24 de abril de 2021

Conflicto extremo en minas de Figaredo

El «calentón» de Figaredo (Actualizado el 24-04-2021)

En noviembre de 1978, un grupo de trabajadores de Minas de Figaredo, descontentos porque la empresa no quería abonarles los salarios que les debían, subieron a  José María Figaredo Sela (uno de los dueños de la explotación en aquel momento), a lo alto del castillete del pozo minero. Foto José Vélez. Facebook: Mieres antesy ahora de Carlos Díaz Marcos.

Minas de Figaredo, S. A. fue una empresa fundamental para la economía de la cuenca del Caudal durante la mayor parte del siglo XX. Se constituyó en 1932 a partir de la sociedad unipersonal Inocencio Fernández Martínez y de la comunidad de beneficios de su viuda e hijos (ya les he contado en otra ocasión que la familia cambió el apellido Fernández, tan corriente que hasta yo mismo lo llevo, por el de la localidad en la que residían y que les daba más alcurnia)
Ilustración de Alfonso Zapico
La Nueva España
Los pozos de los Figaredo gozaron de la mejor fama entre todos los asturianos, pero, al llegar los años 70, entraron en crisis como el resto del sector hullero. En 1973 ya se vivió la primera regulación de empleo, aunque sirvió para muy poco, ya que, en vez de arreglarse, la cosa fue a peor y las protestas de los trabajadores empezaron a subir de tono. En la campaña para las elecciones generales legislativas del 15 de junio de 1977, los mineros llegaron a boicotear en Mieres algunos mítines de la UCD y el 6 de abril de 1978 una manifestación reunió en las calles de la villa a miles de personas exigiendo una solución estatal para la supervivencia de la explotación, que iba a cerrar aquel ejercicio con un descenso de producción que se quedaba en 182.955 toneladas, 95.045 menos que el año anterior. Las causas de aquella situación de desastre eran varias, entre ellas, según afirmaba la dirección, el elevado absentismo de la plantilla, pero, aunque no hubiese sido así, existía una condición que hacía imposible la rentabilidad por mucho carbón que se sacase: el precio de venta del mineral fijado por la Administración, que entonces era tan bajo que ni siquiera alcanzaba para amortizar el coste de la extracción.

Minas de Figaredo, 1978-1980, un documental sobre la lucha en la minería asturiana. /'Mundo Obrero'. El documentalista y dibujante Alberto Vázquez ha dirige un documental sobre el conflicto minero asturiano 1978-1980. Saber más en: Publico. 

De esta forma, en noviembre de aquel año, la explotación vivía en una situación de conflicto extremo originada por el retraso de dos meses en el pago de los salarios y acentuada además por la negativa del economato de la empresa a adelantar los alimentos de primera necesidad y otras mercancías básicas si no se abonaban previamente. El día 2 de aquel mes se intentó romper el círculo vicioso convocando una reunión del comité de empresa y a ella acudió también el ingeniero técnico José María Figaredo Sela, uno de los propietarios de la explotación; se habló largo rato sin llegar a ningún acuerdo hasta que las propuestas fueron radicalizándose y los trabajadores empezaron a proponer medidas de presión, entre ellas un encierro en el pozo. Llegado este punto y entendiendo que el problema era de todos, se solicitó la colaboración del técnico, que dio una negativa por respuesta e incluso, como declaró ante el juez uno de los implicados cuando se juzgaron los hechos que ahora les contaré, provocó un momento de tensión al reírse de la invitación y «entonces se le contestó que allí no se estaba para bromas». Lo que sucedió a continuación fue que, cuando la mesa ya se había cerrado, cuatro mineros tomaron la improvisada decisión de seguir a José María Figaredo para forzarle a bajar con ellos al interior del pozo, pero su hermano, director administrativo de la explotación, lo impidió dando la orden de cerrar la corriente de la jaula tras observar desde la ventana de su despacho cómo lo iban llevando hasta allí cogido por el brazo. Ante aquel inconveniente, el grupo tuvo que cambiar de idea y el ingeniero fue subido a pesar de sus protestas a lo alto del castillete. 
Trabajadores y curiosos al pie del castillete donde tenian retenido a uno de uno de los propietarios de minas Figaredo por un grupo de trabajadores. Movimiento Obrero. Foto 59 de 156. Saber más…. 
La noticia del secuestro se extendió rápidamente desde el valle de Turón por toda Asturias. Si me permiten una referencia personal, pero que sirve de ejemplo a lo que les digo, yo estudiaba entonces en la Facultad de Filosofía y Letras de Oviedo y, como la mayoría de quienes compartíamos vivencias en aquel recinto, militaba en uno de aquellos grupúsculos políticos que se organizaban entre sus venerables paredes. Como nos apuntábamos a todo, aquel día llenamos dos coches y nos plantamos en Figaredo para esperar acontecimientos al pie del pozo mezclados con los cientos de curiosos que se iban acercando poco a poco hasta el lugar. Allí pudimos ver después de varias horas de incertidumbre a los de arriba discutiendo su postura con los alarmados representantes de Comisiones Obreras (CC OO), sindicato al que pertenecían los cuatro y que temían que la cosa se les fuese de las manos, hasta que recapacitaron y decidieron abandonar su actitud para presentarse voluntariamente en el Juzgado de Mieres y declarar sobre lo sucedido. El día 8 y cuando se encontraban en la prisión provincial de Oviedo acusados de la detención ilegal del copropietario de Minas de Figaredo, éste dirigió un escrito al comité de empresa comunicando su despido inminente: «La dirección de la empresa se propone sancionar con el despido a Avelino García, Laudelino Andrade, Luis Argüelles y Florentino Matías Crespo, como autores de falta muy grave de indisciplina y malos tratos contra el ingeniero de esta sociedad, José María Figaredo Sela, a quien tuvieron secuestrado durante diez horas en el castillete del pozo San Inocencio, el pasado día 2»

Minas de Figaredo (Pozo Figaredo.  (En la localidad de Cortina-Figaredo. Mieres) Imagen.

Hubo que esperar al miércoles 6 de junio de 1979 para que las aguas volviesen a su cauce en la Audiencia Territorial de Oviedo, cuando se inició un juicio en el que todos se manifestaron conciliadores. Allí estaban unos 200 compañeros para apoyar a los acusados, que defendía el abogado José Ramón Herrero Merediz, y oponerse a la sentencia de despido aceptada por la Magistratura de Trabajo de Mieres. La petición inicial del fiscal iba desde la pena de cuatro años, 20.000 pesetas de multa y 40.000 como indemnización al secuestrado para Matías Crespo, considerado el responsable principal de los hechos, hasta los 9 meses e iguales cantidades de dinero para Luis Argüelles, que había sido el de menor implicación. A lo largo de la sesión, los acusados fueron abundando en sus intervenciones en la idea de que lo sucedido aquel día había sido espontáneo, sin premeditación y debido a la tensión que se vivía en aquellos momentos en la empresa y que únicamente se buscaba llamar la atención para buscar la salvación económica de 1.600 familias y el propio Matías Crespo manifestó que si en aquella acción alguien había tomado del brazo al ingeniero había sido sólo para darle ánimos. Por su parte, la declaración de Avelino García resumió perfectamente lo que todos querían expresar, cuando afirmó que «en aquel momento, yo no sabía ni cómo me llamaba y sólo pretendía lograr la solución inmediata en el problema de los pagos y en el resto de los problemas que nos afectaban». 
Documental, con una duración de 100 minutos, recoge las diferentes acciones que llevaron a cabo los trabajadores en defensa de los puestos de trabajo, incluyendo aquel sonado episodio en que cuatro miembros de las Comisiones Obreras retuvieron a uno de los hermanos dueños de la mina, José María Figaredo Sela, en lo alto del castillete durante 10 horas. Saber más.......
Así lo entendió también el fiscal al considerar que los implicados «actuaron bajo los efectos de una gran ofuscación no llegando a comprender el verdadero alcance de su acción», lo que, con palabras más cultas, quería decir que todo había sido producto de un «calentón». En consecuencia, acabó rebajando la petición de penas, solicitando la absolución de Luis Argüelles Martínez, al considerar que era inocente de los hechos que se juzgaban, y pidiendo sólo 8 meses de prisión menor y 20.000 pesetas de multa para los demás. Por su parte, el mismo José María Figaredo también quitó fuego al asunto manifestando que él no había solicitado ninguna indemnización y que si se le otorgaba renunciaría a ella. Y hasta aquí este episodio puntual que pasó a formar parte de la historia del movimiento obrero asturiano. Desde aquel momento, los acontecimientos se desarrollaron con rapidez: el 7 de diciembre de 1978 Minas de Figaredo, S. A. solicitó una regulación total de empleo; al poco tiempo la familia vendió su propiedad al Estado por un precio simbólico reservándose únicamente el control del Parque de Carbones de Tenerife, una sociedad auxiliar de las minas.
Manifestación en apoyo de los mineros de Minas Figaredo despedidos Captura de pantalla del documental “MINES DE FIGAREO. Memoria d'una llucha, 1978 – 1980” de Alberto Vázquez García. Saber más..... 
Y así el Consejo de Ministros decidió la incorporación de la empresa al Instituto Nacional de Industria en 1980, pero, aunque el coste de arranque en la explotación era entonces notablemente inferior al de las minas de Hunosa, ésta ya tenía encima suficientes pérdidas como para admitir una carga más. De modo que hubo que esperar, gestionando la mina mediante contratos-programa hasta que en 1998 se consiguió la ansiada integración tras la firma de un acuerdo en un chalé de los Peñascales, en Madrid, entre el Ministerio de Industria y los sindicatos donde se fechaba el cierre para el 31 de diciembre de 2005. Todavía se consiguió ir dando largas hasta que, finalmente, a la una y media de la tarde del 29 de junio de 2007, subió a la superficie la jaula de Figaredo llevando a seis trabajadores que despedían, seguramente sin saberlo, dos siglos de minería en el valle de Turón. La capa 27 había dado la última vagoneta de carbón del pozo y el silencio empezó a reinar en sus galerías desiertas. Sólo quedó allí un pequeño retén de mantenimiento mientras el resto de la plantilla se trasladaba a otras explotaciones. En aquel momento, todos nos dábamos cuenta de que la vida iba a cambiar para los habitantes de la zona, pero no nos podíamos imaginar hasta qué punto.

Imagen de los trabajadores de Minas Figaredo con el empresario y dueño de la explotación, José María Figaredo Sela, retenido en el castillete del pozo. Captura de pantalla del documental “MINES DE FIGAREO. Memoria d'una llucha, 1978 – 1980” de Alberto Vázquez García. Saber más.....

FUENTE: ERNESTO BURGOS - HISTORIADOR. Publicado por La Nueva españa el 09-06-2009. Ver enlace. 
________________________________________________________________________
AUTORES. 

Ernesto Burgos Fernández (historiador). Nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo, éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales «Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30 días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara (2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011). Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España, donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100 años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE:

EL BLOG DE ACEBEDO  (Antología de Historia). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío nella”

___________________________________________________________________
___________________________________________________________________

NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con El Blog de Acebedo para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores.

Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un comentario o escribir a mi dirección de correo del blog con la seguridad de ser prontamente atendido.

¡¡¡Difunde El blog de Acebedo entre tus amistades!!!

Sígueme en:

© - Facebook - Roberto Cortina

© - Twitter - El blog de Acebedo

© - El Blog de Acebedo

2 comentarios:

  1. Conocí la historia viviéndola, estuve en los vestuarios oyendo a Avelino y puedo decir que se pasó a ganar un sueldo el doble de lo que se ganaba. Por mi estuvo genial que Figaredo tomara el aire en el castillete.

    Mayte

    ResponderEliminar
  2. No me puedo ni imaginar a mi padre si hubiera tenido que vivir todos los acontecimientos negativos que habían de venir con el tiempo sobre este tema de las minas de carbón, después de una larga vida viviendo única y exclusivamente dedicado a este cometido...¡Cuántos disgustos hubiera llevado! ¡Qué malos tragos tendría que pasar en medio de tantos problemas, para que todos sus negocios terminaran como terminó,- sin duda,- todo lo relacionado con las minas en las que él tomó parte...de lo que vivió y mantuvo a su familia... No me lo imagino en ningún otro tipo de trabajo a aquellas alturas de su vida...él cerró sus ojos para siempre por una gravísima enfermedad...pero también intuyo que pudo adelantar su muerte algún que otro disgusto y discusión que sin duda hubo de mantener con alguno de sus socios...Aunque sea triste decirlo, pienso que, mejor fue que descansara en paz antes de tener que vivir en la zozobra que habría de venir después... Terrible para los obreros, sí...pero también terrible para algunos honestos propietarios, - como lo fue mi padre,- que también lo tuvieron que sufrir...

    ResponderEliminar