2 de abril de 2013

El burro letal de Vega del Rey (Lena)

El burro explosivo
Ilustración de Alfonso Zapico
Una de esas historias, que por haberlas oído y leído cien veces damos por ciertas, es la de que el gaditano Rafael Alberti escribió tras la Revolución de Octubre un poema titulado «El burro dinamitero» inspirado en la anécdota de unos animales que los revolucionarios asturianos cargaron de dinamita para dirigirlos contra sus enemigos a la altura de Campomanes y que decidieron por su cuenta buscar su propio camino dando la vuelta en dirección a su cuadra para acabar explotando en el interior de Pola de Lena
Ilustración de Alfonso Zapico
Pero el caso no fue así: ni el poema existió nunca, ni los hechos sucedieron de esta forma. La realidad es que Alberti quiso inmortalizar la anécdota que a él le habían contado, y que cuando llegó a sus oídos ya estaba deformaba por los detalles que se habían ido añadiendo después de mil repeticiones en sobremesas y charlas de café. Y para hacerlo, tituló a uno de sus poemarios, publicado en 1938, en plena Guerra Civil, por las Ediciones del 5º Regimiento en Madrid, con el nombre de «El burro explosivo».

Familia de literatos del valle de Valdecuna (Mieres)

Los González-Blanco, escritores de Cuna
Entrada al pueblo de Valdecuna, en Mieres. La Nueva España.
La familia de literatos González Blanco, descendientes de unos humildes campesinos del valle de Valdecuna, son unos grandes desconocidos pese a su extraordinaria producción literaria
 
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
Víctor Guerra, el investigador más activo con que cuenta actualmente la Masonería peninsular, acaba de publicar un trabajo sobre el activo papel que jugó en la fraternidad uno de los hijos del mierense Andrés González-Blanco Moro, quien según contó en su día Constantino Blanco «Españolito», en su magna obra Escritores y artistas asturianos, había nacido en Valdecuna en 1838. Don Andrés fue un destacado pedagogo del siglo XIX y escritor, lo mismo que sus tres vástagos, Edmundo, Pedro y Andrés. De este último -que, aunque lleve el mismo nombre, no debemos confundir con su padre- se ha ocupado Víctor, haciendo hincapié en su membresía masónica. Hoy, quiero traerles hasta aquí unas notas sobre las vidas de todos ellos porque a pesar de que se trata de una familia con raíces en la Montaña Central, aquí son completamente desconocidos. El espacio de que dispongo fuerza a la brevedad, pero aún así creo que podrán darse cuenta de la talla intelectual de todos ellos, plasmada en una extraordinaria producción literaria.

1 de abril de 2013

El asturiano creador de «La Borinqueña», el himno nacional de Puerto Rico

Manuel Fernández Juncos: de Tresmonte a Puerto Rico
Manuel Fernández Juncos (11 de diciembre de 1846 – 18 de agosto de 1928) fue un poeta, periodista y pedagogo español de ideología conservadora, residente en Puerto Rico, que escribió la letra de La Borinqueña, el himno nacional de Puerto Rico. (…). Saber más... Getafe Radio.

Fue ministro de Hacienda en el primer gobierno autonomista de la isla y a su labor se debe que el español no fuera desplazado por el inglés en los planes de estudios de su tierra de adopción
 (…), poeta asturiano nacido en Tresmonte, (Ribadesella-Asturias), y creador de la letra de La Borinqueña, himno Nacional de Puerto Rico, Manuel Fernández Juncos. (…). Saber más... Getafe Radio.

La Nueva España
En Arriondas se toma una carretera poco conocida y frecuentada que, siguiendo la margen izquierda del río Sella, conduce al concejo de Ribadesella. Es una carretera de gran interés para los gastrónomos, ya que para tomarla desde el centro de la villa hay que torcer a mano derecha precisamente donde se encuentra «El Corral del Indiano», y por diversas revueltas y recovecos se sale a las laderas meridionales de la sierra del Sueve en Collía, un poco más abajo de «Casa Marcial»; los dos excelentes restaurantes avanzados, condecorados con estrellas de la Guía Michelín. Otra carretera que se toma en Torre y va por Linares sale a «Casa Marcial» más directamente. La carretera es estrecha y con curvas, como corresponde a una carretera de montaña, pero actúa en su favor que apenas tiene tráfico. En algunos tramos está reventada y crece hierba en las rajaduras. En el esplendor de la primavera, el paisaje es pura exuberancia de los variados matices del verde. A partir de Arriondas el ferrocarril pasa a la margen izquierda del río, comunicando tres aldeas, Fuentes, Toranzo y Cuevas, las dos últimas incomunicadas por carretera. 

El dolmen de Cesar Rubín

«La Mesona» de La Esniella
Dolmen Megalitico. Dibujo de autor anónimo entre 1880 y 1885
Cesar Rubín nos dejo, dejando casi huérfana a la literatura minera
Ilustración de Alfonso Zapico
http://www.lne.es
Cada lector puede elegir libremente a sus autores y yo tengo claro quiénes son los míos: Rubín en el Caudal y Albino Suárez en el Nalón reúnen más méritos que nadie para recibir con orgullo el título de «escritores de la mina»; el primero, por haber dejado constancia para siempre en novelas y cuentos de las historias de este mundo que ya se ha perdido; el segundo, por transformar como un artífice la negrura del carbón en la hermosa joya de la poesía. Con Albino comparto a menudo sobremesas y charlas y espero que llegue el día en que los dos celebremos juntos la proclamación de la III República; sin embargo, con César Rubín mi amistad se limitó a la década de los ochenta y estuvo centrada no en las letras, sino en un tema que también le apasionaba: la arqueología. Hoy quiero rendirle desde aquí mi pequeño homenaje haciéndolo partícipe de su convicción sobre la importante herencia cultural que para él esconde el valle de Nicolasa, donde afirmaba que había existido hasta el siglo XX un conjunto de importantes megalitos.