4 de abril de 2018

La Guerra Civil española (I)

La guerra fratricida de 1936-1939
Investidura de Franco (en el centro) como Jefe del Estado, rodeado de miembros de la Junta de Defensa Nacional y otras jerarquías del Ejército. Entre otros, los generales Juan Vigón, Fidel Dávila, Emilio Mola o Andrés Saliquet. EFE. (...). Saber más... eldiario.es.

La guerra civil no pone enfrente a dos partidos sino a dos conglome­rados de partidos. Olvidando mo­mentáneamente las diferencias ante el peligro común, la España conser­vadora, desde la democracia cristiana de la CEDA hasta los tradicionalistas (antiguos carlistas) de Navarra, pa­sando por falangistas y monárqui­cos, se sitúan junto al ejército suble­vado en diversas provincias españo­las. En el otro lado, la agrupación va del centro izquierda de los republica­nos de Azaña a los anarquistas, pa­sando por socialistas, comunistas y regionalistas catalanes y vascos
Siguiéndola línea anticlerical típica de la izquierda española desde el siglo XIX, al poco de estallar la guerra civil tienen lugar saqueos de iglesias y profanaciones de reliquias. Fuente: Pequeña Historia de Grandes Naciones. Pág. 107. Foto Archivo.
El Blog de Acebedo. 
La Iglesia perseguida
La Iglesia es totalmente perseguida en la zona que se llamará a sí misma republicana, con excepción del país vasco, y protegida y mimada en la nacional. Tras los primeros momentos de confusión se delinean, a lo largo y a lo ancho de la superficie hispánica, dos zonas. La nacional ocupa la mayor parte de la España rural con Andalucía, las dos Castillas, Galicia; la republicana ocupa las ciudades más importantes, Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, y las zonas industriales como la catalana y la vasca. Cuenta también con las reservas de divisas del Banco de España, situadas en Madrid. Prácticamente y con algunas excepciones, los núcleos de población de las dos Españas corresponden a las tendencias políticas que se habían manifestado en los últimos­ diez años. La población rural más conservadora, la industrial más progresista. Si en las dos zonas hay la misma apetencia partidista, en la zona llamada nacional hay un elemento integrador que es el ejército, cuyos miembros ocuparán las funciones militares y en muchos casos también las civiles, tales como la gobernación de una provincia, la censura de prensa, etc.

29 de marzo de 2018

Valores naturales históricos

Los Picos de Europa, al borde del abismo
Picos de Europa. Lámina de Carlos de Haes (1829-1898) (Decora con arte)
El espacio protegido vive su momento más convulso, entre fuertes críticas al modelo de gestión e iniciativas de ruptura y de refundación
La leyenda de los Picos de Europa, el Naranjo de Bulnes - Picu Urriellu. (Enrique Herreros)
Éste es el año de Covadonga. La confluencia de tres aniversarios de gran simbolismo sitúa los focos sobre este espacio del oriente de Asturias tan significado por sus valores naturales, históricos y religiosos. En 2018 se conmemoran los centenarios de la coronación canónica de la Santina, la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias, y de la declaración del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, el primero de los españoles, renombrado en 1995 como Parque Nacional de los Picos de Europa, así como el XIII Centenario de la instauración del Reino de Asturias. LA NUEVA ESPAÑA dedica una serie semanal de artículos en este suplemento a esa triple conmemoración, comenzando por un análisis del Parque Nacional.

27 de marzo de 2018

El Gijón de 1968

El progresismo florecía en las sociedades culturales
Antepuerto del muelle local de Gijón, 1960. (Memoria digital de Asturias)
En el Ateneo Jovellanos y en Gesto se dieron los primeros pasos para la liberación política gracias al teatro - El filósofo anarquista García Rúa fue un personaje fundamental entonces
Postal de Gijón. Playa de San Lorenzo. 1960. (Pinterest)
Aquel año de 1968, antes de acabar sus vacaciones en La Pinilla de San Cucao de Llanera, Francisco Franco inauguró el 18 de junio el Aeropuerto de Asturias: el primer avión que llegó fue amadrinado por Carmen Polo y se le puso el nombre de "Ciudad de Oviedo". En el Ruldy (un restaurante ya cerrado que estaba en Les Quintanes de Ceares) fue organizado un discreto homenaje íntimo -en aquellos tiempos había que hacer las cosas así, debido al férreo control policial por parte de la Brigada Político Social- a Eleuterio Quintanilla, quien había fallecido en su exilio de Burdeos.
El parque automovilístico español llegó con un Seat 600 a las cien mil matrículas y en Gijón, en las instalaciones de Sutil, fue presentado a bombo y platillo el Seat 850 Especial, más confortable y seguro que el mítico Seat 600 que hasta inspiró a Moncho Alpuente, quien lideraba "Las Madres del Cordero", aquella satírica canción en la que en sus versos se decía "adelante hombre del 600, la carretera nacional es tuya". 

26 de marzo de 2018

Asturianos de la «Red San Miguel»

La red de espías contra el Eje y Franco que cayó desde Asturias
Lorenzo Sanmiguel en una imagen de 1939. :: ICAL. En 1939 Lorenzo Sanmiguel dio los primeros pasos de una red de espionaje ubicada en León y con ramificaciones en todo el norte de España. El Norte de castilla
Los elementos asturianos de la «Red San Miguel» fueron decisivos en las operaciones y el desmantelamiento de una trama que preparaba el desembarco aliado desde el norte de España
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Voz de Asturias.
El 20 de noviembre de 1943, la Guardia Civil entraba en un piso del número 34 del Paseo de la Condesa de Sagasta, en León, para detener a su ocupante bajo acusación de espionaje. Su nombre era Lorenzo San Miguel Martínez, y no llegaría a ser arrestado. El presunto espía iba a encontrar la muerte en su propia cama bajo las balas de la Benemérita; según el relato policial, al intentar resistirse a la detención empuñando un arma. Así queda constancia en los archivos militares de Ferrol, donde se conservan los sumarios de la causa militar abierta a raíz de una operación en la que la caída de San Miguel fue solo la primera en la larga retahíla de detenciones con las que el joven régimen franquista pudo desmantela una tupida red de espías. La historia le pondría el apellido de su cabecilla: la «Red San Miguel». Una trama al servicio de la inteligencia inglesa que el agente había tejido por todo el noroeste y la cornisa cantábrica con objeto de recabar información para preparar un posible desembarco aliado en la España de Franco.