tag:blogger.com,1999:blog-4017128709896817184.post6416764536580955733..comments2024-03-09T05:23:53.661+01:00Comments on El Blog de Acebedo: Los represores de los últimos años de la Dictadura en AsturiasEl blog de Acebedohttp://www.blogger.com/profile/16001552142362954136noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-4017128709896817184.post-82024202707235412192020-02-06T02:30:34.913+01:002020-02-06T02:30:34.913+01:00CiertoCiertoAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4017128709896817184.post-84151130988980860002019-12-07T08:56:17.032+01:002019-12-07T08:56:17.032+01:00El cabo Blanco era de Campomanes, detuvo a mi güel...El cabo Blanco era de Campomanes, detuvo a mi güelu ( fue fusilau sin haber cogido un arma), es cierto lo que dice Gerardo: su hijo es abogado y comunista y aún msatiene su casa en Campomanes. Yo le conocí antes de saber lo que había hecho, recuerdo que la gente se apartaba de él, era slto y gordo.Melinahttps://www.blogger.com/profile/01542210118316419240noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4017128709896817184.post-75354905618025864062018-03-28T11:52:46.856+02:002018-03-28T11:52:46.856+02:00Lees esto y se te ponen los pelos de punta. Cuanto...Lees esto y se te ponen los pelos de punta. Cuanto han sufrido las gentes que nos precedieron y que lucharon por la democracia. Ha siso vergonzoso, porque esto ocurrió ayer. Yo siempre le tuve una especial repugnancia al cabo Blanco por un suceso, sin paliza, que me ocurrió en los años sesenta. Era un asesino y se jactaba de ello. Parece que le estoy viendo en la represión de la gran manifestación en Mieres, del año 1966 Y el Arce, otro torturador y asesino, junto con varios miembros de su policía secreta. Una vez, por un despiste de ellos, presencié como golpeaban, atado a una silla, a un señor para que "cantase". Pienso que todos estos tipos merecerían haber sido ajusticiados, con un par de tiros. Malditos sean por toda la eternidad por el daño que han hecho. Que sepan que si me hubiesen golpeado, me habría encargado personalmente de que se evaporasen de esta vida.Agustín Emilio Cuesta Menéndeznoreply@blogger.com