesitan más.
-¿Pero económicamente se puede vivir de la apicultura?
-No. En la Federación Asturiana tenemos inscritos a 1.200 socios y la gran mayoría somos aficionados que nos dedicamos a esto por pasión y por tradición. Hay algunos que viven de la producción de miel o de polen, pero son muy pocos; los demás, todos, nos dedicamos a otras cosas, tenemos otros trabajos y utilizamos el tiempo libre.


La Voz de Galicia.
FUENTE: DAVID ORIHUELA. Artículo publicado por el diario asturiano La Nueva España el  25/02/2007. Ver enlace.
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 Las abejas salen zumbando
Captura de pantalla de abejas en la piquera de una colmena. YouTube. Foto Archivo.
El misterioso «síndrome del despoblamiento» y la presencia de dos parásitos ponen en peligro la producción apícola asturiana
Pollo de abeja con parasitos de Varroa EcuRed.
Un peligro mortal acecha las 28.000 colmenas asturianas. Dos parásitos, la varroa y el nosema, siembran la destrucción en los panales y matan miles de abejas. Cuantificar las bajas es complicado. Los apicultores estiman pérdidas de un 30 por ciento de insectos por colmena. Un enjambre puede tener hasta 100.000 «inquilinas». Son un ejército con millones de efectivos que se enfrentan a una demoledora epidemia. A los parásitos les acompañan otros «misterios». Silenciosamente, las abejas desaparecen, en España, primer productor de miel de la Unión Europea, y en Asturias. Además de la varroa, que vive de la sangre de las abejas, y el nosema, que ataca el aparato digestivo de los insectos, algunos meten en la coctelera mortal el cambio climático, los pesticidas, la calidad del polen e incluso las radiaciones de los teléfonos móviles. Todo en conjunto ha sido bautizado como «síndrome de despoblamiento de las colmenas». La mecánica es siempre la misma. De pronto, un día las colmenas se quedan desiertas, sin rastro de cadáveres de abejas. Varios trabajos de investigación realizados en España y Francia lo achacan también al uso de «neonicotinoides», que provocan la pérdida del sentido de la orientación en los insectos. El caso es que los 1.269 apicultores asturianos, de los que sólo unos veinte son profesionales, observan con horror que las colmenas pierden músculo.
El pasado invierno, el más crudo en décadas, ha sido demoledor. El frío ha debilitado los insectos. La consecuencia es que los ácaros han encontrado vía libre para matar. Los apicultores están hartos de ver cómo las enfermedades acaban con las abejas.  En realidad, es un círculo vicioso. Al disminuir la población de abejas, se dispara la varroa. Christian Ozers, de Cabranes, presidente de la Federación de Asociaciones de Apicultores de Asturias (FAPI), constata que la población de abejas en Asturias baja de manera alarmante. No obstante, para Ozers el problema más grave de la apicultura asturiana es el despoblamiento rural. «Si no hay quien cuide los enjambres, no sobreviven». La ausencia de abejas también altera el ecosistema.
Las abejas salen zumbando. La Nueva España. 
El principal beneficio de los insectos más laboriosos es la polinización. La Asociación de Cosecheros de Manzana ha implantado colmenas en las pomaradas para facilitar la labor. En las zonas de montaña la presencia de abejas facilita la vida al oso pardo y al urogallo. Así ha sido durante siglos.  Para Ozers, la famosa «huida» de las abejas es la suma de un amplio elenco de enfermedades derivadas de la presencia de parásitos. El alto Aller es la zona que sufre con mayor virulencia la mortalidad de las abejas. Ozers asegura que a pesar de los problemas, la apicultura tiene futuro y proyección en Asturias. La apicultura requiere una inversión mínima. La miel se recolecta directamente de los panales y apenas requiere tratamiento, aparte del envasado. Alrededor de la actividad se desarrolla la producción de velas e incluso proyectos de educación ambiental.
Abeja en una flor. Diario Vasco.
La producción oficial de miel en la región alcanza 600.000 kilos anuales. La mayor parte se vende en ferias. Un pequeño porcentaje se comercializa a través de distribuidores nacionales y llega a otras comunidades. El precio medio por kilo alcanza los siete euros. Asturias lidera el consumo de miel en España, con 1,4 kilos de media por habitante. La media española está en medio kilo. Por la región se reparten varias asociaciones de apicultores. Una de las más numerosas es la de Gijón, que cuenta con más de 300 socios. Santos González, vocal y ex presidente de esta entidad, lamenta que los tratamientos cada vez son menos eficaces. En lo que va de año ha perdido cinco colmenas por estas enfermedades. «Las tratamos en otoño y en primavera, pero el parásito muta y se va volviendo inmune», indica. La abeja asturiana, más pequeña y oscura que sus «primas» del centro y sur de la Península, es un tesoro de la fauna regional. Ha sido objeto de estudio en la Universidad de Córdoba. El director general de Ganadería, Luis Miguel González, asegura que Asturias puede llegar a ser una potencia apícola. Eso si sobrevive a los parásitos.
Apicultores recogiendo un enjambre de abejas . http://norte.ws/la-colmena-story.php
FUENTE:  MARÍA JOSÉ IGLESIAS. Articulo publicado por el diario asturiano  La Nueva España el 08/04/2010. Las abejas salen zumbando. 
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AUTORES.


Casimiro Sixto Muñiz, presidente de la Asociación en Defensa de la Abeja Principado de Asturias (ADAPAS).


David Orihuela Sancho. Periodista redactor del diario asturiano La Nueva España.

María José Iglesias Suárez (Oviedo, 1969), periodista, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y Máster por la Escuela de Organización Industrial. María José ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en LA NUEVA ESPAÑA, donde venía desempeñando su labor como redactora especialista en áreas tan diversas como agroalimentación y política agraria, Unión Europea y diplomacia. En enero del año 2009 acudió como enviada especial del periódico a la toma de posesión de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos. Profesional entusiasta y versátil, María José Iglesias había trabajado como periodista en Miami, Madrid y Lanzarote antes de fijar definitivamente su lugar de residencia en Asturias. Fuente de texto e imagen: La Nueva España.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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Esta página se editó por última vez el 20 de marzo de 2023 a las 22:10 horas.

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