Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
28 de octubre de 2014
El asalto al Banco de España de Oviedo (10 de octubre de 1934)
27 de octubre de 2014
Un roble en Villaviciosa del quinto milenio antes de Cristo
El roble que guarda la memoria de la Villaviciosa de hace 6.370 años
El tronco milenario que afloró al excavar el túnel de la autovía es un indicio de la deforestación del Neolítico y del desplazamiento del cauce de la ría
La Nueva España
En Villaviciosa están de aniversario. Este mes se cumplen diez años de la datación del tronco de un roble milenario que fue hallado durante la excavación del túnel de la ría con motivo de las obras de la Autovía del Cantábrico que entonces se estaban acometiendo en el concejo. El análisis radiométrico del carbono 14 le atribuyó en aquel momento una antigüedad de 6.360 años, por lo que el tronco actualmente suma una década más. Se trata de nada menos que de un árbol que estaba en pie hace 6.370 años.
TRONCO de aproximadamente
dos toneladas, descubierto durante las obras del túnel de Fabares
(Villaviciosa), perteneciente a la Autovía del Cantábrico, quedará expuesto de
forma permanente en el centro cultural San Juan de Capistrano. (...). Saber más... E. C. El Comercio. |
Varios
viandantes pasean junto a la base del árbol en el parque de El Pelambre. (Villaviciosa). La Nueva España. |
En Villaviciosa están de aniversario. Este mes se cumplen diez años de la datación del tronco de un roble milenario que fue hallado durante la excavación del túnel de la ría con motivo de las obras de la Autovía del Cantábrico que entonces se estaban acometiendo en el concejo. El análisis radiométrico del carbono 14 le atribuyó en aquel momento una antigüedad de 6.360 años, por lo que el tronco actualmente suma una década más. Se trata de nada menos que de un árbol que estaba en pie hace 6.370 años.
25 de octubre de 2014
El poeta Asturiano José García Nieto (Oviedo, 6 de julio de 1914 - Madrid, 27 de febrero de 2001)
José García Nieto o para qué sirve un centenario
La ocasión perdida de hacer balance de lo que queda de un autor que tuvo su tiempo y se fue borrando
La Nueva España
¿Qué queda de la poesía de José García Nieto a los cien años de su nacimiento? Hay quien piensa que solo un adjetivo y un divertido capítulo en la novela de la literatura. El adjetivo, "garcilasista", le permite ocupar un sitio en todas las historias de la poesía española de posguerra; al principio representó un honor, luego se convirtió en una losa de la que no fue capaz de librarse, aunque se pasó el resto de su vida intentándolo. El picaresco secreto que se escondía tras el premio Adonáis concedido en 1950 a la desconocida poetisa Juana García Noreña pronto fue un secreto a voces. El libro, Dama de soledad, fue recibido con unánimes elogios, incluso el exigente Juan Ramón Jiménez, allá en su exilio, aseguró que nos encontrábamos ante una obra maestra. Gerardo Diego, presidente del jurado, no fue menos parco en el elogio: Juana García Noreña aportaba una sensibilidad nueva a la poesía española, sus versos de amor solo los podía haber escrito una mujer. Pero a esa mujer no la conocía nadie. Una joven asturiana, Ángeles Fernández de la Borbolla, aspirante a escritora, habitual en las tertulias del Gijón, afirmó que era un pseudónimo suyo, cobró el importe del premio e incluso leyó públicamente los poemas del libro.
José García
Nieto, poeta y premio Cervantes. Foto. Gorka Lejarcegi. (...). Saber más... ElPaís. |
José García Nieto. La Nueva España. |
¿Qué queda de la poesía de José García Nieto a los cien años de su nacimiento? Hay quien piensa que solo un adjetivo y un divertido capítulo en la novela de la literatura. El adjetivo, "garcilasista", le permite ocupar un sitio en todas las historias de la poesía española de posguerra; al principio representó un honor, luego se convirtió en una losa de la que no fue capaz de librarse, aunque se pasó el resto de su vida intentándolo. El picaresco secreto que se escondía tras el premio Adonáis concedido en 1950 a la desconocida poetisa Juana García Noreña pronto fue un secreto a voces. El libro, Dama de soledad, fue recibido con unánimes elogios, incluso el exigente Juan Ramón Jiménez, allá en su exilio, aseguró que nos encontrábamos ante una obra maestra. Gerardo Diego, presidente del jurado, no fue menos parco en el elogio: Juana García Noreña aportaba una sensibilidad nueva a la poesía española, sus versos de amor solo los podía haber escrito una mujer. Pero a esa mujer no la conocía nadie. Una joven asturiana, Ángeles Fernández de la Borbolla, aspirante a escritora, habitual en las tertulias del Gijón, afirmó que era un pseudónimo suyo, cobró el importe del premio e incluso leyó públicamente los poemas del libro.
22 de octubre de 2014
San Pedro y Santa Marina en Mieres los barrios más característicos en cuestión de inmigración obrera
San Pedro y Santa Marina, semillero de jóvenes y "guajes"
Las agrupaciones que se formaron en los barrios obreros de Mieres. Desde los años 40 del pasado siglo XX, quizá no sea posible considerar como claves en la historia de Mieres a los barrios de San Pedro y Santa Marina, los más característicos núcleos de la villa, en cuestión de inmigración obrera, pero que hoy están integrados plenamente en el caso urbano, uno por su expansión habitable, y otro dada la conexión a través de La Mayacina
El barrio San Pedro, en
construcción, hacia el año de 1947. (Guapa foto desde las vías del Batán").
Foto de Carlos del Valle. Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Díaz Marcos. |
La entrada al barrio de Santa
Marina. A mediaos de los años 50 del siglo XX. Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de CarlosDíaz Marcos. |
La Nueva España
Ante esta realidad y una serie de aspectos propios e intransferibles, merecen un tratamiento. Década de los cuarenta. Aún fresco el final de la contienda fratricida de la guerra civil, el nuevo estado dictatorial precisaba, como agua de mayo, del carbón que medio dormitaba en los yacimientos de las cuencas mineras asturianas. Y así promocionó, a través de la iniciativa privada, siguiendo sendas anteriores, la extracción del mineral y apertura de explotaciones, junto con la industria pesada de la siderurgia, por vía de montaña o pozo vertical. Y a las localidades donde se asentaban las instalaciones acudieron, como moscas a la rica miel, aspirantes a los puestos del subsuelo o instalaciones auxiliares, provocando una inmigración desde diversas regiones españolas, como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Galicia y otras, como también del cercano Portugal. No faltó tampoco el movimiento interior de la tierra asturiana.
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